Navarra lanza el primer mapa solar autonómico para que vecinos y empresas conozcan el potencial fotovoltaico de cada edificio
La herramienta interactiva se ha diseñado tras analizar más de nueve millones de sensores colocados en las cubiertas de todo el territorio navarro
Navarra ha creado una herramienta interactiva que permite conocer el potencial solar, tanto de energía fotovoltaica como térmica, que tiene una cubierta si se instalan paneles solares en ella. Basta con indicar una dirección en el buscador y se muestra el mapa de calor. El proyecto ha sido impulsado entre el Gobierno foral –por iniciativa de una enmienda parlamentaria de EH Bildu-, la empresa pública Nasuvinsa-Lursarea, la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y el Centro de Supercomputación de la entidad pública Nasertic. Es una de las medidas destinadas a impulsar el autoconsumo en una comunidad que cuenta con 6.256 instalaciones de este tipo, de las que el 75% son de energía solar.
La directora general de Industria, Energía y Proyectos Estratégicos S4, Uxue Itoiz, detalla que, mientras que en 2020 Navarra tenía 31 megavatios (MW) de potencia instalada, actualmente la cifra se eleva a 108, suficiente para abastecer a unos 43.000 hogares. Es decir, en dos años la Comunidad foral ha triplicado la capacidad de producción. El objetivo es mucho más ambicioso: llegar a los 1.000 MW en 2027. “El crecimiento es tan sumamente exponencial que, viendo las demandas, creemos que podemos llegar”, apunta Itoiz. Otro de los objetivos que se plantean es la creación de comunidades energéticas por todo el territorio. De hecho, está previsto que en pocos meses comience a funcionar una en Lekunberri, en la que participarán 17 empresas, con una inversión prevista de cuatro millones de euros y una producción estimada de 3,7 MW anuales.
Señala Itoiz que el mapa solar es una herramienta muy útil para comprobar las posibilidades que hay de crear una comunidad energética. Puede ocurrir, pone como ejemplo, que la cubierta de un edificio de viviendas tenga poca superficie y sea insuficiente para abastecer a todos los vecinos, pero que el edificio de enfrente tenga una cubierta enorme y poco consumo. Es el caso, por ejemplo, del instituto y el centro de salud del barrio pamplonés de Iturrama. Durante el verano, cuando el centro escolar está cerrado, la energía que produce la instalación de su cubierta abastece al sanitario. Las condiciones para constituir las comunidades energéticas son varias. Entre ellas, destaca la obligación de “constituirse de forma legal –como asociación o cooperativa, por ejemplo-, establecer los repartos de consumo, hacer un proceso participativo y establecer la libertad de entrar y salir de la comunidad cuando se quiera”.
Para realizar las instalaciones, el Ejecutivo navarro subvenciona hasta un 65% de los costes, gracias a los fondos europeos. No obstante, el aluvión inicial de solicitudes agotó la primera bolsa de ayudas –a finales de 2022 llegaron más fondos-, por lo que se generó un cuello de botella importante que ha provocado que todavía hoy haya personas que no han recibido el dinero. No obstante, se ha normalizado la situación, asevera Itoiz: “De momento tenemos fondos y tenemos previsión de poder ampliarlos”. A las subvenciones se suman las deducciones fiscales que, detalla Itoiz, pueden llegar a ser del 30%. Junto con el mapa solar, se ha incluido una guía que resume los pasos que hay que seguir para instalar los paneles solares y solicitar las ayudas al autoconsumo y el almacenamiento. Además, en los últimos años se ha agilizado la normativa que regula las instalaciones.
El responsable del Observatorio Territorial de Navarra de Nasuvinsa-Lursarea, Xabier Velasco, está detrás del proyecto del mapa solar. El funcionamiento es sencillo: se incluye la dirección deseada en el motor de búsqueda, se selecciona la cubierta y se obtienen datos como la superficie útil de instalación, así como otros indicadores energéticos como la producción anual estimada, el ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero, el coste medio de la inversión y de su mantenimiento anual y la estimación de ahorro económico en la factura de la luz o el gas. La herramienta proporciona el cálculo diferenciado entre la instalación de placas fotovoltaicas –para producir electricidad- y las térmicas -para calentar el agua-.
Supercomputación para tratar los datos
Para obtener estos datos, señala Velasco, se ha realizado un despliegue importante de recursos. Aplicando la metodología diseñada por la Universidad Pública de Navarra, se analizaron los datos de más de nueve millones de sensores en las cubiertas de los edificios: “En cada cubierta, se han generado puntos cada dos metros y en cada uno de ellos se ha analizado el horizonte visible del recorrido del sol. Se ha calculado dónde hay obstrucciones y luego, con datos meteorológicos, se ha estimado la irradiancia total anual en ese punto”. En definitiva, han calculado cuántas horas de sol recibe al año un sensor ubicado en un lugar y con una orientación determinada. La ingente cantidad de datos obtenidos ha hecho necesaria la intervención de Centro de Supercomputación de Nasertic. “Hemos procesado 20 bloques, 20 puntos, en paralelo. Ha sido como tener 20 ordenadores en red procesando los datos al mismo tiempo”, explica Velasco.
Las potencias obtenidas se sitúan en un rango de entre los 155 y los 333 kilovatios/hora por metro cuadrado. En la zona norte de Navarra los tejados aparecen en el mapa más amarillento (menos potencia), mientras que en el sur, donde el grado de insolación es más elevado, las cubiertas son de color naranja o rojo. En cualquier caso, subraya Itoiz, “aunque el tejado sea amarillo, siempre tienes potencial solar”.
Todo ello se ha plasmado en la herramienta interactiva en la que, además, se han introducido las limitaciones del terreno y de la normativa vigente, que impide la instalación de paneles solares sobre Bienes de Interés Cultural (BIC). Esta circunstancia y la construcción y destrucción continua de inmuebles obliga a actualizar el mapa de manera periódica.
Por ahora, ninguna institución de fuera de Navarra se ha puesto en contacto con las entidades participantes para interesarse por la herramienta. De hacerlo, asegura Velasco, podrían aplicarla en sus territorios sin problemas: “Es replicable en cualquier región, siempre y cuando se tengan datos climáticos, el modelo digital de elevaciones, información sobre las edificaciones y los bienes de interés cultural (BIC)”.
De cara al futuro, Navarra trabaja en otras iniciativas como la cobertura de parques infantiles o de aparcamientos con pérgolas de paneles solares. Además, el Ejecutivo foral está en plena tramitación de un proyecto pionero a nivel internacional: la cobertura con placas fotovoltaicas del Canal de Navarra, una obra hidráulica que aún no se ha completado y que lleva el agua del río Irati a las zonas central y meridional de la comunidad. “Con este proyecto piloto se va a abastecer de energía a la mitad de las instalaciones del Gobierno de Navarra”, detalla Velasco. La premisa sigue siendo rentabilizar al máximo los espacios humanizados para reducir el impacto medioambiental.
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