El Ejército del Aire pasa a llamarse también “y del Espacio”

El Ejército del Aire pasará a denominarse Ejército del Aire y del Espacio, según un decreto aprobado este lunes por el Consejo de Ministros. El Gobierno justifica el cambio de denominación por “la importancia creciente del espacio ultraterrestre” y la necesidad de que las Fuerzas Armadas, a través del Ejército del Aire, sean capaces de “monitorizar el espacio, garantizando su seguridad y libertad de actuación en pro de los intereses nacionales, lo que exigirá el desarrollo y la potenciación progresiva de los sistemas espaciales”.

La necesidad de proteger los sistemas de comunicación y observación de la tierra por satélite o los sistemas de geolocalización (como GPS y Galileo), los posibles daños provocados por la proliferación de la basura espacial, los meteoritos y las tormentas solares; o la posibilidad de emplazar armas agresivas en el espacio son, según los expertos, algunos de los riesgos que llevaron a Estados Unidos a crear en 2019 su Fuerza Espacial; mientras que Francia, como España, optó en 2020 por cambiarle el nombre a su Fuerza Aérea y rebautizarla como Ejército del Aire y del Espacio.

El Ejército del Aire español ya creó en 2018 un Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE), responsable de operar del primer radar español de vigilancia del espacio (S3TSR), ubicado en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla). Una de sus misiones es elaborar un catálogo actualizado de objetos en órbita, para lo que el Ejército del Aire trabaja en coordinación con el Centro Español de Operaciones de Vigilancia y Segumiento Espacial S3TOC, una agencia civil con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), y cuenta con un acuerdo con Estados Unidos que le permite acceder al inventario NORAD de la NASA. Además, en 2019 se aprobó la Estrategia Nacional de Seguridad Aeroespacial.

El Ejército del Aire no es el primero que cambia de nombre en las Fuerzas Armadas españolas. En marzo pasado, el jefe de la Armada, almirante general Antonio Martorell, dictó una orden para abandonar la denominación Armada española y volver a la tradicional Armada, a secas, que es la que figura en la Constitución.