La alusión de Sánchez a los “piolines” en Cataluña irrita a los sindicatos policiales y la derecha
Grande-Marlaska asegura que el presidente no se refería a los agentes desplegados para frenar el referéndum del 1-O, sino al envío de barcos para alojarlos
“La diferencia entre nosotros es que ustedes mandaban piolines y con nosotros juega la selección española [de fútbol] en Cataluña sin ningún tipo de problema o de polémica”. Esta frase, con la que el presidente Pedro Sánchez, ha defendido este miércoles la gestión del Gobierno en Cataluña ante la portavoz del PP, Cuca Gamarra, durante la sesión de control en el Congreso, ha provocado una lluvia de críticas de las principales sindicatos policiales y de la oposición parlamentaria. Todos ellos consideran que Sánchez ha utilizado la referencia al personaje de dibujos animados para llamar de modo despectivo a los 10.000 policías y guardias civiles que, entre octubre y diciembre de 2017, fueron desplazados en diferentes fases a Cataluña para hacer frente al desafío independentista que supuso el referéndum ilegal del 1-O.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha detallado posteriormente que Sánchez no se refería a los agentes, sino a los tres barcos ―uno de ellos con Piolín y otros personajes infantiles dibujados en su casco― que el ejecutivo de Mariano Rajoy envió para alojarlos. “Lo que ha dicho el presidente del Gobierno es que ustedes llevaron en condiciones indignas a Cataluña a nuestra Policía y nuestra Guardia Civil”, ha señalado Grande-Marlaska. Las explicaciones, sin embargo, no han convencido a Justicia Policial (Jupol, el sindicato mayoritario y fuertemente enfrentado al Gobierno), que en su perfil de la red social Twitter ha llamado al presidente “sinvergüenza” por esas palabras. “No se puede referir a los garantes del Estado de Derecho y la Constitución como piolines”, han señalado.
En un posterior comunicado, Jupol ha calificado de “inadmisibles” las palabras del presidente y su secretario general, Aarón Rivero, ha considerado “inconcebible la falta de respeto continuado que se muestra desde este Gobierno hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. En la misma línea se ha manifestado Justicia Guardia Civil (Jucil), la asociación mayoritaria entre los agentes del instituto armado y, como Jupol, surgida de la plataforma Justicia Salarial Policial (Jusapol). Su portavoz, Gustavo Leal, ha recordado que piolines era el término con el que los independentistas se refirieron a los agentes desplegados entonces para evitar la celebración del referéndum del 1-O. “Hay un déficit de respeto a todos los compañeros que estuvieron en Cataluña para preservar la Constitución”, ha añadido Leal. Jupol y Jucil lideran las protestas policiales contra la reforma de la ley de seguridad ciudadana ―la conocida como ley mordaza― que sacó a las calles en Madrid a 20.000 personas el pasado 27 de noviembre. Además, Jupol enconó este martes aún más su enfrentamiento con el Gobierno al declararse en conflicto colectivo ante Interior.
“Bochornosa humillación”
Adolfo Medina, presidente del Sindicato Profesional de Policía (SPP, mayoritario en la escala de mando), también ha cargado contra Sánchez: “Cuando el presidente de un gobierno se refiere despectivamente a la policía que vela por los derechos de todos los ciudadanos, queda retratado como presidente y como persona”. Más cauto se ha mostrado el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que en Twitter se ha limitado a recordar a Sánchez que los agentes que se desplazaron a Cataluña lo hicieron para “defender el orden constitucional”. “Dejen de usarnos en sus luchas políticas, ya que bastante duro fue la situación que vivieron nuestros compañeros en Cataluña con agresiones violentas y el alojamiento penoso que tuvieron que sufrir”, han añadido en referencia, precisamente, a los barcos en los que se alojaron y de los que los sindicatos policiales criticaron el estado de los camarotes y la comida que se les servía. El portavoz del sindicato, Carlos Morales, ha pedido a Sánchez que aclare de una vez si con el término piolines “se refería a la policía o a los barcos”.
Por su parte, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha calificado de “bochornosa humillación” las palabras de Sánchez y ha exigido en un tuit una “rectificación inmediata y explicaciones”. Su portavoz, Pedro Carmona, ha considerado “desafortunadas” sus palabras, al considerar que “un presidente del Gobierno debe velar por las instituciones del Estado” y no dirigirse “de forma despectiva hacia las Fuerzas de Seguridad”.
En el Congreso, PP y Ciudadanos se han sumado a las críticas de los agentes. Así, la diputada popular Ana Belén Vázquez, en su turno de preguntas a Grande-Marlaska, ha pedido a este que desautorizara al presidente por sus palabras. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, también ha afeado la intervención de Sánchez al plantear una cuestión al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños: “Lávense la boca antes de hablar así a los policías que nos defendieron en 2017″, ha dicho. También se ha sumado a las críticas el europarlamentario del PP Juan Ignacio Zoido, que ocupaba el cargo de ministro del Interior cuando se hizo el despliegue policial en Cataluña.
El Gobierno de Mariano Rajoy gastó 87 millones de euros en el despliegue policial en Cataluña para hacer frente al referéndum de octubre 2017, según detalló en el Senado en enero del año siguiente el entonces ministro Zoido. De esa cantidad, la mayor parte, 26,6 millones, se destinaron al alquiler, mantenimiento y manutención de los tres barcos tipo crucero ―el Azurra, el Rhapsody y el Moby Dada, conocido este último como El Piolín por el dibujo de su casco―, sus tripulaciones y ocupantes durante los casi dos meses que duró el despliegue.
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