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Solo 12 de los 311 policías que aspiraban a ser ‘geo’ logran superar las pruebas

La dureza del curso deja vacantes cinco plazas este año, una tendencia que se repite en cada convocatoria

Óscar López-Fonseca
Agentes del GEO, en un acto celebrado en el cuartel del grupo, en Guadalajara, en marzo de 2022.
Agentes del GEO, en un acto celebrado en el cuartel del grupo, en Guadalajara, en marzo de 2022.KIKE PARA

Cientos de candidatos y solo un puñado de elegidos. El último proceso iniciado por el Ministerio del Interior para cubrir las vacantes del Grupo Especial de Operaciones (GEO), la unidad de élite de la Policía Nacional que realiza los operativos más arriesgados como asaltos antiterroristas o liberación de rehenes, concluyó el pasado 1 de septiembre tras cubrir únicamente 12 de las 17 plazas ofertadas a pesar de que a las pruebas se presentaron 311 agentes (18 candidatos por puesto), según se recoge en documentos internos a los que ha tenido acceso EL PAÍS.

Fuentes de la Dirección General de la Policía admiten que, por la exigencia de las pruebas, “habitualmente” no se consigue cubrir las plazas que periódicamente se ofertan para poder mantener en torno al centenar de efectivos operativos con que cuenta la unidad. En la anterior convocatoria, que concluyó en 2021, de los 13 puestos ofrecidos, uno quedó sin cubrir. Tras el curso de 2016, en el que se buscaban 37 nuevos geos, 25 plazas quedaron vacantes. El GEO es la única unidad policial en la que aún no hay mujeres. En este último concurso, se presentaron cuatro y fueron eliminadas en las pruebas físicas, que son iguales que para los hombres.

En la actualidad, el GEO ―creado a finales de la década de los setenta― tiene un catálogo de 207 puestos, de los que 110 son los que se conocen como “personal operativo”, policías de las escalas básica y de subinspección que conforman los grupos que ejecutan las operaciones. La docena de plazas ahora cubiertas y las cinco que han quedado vacantes corresponden, precisamente, a este grupo. A esta unidad pertenecía el subinspector Francisco Javier Torronteras, fallecido el 3 de abril de 2004 durante al asalto al piso de Leganés (Madrid) en el que se ocultaban siete integrantes de la célula yihadista que cometió los atentados del 11-M. Los geos también participaron, a principios de 2021, en la evacuación de Kabul tanto del personal diplomático español como de los colaboradores afganos y sus familiares tras la vuelta al poder de los talibanes. En febrero de 2022, agentes de esta unidad dirigieron el operativo para poner a salvo a los españoles residentes en Ucrania tras iniciarse la invasión rusa.

El último proceso de selección se inició en 2022 con el anuncio de un concurso específico de méritos al que podía presentarse cualquier agente de ambas escalas que no estuviera suspendido de funciones y llevase más de dos años en su último destino. Además, se les exigía estar en posesión del carné de conducir y una altura mínima de 1,60 para mujeres y 1,65 para hombres. El GEO es una de las únicas tres unidades policiales que aún piden este requisito físico, después de que Interior lo eliminase el año pasado para facilitar el acceso de la mujer. Como aliciente, el puesto cuenta con un complemento específico de 8.594 euros al año. ”Cuando te presentas a las pruebas no lo haces por el dinero, es más un reto personal y profesional”, asegura un antiguo miembro del GEO, que pide mantener el anonimato.

Esta última convocatoria fue un éxito al concurrir 311 candidatos, frente a los 240 que lo hicieron en la anterior. A todos ellos se les sometió a tres exámenes sucesivos de carácter eliminatorio. El primero, para medir las aptitudes físicas de los candidatos, incluía a su vez cuatro pruebas: correr ocho kilómetros en menos de 38 minutos, nadar 50 metros en un tiempo inferior a los 40 segundos, ejecutar un salto vertical de un mínimo de 53 centímetros y realizar al menos 12 dominadas (levantar el cuerpo mientras se cuelga de una barra y superar esta con la barbilla). A diferencia de anteriores convocatorias, en esta ocasión Interior eliminó un circuito de velocidad-agilidad que los candidatos debían superar en no más de 11,2 segundos.

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No alcanzar cualquiera de las marcas mínimas o una puntación mínima aunque se superase la prueba suponía la exclusión del proceso, que es lo que ocurrió a las cuatro únicas mujeres candidatas. Los que sí lo lograron fueron sometidos a un segundo examen eliminatorio, un test psicotécnico con el que se pretende determinar si cuentan con las capacidades que exige esta especialidad policial. Los 184 que obtuvieron mayor nota entre este ejercicio y las pruebas físicas fueron sometidos a la tercera prueba, una entrevista personal, para “determinar la idoneidad o no del candidato para el desempeño de las funciones propias del puesto de trabajo”, según recogían las bases del concurso.

No obstante, superar las tres pruebas no aseguraba una plaza en el curso de especialización, ya que, por limitaciones logísticas, solo los 92 agentes con mejores puntuaciones fueron elegidos para realizarlo. El curso ―cuya dureza aparece reflejada en la serie documental GEO: Más allá del límite, estrenada por Amazon Prime en octubre de 2021― tuvo una duración de siete meses en el que se sometió a los agentes a ejercicios de elevada exigencia física y mental que incluían extenuantes ejercicios físicos, alteraciones del ciclo de sueño, ayunos o baños nocturnos en las frías aguas del río Tajo. “Son unos días que no se olvidan. Consigas o no convertirte en geo, te marcan”, señala el antiguo miembro de la unidad que reconoce la “especial exigencia” de las pruebas.

Al termino del periodo, 80 agentes habían quedado por el camino ―algunos, a los pocos días de iniciar el curso― y solo 12 lograron la ansiada boina roja que distingue el uniforme de los que integran la unidad de élite. Todos ellos se han comprometido a permanecer tres años en el grupo operativo del GEO, tiempo tras el que deberán volver a superar unas pruebas que les permitirán permanecer otros dos años. Y así, sucesivamente. “La pertenencia al GEO crea una hermandad entre sus integrantes para siempre”, recalca el antiguo miembro de la unidad, que perteneció a ella siete años.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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