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Juicio por el crimen de Lardero: el pequeño Álex sufrió una agresión sexual y una muerte “extremadamente violentas”

El agente que ha dirigido la investigación detalla que se encontraron muestras de sangre del menor en la ropa y el calzado del acusado

El acusado Francisco Javier Almeida (derecha) asiste a la segunda sesión del juicio con jurado por el crimen de Lardero (La Rioja).Foto: RAQUEL MANZANARES
Mikel Ormazabal

El acusado del crimen de Lardero (La Rioja), Francisco Javier Almeida, violó al pequeño Álex, de nueve años de edad, y después le dio muerte de una manera “extremadamente violenta”. Actuó usando la fuerza, teniendo siempre dominado al pequeño y sin que este tuviese “posibilidad alguna de defensa”, según ha testificado este martes el agente de la Policía Judicial que dirigió la investigación de los hechos ocurridos el 28 de octubre de 2021 en la localidad riojana. Todo sucedió en un lapso de unos 15 minutos, dentro de la habitación del presunto asesino. Primero agredió sexualmente al menor y acto seguido lo mató por estrangulamiento, ha precisado el oficial a partir de los testimonios de testigos, las evidencias encontradas en el escenario del crimen y las muestras biológicas tomadas al acusado y a su víctima. Un policía que ha prestado testimonio ha señalado que la muerte del niño fue “extremadamente violenta” y que sufrió una agresión sexual “todavía más” violenta.

El máximo responsable de la investigación, el teniente de la Guardia Civil responsable del Grupo de Delitos contra las Personas, ha asegurado que existió “contacto físico” entre el enjuiciado y el menor. Durante las investigaciones se encontraron muestras de sangre de Álex en la bata que llevaba y también en el pantalón y en la zapatilla izquierda del acusado. Además, se obtuvo material genético de Almeida en las uñas de ocho de los 10 dedos del menor, así como restos orgánicos de este. El cuerpo del menor presentaba heridas en la boca, un hematoma en el pómulo derecho, “señales muy nítidas” de que había sido atacado en el cuello y otro hematoma en la espalda.

Estas evidencias, junto con los dictámenes de los médicos forenses y de los especialistas en criminalística, han llevado al miembro de la unidad orgánica de la Policía Judicial a concluir que Álex sufrió una agresión sexual y posteriormente murió “por estrangulamiento”. El niño se encontraba “encerrado en una habitación, sin ninguna capacidad de defensa, sin capacidad de pedir auxilio”, completamente “a merced” del acusado, según ha manifestado el agente. De haberse producido primero la muerte, según ha explicado, el niño no presentaría hematomas en su cuerpo, ni habría material genético del atacante en las uñas.

La reconstrucción del crimen, llevada a cabo a partir de la investigación policial, sitúa el inicio de los hechos a las 20.07 del 28 de octubre de 2021. A esa hora, el vídeo de las cámaras de seguridad del portal muestra el momento en que Almeida sale del edificio donde vive y se dirige en dirección al parque infantil situado a unos 50 metros de la casa. De acuerdo con el relato ofrecido por el teniente de la Guardia Civil, respaldado por los testimonios que han ofrecido varios testigos, el hombre al que se juzga se sentó en un banco del parque y seleccionó a la víctima “más vulnerable”. Acudió a él y le convenció para que le acompañase hasta su casa. Dio indicaciones al pequeño para que subiera las escaleras mientras él optó por hacerlo desde el ascensor.

Álex entró por su propio pie en el domicilio de Almeida y ambos se dirigieron al dormitorio. A esta conclusión se llega por las huellas que dejaron en el suelo los zapatos de ambos. En ese momento, el niño “no era consciente del peligro” que le acechaba. Los delitos se produjeron dentro de la habitación, primero la agresión sexual y acto seguido la muerte por estrangulamiento. Después, Almeida vistió “precipitadamente” a su presa (no le puso uno de los pantalones que llevaba) y salió de casa con el cadáver en brazos y la bragueta desabrochada. La policía le sorprendió in fraganti en la segunda planta y fue inmediatamente detenido.

El fiscal y las acusaciones particular, ejercida por la familia de Álex, y la popular, representada por la Asociación Clara Campoamor, solicitan al jurado popular que declare a Almeida culpable de los delitos de agresión sexual y asesinato y que el tribunal le condene a la pena máxima de prisión permanente revisable. La defensa pide su absolución, ya que niega la implicación del procesado en los hechos.

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El enjuiciado afirmó en la primera sesión del juicio que ese día había bebido “un montón” de cerveza que tenía en su casa. Al agente se le ha mostrado una fotografía donde se observan las cinco litronas que Almeida tenía en su cocina. Al ampliarse la imagen se puede apreciar, según ha indicado el agente, que cuatro de las botellas tenían los tapones colocados y “estaban llenas”. También ha recordado que en las imágenes captadas por cámaras de seguridad no se aprecia que Almeida deambulara y que tras su detención “atendió a todas las indicaciones” de los policías. “No tenía olor a alcohol”, ha remarcado.

Un miembro del jurado ha preguntado por escrito al agente de la Policía Judicial si el detenido mostró algún signo de arrepentimiento tras su arresto: “Ninguno”, ha respondido tajante.


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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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