Feijóo exige a Sánchez renunciar a la reforma de la sedición y restituir el delito de referéndum ilegal para renovar el Poder Judicial

Alberto Núñez Feijóo ofrece una salida pactada, pero muy condicionada, a Pedro Sánchez para la crisis institucional provocada por la paralización en el Constitucional de la votación de su propia renovación en el Senado. El líder del PP ha propuesto este martes al presidente del Gobierno “una alternativa constitucionalista” para esta situación que pasa por un acuerdo entre los dos grandes partidos para la reforma del Código Penal y la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ahora bien, siempre que se cumplan las exigencias del PP. En primer lugar, que Sánchez renuncie a su reforma del delito de sedición y malversación ―que ya ha sido aprobada en el Congreso y está pendiente de la votación en el Senado el jueves― y que acepte restituir, en su lugar, el delito de convocatoria de referéndum ilegal. Pero, además, el presidente debería aceptar también un cambio en el método de elección de los vocales del CGPJ para que “los jueces elijan a los jueces”, un modelo al que siempre se ha opuesto el Gobierno. “De no ser así, la otra salida es la celebración de elecciones”, ha manifestado Feijóo, consciente de que su oferta lleva tantas condiciones que tiene pocos visos de prosperar.

El líder del PP ha comparecido tras la decisión inédita del Tribunal Constitucional, según la cual no se podrá votar la reforma del tribunal de garantías en el Senado, gracias a un recurso del PP. Los populares están ufanos ante su victoria política ante el Gobierno, aunque al mismo tiempo en la dirección preocupa que la tensión excesiva aparte a los ciudadanos de la política y beneficie a Vox. Por eso, Feijóo ha pedido, como primera medida, que se rebaje la “escalada verbal”, a pesar de que el PP y él mismo llevan semanas en un crescendo de acusaciones hacia el presidente, a quien el propio Feijóo ha calificado de “cacique”. El lunes, en la Junta Directiva Nacional del PP, algunos barones como el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, defendieron que “el Gobierno está dando pasos hacia una república bolivariana”.

Feijóo ha afirmado que España vive una “crisis institucional” que atribuye a dos causas, ninguna de ellas que el PP lleve bloqueando la renovación del Poder Judicial desde hace cuatro años. En su opinión, la crisis tiene su origen en la “escalada verbal sin precedentes” y en “una concatenación de cesiones a los independentistas”.

El líder de la oposición ha defendido la decisión del Tribunal Constitucional, que en su opinión no ha hurtado el debate parlamentario, sino al contrario, “ha venido a garantizarlo”. “Ha dicho que esa votación se haga con arreglo a la Constitución. Y punto”, ha remarcado Feijóo.“Sánchez y los suyos presentan como un ataque al Parlamentro lo que en realidad es una defensa del Parlamento”, se ha quejado. “Por muy Pedro Sánchez que se sea, no se puede pasar por encima de las leyes, de la Constitución y de la democracia”, ha enfatizado el jefe de los conservadores. “Tenemos una Constitución que nos protege hasta de nuestro propio Gobierno si hace falta”. El líder del PP ha puesto el acento también en que el Gobierno haya convertido en “noticiable” que vayan a acatar la sentencia del tribunal de garantías. “¿Podrían no acatarla? El presidente está trasladando a la política nacional actitudes del proceso independentista”, ha acusado a Sánchez.

La solución a esta crisis, según el líder del PP, es que los dos grandes partidos lleguen a un acuerdo sobre “las decisiones que afectan al Estado”. “Cada vez que la democracia ha estado amenazada, los grandes partidos optamos por darnos la mano y abrazar la ley”, ha ejemplificado. No obstante, su oferta de pacto al PSOE está llena de condicionantes: que los socialistas renuncien a su reforma del Código Penal, que asuman la restitución del delito de referéndum ilegal y que acepten cambiar el método de elección de los vocales del Poder Judicial para que los jueces elijan a los jueces sin la participación del Parlamento.

Feijóo vincula, por tanto, la obligación de renovar el CGPJ con la reforma del Código Penal, que debe ser bajo el criterio del PP. “Hay una doble propuesta. La conoce el presidente. Si lo que queremos es hacer una nueva ley orgánica del Poder Judicial y profundizar en la independencia de los jueces, es incompatible con la politización del Código Penal y con la ruptura y anulación de las sentencias del Tribunal Supremo en sedición y malversación”, ha argumentado para vincular ambos asuntos. La oferta con tantas exigencias pone muy difícil cualquier acuerdo, pero sobre todo se trataba de tender la mano y aparecer como un líder que no se cierra al pacto. Fuentes populares afirman respecto a la proposición de ley conjunta y urgente que impulsan los socios del Gobierno de coalición con sus aliados parlamentarios no será recurrida por la formación de Feijóo ante el Constitucional.