Cinco detenidos por secuestrar y apuñalar a un narco en una transacción de droga

Dos grupos de narcotraficantes quedaron el pasado mes de enero en un bar de Cártama (Málaga, 27.712 habitantes). Y lo que parecía una operación más de compraventa de hachís, como otras muchas que suceden en la Costa del Sol y sus alrededores, en realidad era una trampa para un ajuste de cuentas que terminó con uno de los narcotraficantes presentes semidesnudo, sin conciencia, y apuñalado tras recibir una paliza. La Guardia Civil ha detenido a cinco de los seis agresores que participaron en este hecho, que viajaron desde Melilla expresamente para acometer la agresión. Tres de ellos han sido arrestados en la ciudad norteafricana, uno en Málaga y otro en Barcelona. La operación continúa abierta porque hay una sexta persona en paradero desconocido.

La secuencia de los hechos arrancó en el bar de Cártama, pequeño y tranquilo municipio ubicado al oeste del área metropolitana de la ciudad de Málaga, y a unos 40 kilómetros de Marbella. En aquel lugar habían quedado algunos integrantes de dos grupos de narcotraficantes. A un lado, un hombre de nacionalidad portuguesa, acompañado de otro español, que habían viajado desde Badajoz para comprar hachís. Al otro, varios miembros de otro grupo criminal asentado en el litoral malagueño. Habían tenido una disputa económica por una transacción anterior, así que estos últimos elaboraron un plan para ajustar cuentas.

El primer paso ocurrió fuera del establecimiento. Mientras las partes conversaban en el interior del bar, uno de los narcos pinchó una de las ruedas del vehículo del que más tarde sería la víctima. Al finalizar la reunión, cuando fue a subirse al coche para dirigirse hasta el lugar donde estaba la droga que iba a adquirir, no pudo. Su acompañante comenzó entonces a hacer las gestiones para la reparación, y los miembros del otro grupo criminal se ofrecieron para llevarlo hasta el punto acordado. Consiguieron, así, que se subiera con ellos al coche en solitario.

Se desplazaron entonces hasta un sitio a las afueras del municipio, donde se encontraron con más personas pertenecientes al grupo de narcotraficantes. Allí, “sin mediar palabra, propinaron a la víctima numerosos golpes por todo el cuerpo, lo que le llevó a perder el conocimiento”, según ha explicado la Guardia Civil en un comunicado. Tras la paliza, lo dejaron semidesnudo, le robaron el móvil y los 600 euros que llevaba en metálico. Luego, uno de los agresores le apuñaló, dejándolo “gravemente” herido en el suelo. Lo abandonaron en aquel lugar y huyeron inmediatamente.

Fue el momento en el que llamaron a su acompañante, que seguía reparando el neumático, al que solicitaron 18.000 euros a cambio de entregar con vida a su amigo. Asustado, el hombre acudió al cuartel de la Guardia Civil a denunciar el secuestro. Comenzó entonces la denominada operación Conese, que permitió tanto salvar la vida de la víctima como conocer que los agresores habían viajado desde Melilla expresamente para ejecutar la acción criminal y que el motivo estaba relacionado con una transacción anterior que los mismos protagonistas habían mantenido con anterioridad.

Durante la investigación, los agentes pudieron averiguar quiénes habían sido los responsables y, más tarde, localizarlos. Finalmente, han sido arrestados tres personas en Melilla, uno en Málaga y otro en Barcelona. Hay un sexto implicado que está en paradero desconocido y al que los miembros de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, responsables del caso, siguen buscando. Las cinco personas detenidas tienen entre 19 y 31 años y se les considera autores de los delitos de detención ilegal, lesiones con arma blanca y robo con violencia. Ya han sido puestos a disposición judicial.