Francisco Igea exige la dimisión del presidente de las Cortes de Castilla y León por “difamación”

El exvicepresidente del Gobierno de Castilla y León y actualmente único procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, ha exigido este jueves la dimisión del presidente de las Cortes autonómicas, Carlos Pollán (Vox), porque considera que este alto cargo institucional, que debería ser neutral, ha contribuido a hacer circular una “difamación”. Pollán ha redifundido en Twitter un mensaje del parlamentario de extrema derecha David Hierro que aludía a una causa judicial por la que Igea quedó absuelto hace tres años. La disputa llega dos días después de que el sucesor de Igea en el Gobierno regional, Juan García-Gallardo (Vox), le llamara “imbécil” mientras el representante de Ciudadanos lo interpelaba desde el estrado del hemiciclo, sin que el propio Pollán reprendiera a su compañero de partido por el insulto.

Igea ha dado 24 horas al presidente de la Cámara para presentar su dimisión o, en caso contrario, ha dicho, llevará el asunto a los tribunales. El tuit escrito por Hierro incluye una foto del dirigente de Ciudadanos sentado en el juzgado y dice así: “No estaba esperando que le sacaran a bailar, estaba en el banquillo de los acusados por una denuncia de amenazas a uno de sus militantes”. El también portavoz parlamentario de Vox remata su mensaje, escrito el miércoles por la tarde, con un “Exvicepresidente macarra”.

Hierro respondía a otro tuit de Igea en el que este censuraba que García-Gallardo, que le había insultado en la sesión del martes, no hubiera pedido disculpas: “Un caballero puede equivocarse, pero debería rectificar. Un presidente que tuviera dignidad afearía su comportamiento. Ni nuestro vicepresidente es un caballero ni Mañueco conoce el significado de la palabra dignidad. Un gobierno macarra”, escribió Igea. Estas polémicas se están produciendo ante el silencio del presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco (PP), coaligado con Vox para seguir en el cargo tras las elecciones del pasado febrero, convocadas después de echar del Gobierno a Ciudadanos. García-Gallardo, lejos de disculparse tras llamar imbécil a Igea, añadió el martes ante la protesta de este: “Y presunto delincuente también”.

El exvicepresidente de la Junta ha afirmado este jueves que, más allá del ruido de esta semana, “lo más grave sucedió ayer [miércoles] por la tarde”, cuando David Hierro colgó “la fotografía de un inocente”. Igea ha insistido en que la imagen no recogía que la sentencia, que fue absolutoria, hablaba incluso de “intereses espurios” en la denuncia; y ha reprochado que “el hombre que debe velar por el buen funcionamiento de las instituciones [Pollán]” haya retuiteado a Hierro: “Será el juzgado quien decida si es difamatorio. Yo respeto la presunción de inocencia pero voy a defender mi inocencia”, ha dicho. La denuncia, que se presentaría en un juzgado de guardia para que la autoridad judicial decida si al tratarse de aforados debe elevarse al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, incluiría tanto a Hierro como a Pollán por esa supuesta difamación. “Si Carlos Pollán no renuncia de inmediato, en 24 horas, reclamaré mi derecho al honor en los tribunales. Ha demostrado que no está capacitado para mantener la neutralidad exigible a un presidente de las Cortes”, ha zanjado Igea. “La persecución y la campaña de insultos y difamación es intolerable”, ha añadido el procurador. “Lo preocupante es que es el estilo Mañueco y estilo Feijóo [Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP]”.

Este episodio se suma a los momentos de crispación vividos en la segunda sesión parlamentaria tras el verano. Tras el insulto de García-Gallardo a Igea del martes, el miércoles Pablo Fernández, de Unidas Podemos, se enzarzó desde la tribuna con el portavoz del PP, Raúl de la Hoz, después de que este le interrumpiera reiteradamente. El vicepresidente de la Cámara, Francisco Vázquez (PP), que no cortó los comentarios contra Fernández, dijo: “Estoy por suspender la sesión y que se jodan”. Finalmente ordenó 15 minutos de receso para que se tranquilizaran los ánimos.