La Policía detiene en Alicante a un hombre y a su madre de 81 años por matar, torturar y simular el secuestro de un joven

Un hombre de 40 años y su madre, de 81 años, fueron detenidos el pasado 7 de septiembre en Alicante por el presunto crimen de un joven de 18 años, tras someterlo a quince horas de tortura. Según la investigación policial, el arrestado golpeó y acuchilló en repetidas ocasiones a su víctima. También usó el perfil abierto del joven en una red social para colgar una foto en la que aparecía desnudo e inconsciente en el suelo de su vivienda, y pidió un rescate de 30.000 euros a la familia con la intención de desviar el foco de la investigación. La mujer de 81 años, cuyo grado de participación en los hechos aún sigue investigándose, avisó a los servicios de emergencia y después fue sorprendida mientras limpiada el lugar en el que había ocurrido todo. La víctima falleció en el Hospital General de Alicante horas después. El supuesto autor de la muerte ingresó en prisión y su madre ha quedado en libertad con cargos. Ambos están siendo investigados por asesinato, secuestro y un delito contra la intimidad, según fuentes policiales.

Todo comenzó, según los datos de la investigación, porque el fallecido robó al detenido dinero, documentación y las llaves del domicilio de su madre. Los dos hombres, ambos de origen argelino, discutieron en la calle en varias ocasiones, según la declaración de varios testigos, pero el joven se negaba a devolver las pertenencias. Según el relato de los hechos, en la noche del 6 de septiembre, el arrestado visitó la vivienda que la víctima compartía con otras dos personas, que en ese momento estaban presentes, y después se marchó. Regresó unas horas después, ya en la madrugada del día 7, y encontró al joven solo. Gritaron, se pelearon y, finalmente, la víctima recibió un golpe que lo dejó inconsciente en el suelo. Pese a ello, el asaltante se ensañó con él y le sometió a un constante en innecesario sufrimiento, afirman los investigadores, a puñetazos y con un cuchillo de cocina, con el que le produjo numerosos cortes.

La investigación, llevada a cabo por varios grupos de la Policía Judicial de la Comisaría de Alicante, ha establecido que el arrestado desnudó al joven, lo fotografió tendido en el suelo boca arriba, con una fregona en la cara, y colgó las fotos en el perfil de la víctima de Facebook. En abierto, a la vista de cualquier usuario. Simuló un secuestro y pidió 30.000 euros de rescate a la familia del herido, que avisó inmediatamente al consulado de Argelia en Alicante, provincia en la que vive la comunidad más numerosa de España de ciudadanos del país norteafricano. Desde el consulado alertaron a la Policía Nacional de la denuncia de un presunto secuestro. Pero no se conocía ni la identidad ni el domicilio de la víctima.

El desvío de atención

Ya por la tarde, aunque este dato aún está sometido a investigación, el agresor llamó a su madre para que acudiera a la vivienda del joven, que seguía inconsciente. La octogenaria fue quien avisó, según las fuentes policiales, a los servicios de emergencia, que enviaron un equipo del Samur. Los efectivos sanitarios son recibidos por madre e hijo, que alegan que han encontrado al muchacho tal como está, sin reacción alguna. Tendido en el suelo sin conciencia y con contusiones y heridas de arma blanca por todo el cuerpo. Durante la asistencia, los médicos avisan a la policía, puesto que parece evidente que ha sido atacado. Madre e hijo contaron entonces su versión de los hechos, para, en opinión de los investigadores, desviar la atención. Que la víctima, amigo suyo, le había robado el día anterior junto con otros cinco individuos, pero que se arrepintió y le había llamado para devolverle sus cosas. Pero que dos personas que se encontraban allí en ese momento y a los que acusó de las agresiones, habían impedido que las recuperara. Llegó a dar incluso el nombre de uno de ellos. Los sanitarios trasladan al joven herido al hospital, donde falleció horas más tarde. Según revela la autopsia, la causa de la muerte es un fuerte traumatismo provocado por un golpe con algún objeto contundente en la cabeza. El cuerpo presentaba cortes en la planta de los pies y tenía el hígado dañado.

Los agentes que acudieron a la casa se marcharon a la sede de la Policía Judicial para abrir diligencias. En ese momento no se relacionó la paliza con el secuestro denunciado por el consulado, pero, en ese lapso de tiempo, dos ciudadanos argelinos habían denunciado en la Comisaría que habían visto la foto de un amigo suyo en Facebook y que parecía ser víctima de un secuestro. La conexión entre ambos casos queda establecida. Varias unidades policiales volvieron al domicilio de la víctima y encontraron a la octogenaria sola y limpiando la sangre del suelo con la misma fregona utilizada en la foto de la red social. La detuvieron y comenzaron a buscar al hijo, al que apresaron en la calle en apenas una hora. Los agentes activaron el protocolo de delitos violentos, se coordinaron con el juzgado para que autorizara la entrada y registro de la vivienda y citaron a la Policía Científica.

La inspección ocular reveló numerosas manchas de sangre por toda la vivienda y el mobiliario. Al colchón de la víctima le habían dado la vuelta para ocultar los restos de sangre. Los investigadores estudiaron las imágenes compartidas en la red social y determinan que han sido tomadas en ese mismo lugar. Encontraron la ropa del joven, también la misma que llevaba en las fotos. La documentación de la víctima fue hallada rota y oculta en la cisterna del baño. Finalmente, los agentes hallaron el cuchillo que, presuntamente, se había utilizado durante la larga tortura que había comenzado menos de 24 horas antes.