Aguirre: “La clave para mí es que tú no pidas diligencias”; Villarejo: “Confía”
La expresidenta madrileña pidió ayuda al comisario de policía para que se archivara la causa abierta contra ella por darse a la fuga tras aparcar indebidamente en la Gran Vía de la capital
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre aparcó su coche el 3 de marzo de 2014 en el carril bus de la Gran Vía para sacar dinero de un cajero próximo. Dos agentes de movilidad de la Policía Municipal la intentaron multar, pero Aguirre arrancó su vehículo, golpeó la moto de uno de los agentes y huyó hacia su casa.
Los agentes denunciaron los hechos y se abrió una causa en un juzgado de Plaza de Castilla. El juez rechazó investigar por un delito penal a la expresidenta, pero la Audiencia Provincial lo corrigió tras un recurso presentado por la asociación Transparencia y Justicia, que ejercía la acusación popular. Ese recurso obligó a investigar a Aguirre por desobediencia. La expresidenta, que había dejado su cargo dos años antes, aspiraba entonces a la alcaldía de Madrid, pero su partido aún no la había designado candidata y ella cargaba con el peso de la sospecha por su imputación tras el incidente de tráfico en Gran Vía.
Aguirre se reunió el 11 de septiembre de 2014 con el dueño de la asociación Transparencia y Justicia, el comisario José Manuel Villarejo, gracias a la mediación de José Luis González Armengol, que había sido juez decano de Plaza de Castilla hasta junio. Aquella reunión, grabada por el policía, forma parte del material incautado a Villarejo en el curso de la Operación Tándem. Aguirre le pidió al comisario que dejase morir el caso sin reclamar diligencias nuevas para de esa manera evitar el riesgo de acabar en el banquillo. Villarejo aceptó retirarse de la causa, según se desprende de la conversación que hoy publica EL PAÍS y el diario digital Fuentes Informadas.
El comisario explica en la conversación que es la dirección nacional del PP quien le ha pedido que “baje los humos” a Aguirre y la presione en la causa judicial. Pero pese a ello, Villarejo se compromete a retirarse de todo el proceso, aunque el PP lo fuerce para que siga adelante contra la expresidenta.
La Audiencia Provincial de Madrid decidió finalmente instruir como falta, y no como delito, la fuga al volante de Aguirre el 3 de abril de 2014 por el centro de la capital. Villarejo no volvió a recurrir esa decisión y despidió al abogado que representaba a su asociación, quien había redactado el primer recurso para que el asunto se instruyese por desobediencia. Aunque la expresidenta todavía podía ser juzgada por una simple falta, la reforma del Código Penal las suprimió por lo que el caso fue archivado definitivamente y Aguirre se presentó libre de culpa a las elecciones de mayo de 2015 a la alcaldía de Madrid. No logró mayoría suficiente y, por primera vez en los últimos 24 años, el PP perdió el Gobierno de la capital.
Aguirre admitió el lunes a EL PAÍS que se reunió con Villarejo, pero no recordaba algunos aspectos de la conversación que mantuvo con el comisario, como que fue ella quien le solicitó al comisario que no pidiera más diligencias. “Yo no sabía lo que eran las diligencias entonces y sigo sin saberlo ahora. Lo que si sé es que él me dijo que no iba a pedir más diligencias. ¿Eso no está en la grabación? Yo sabía lo que me dijo Armengol que tenía que pedirle (...). Villarejo me citó en el hotel Santo Mauro, en una terraza, a esa reunión fui porque él se lo había pedido a Armengol”, declaró.