Las muertes en accidentes de tráfico aumentan un 20% en verano

El verano es la época más peligrosa para conducir. Es la conclusión que arroja un estudio de la Fundación Línea Directa hecho público este martes, que señala la densidad de tráfico, las imprudencias de los conductores y la fatiga por la duración de los desplazamientos como las causas del aumento de mortalidad en carreteras en este periodo del año. El trabajo, elaborado con datos oficiales de la DGT y más de 1.700 encuestas, analiza los datos de la última década (entre 2012-2021) y concluye que cada día del verano murieron cinco personas en accidentes de tráfico, una tasa un 20,5% más alta que en periodos no vacacionales y sensiblemente superior a la de otros festivos.

Este verano se prevén 95 millones de desplazamientos de largo recorrido en las carreteras españolas, un 1,75% más que el año pasado, según ha informado la Dirección General de Tráfico (DGT). Estos viajes son especialmente críticos en términos de seguridad vial debido a que el calor, la fatiga, las distracciones, la densidad del tráfico, las imprudencias y los excesos de velocidad por querer llegar cuanto antes.

Casi tres de cada cuatro accidentes que se han registrado en últimos diez años, se han producido en periodos vacacionales. En este periodo también se han registrado 3.300 muertes en carretera y 234.000 lesionados en verano, según el estudio Ir y volver. Radiografía de los accidentes de tráfico en los desplazamientos de verano en España (2012-2021). El verano pasado murieron 225 personas en las carreteras, lo que supone 10 víctimas mortales más (4,65 %) que en 2019, año de referencia estadístico. Los desplazamientos también aumentaron un 2,42 % (+2,2 millones) con respecto al mismo periodo.

El accidente más frecuente en verano es la salida de la carretera. El director de la DGT, Pere Navarro, alertaba hace unos días en una conferencia en la que hizo balance de la legislatura que el 42% de los accidentes mortales en carretera se producen por este motivo. Y añadió que Tráfico está investigando si el accidente por salida de la vía tiene alguna relación con la somnolencia del conductor. “Siempre hemos puesto especial atención en las distracciones por mirar el móvil y en el consumo de alcohol, ahora también ponemos el foco en el sueño”, explicó Navarro.

Las colisiones frontales, los vuelos y los choques contra obstáculos también aumentan notablemente, según se desprende del estudio, que relaciona este tipo de accidentes con la fatiga y las distracciones en la conducción. Otro dato que aporta el informe es que el 65% de siniestros viales se produce en carreteras convencionales, donde en verano se produce un repunte de los accidentes. En 2022, este tipo de carreteras fueron, un año más, las que registraron más fallecidos: murieron 833 personas (73%) frente a 312 en autopistas y autovías.

Los accidentes mortales en verano suelen producirse cerca del destino, lo que podría estar causado no solo por el cansancio, sino también por cierta relajación del conductor al ver la proximidad de su llegada. Además, los hombres suelen verse más afectados por estos siniestros, con un incremento de frecuencia en las franjas de edad más jóvenes, especialmente de 18 a 29 años.

Otras conclusiones que arroja el estudio es que queda mucho por mejorar en términos de responsabilidad: el 61% de los encuestados admitió no seguir las recomendaciones de descanso, el 54% confesó superar los límites de velocidad camino de sus vacaciones y el 23% reconoció haber bebido alcohol durante los viajes de salida y retorno de verano.

Sumando los cuatro periodos vacacionales comunes a toda España (Semana Santa, verano, puente de diciembre y Navidad), los tramos de carretera con más fallecidos en la última década en este tipo de desplazamientos se sitúan en Tarragona, en la AP-7, (Km 320-334), en Burgos, en la antigua N-1 (km 254-278) y en Girona, en la C-33 (km 6-9). Por Comunidades Autónomas, las regiones con mayor número de tramos críticos durante las vacaciones son Cataluña, Andalucía, Castilla y León y Comunidad Valenciana. Las que tienen menos tramos de este tipo son Extremadura, Navarra y Murcia.