Vox trabajará desde el Gobierno de Castilla y León contra la ley de violencia de género y el decreto de memoria
Abascal amenaza al PP con romper la coalición en cualquier momento si no aprecia un “cambio de rumbo”
El PP y Vox avanzan hacia la formación definitiva del Gobierno de Castilla y León tras su pacto en las Cortes y en la Junta. La extrema derecha de Juan García-Gallardo dispondrá de tres consejerías, cuyo reparto aún se está cerrando, y está previsto que el pleno de investidura se celebre a finales de esta semana o principios de la siguiente, según fuentes del PP. El presidente de Vox, Santiago Abascal, que ha comandado la campaña y las negociaciones, ha evitado este martes anunciar el reparto, pero sí ha advertido a sus socios de que el partido seguirá exigiendo que ”no se hable de violencia de género” y que se derogue el decreto autonómico de memoria histórica, a pesar de que el pacto suscrito con el PP no recoge ninguna de esas dos cosas. Y ha deslizado que contemplaría incluso abandonar el Ejecutivo (dejando en minoría a los populares) si no se produce un “cambio de rumbo”.
El dirigente ultra ha afirmado en una entrevista en esRadio, adonde Abascal acude con frecuencia al programa de Federico Jiménez Losantos, que esos dos ejes de su programa político seguirán en la agenda, algo que choca con la postura que ha mantenido quien renovará como próximo presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, gracias a los votos ultras.
“Vamos a hacer todo lo posible para que se hable de violencia intrafamiliar y no violencia de género, para que no se criminalice a los hombres, no haya ninguna discriminación para las ayudas de las víctimas de violencia intrafamiliar y haremos todo lo posible por derogar la legislación ideológica izquierdista sobre memoria histórica”, ha manifestado el entrevistado, que ha avisado al Partido Popular: “Si el PP incumple flagrantemente los acuerdos con Vox o dentro de unos meses se ve que el acuerdo es inútil para un cambio de rumbo, no nos temblará el pulso al abandonar el Gobierno si es ineficaz para nuestros electores”. Los acuerdos entre PP y Vox no incluyen la derogación de esas dos normativas.
Mañueco ha insistido en que no se dará “ni un paso atrás” en igualdad y ha señalado rotundamente que el decreto autonómico de memoria histórica, en una comunidad con más de 500 fosas comunes localizadas, seguirá vigente. Mañueco se ha enfrentado a las críticas y a las incesantes preguntas de los medios de comunicación por haber aceptado la “ley de violencia intrafamiliar”, la alternativa de los de Abascal a cualquier planteamiento que sirva para combatir la violencia machista. Esa expresión recoge el discurso de Vox contra el concepto de violencia machista, aunque ha prometido que no supondrá desprotección hacia las mujeres pese a comparar estas agresiones, que desde 2003 han causado más de 1.100 muertes femeninas, con otras del ámbito del hogar.
Santiago Abascal ha prometido a sus aliados que harán “todo lo posible para que se hable de violencia intrafamiliar y no de violencia de género, no criminalizar a los hombres, y que no haya discriminaciones en la ayuda a las víctimas de violencia intrafamiliar”. “Haremos todo lo posible por derogar la legislación ideológica izquierdista sobre memoria histórica”, ha garantizado, sin que les apure romper con el PP si se incumple “flagrantemente” lo suscrito.
Abascal ha reconocido que Mañueco “ha tenido un buen tono” para dirimir el reparto de cargos y propiciar así una negociación “sencilla”. “El PP estaba confundido porque pensaba que íbamos con un tira y afloja”, ha añadido, reiterando la consigna de su partido en la búsqueda de un trato con la formación que ahora va a liderar Alberto Núñez Feijóo: obtener los mismos puestos en el Gobierno regional que los que obtuvo Ciudadanos en 2019 (tres consejerías y la vicepresidencia) y la presidencia de las Cortes al haber tenido 13 procuradores contra los 12 de Cs (por 31 del PP).
“Vox ha hecho lo correcto en Castilla y León”, ha afirmado Abascal, que ha evitado decir qué cargos ocuparán los suyos a falta de “cerrar flecos” en las atribuciones del Gobierno y del programa. García-Gallardo sí admitió la semana pasada que Agricultura y Ganadería se encontraba entre las grandes aspiraciones de su partido: “No queremos que Mañueco conozca los cargos por los periódicos”.
El pacto de Castilla y León es piso piloto para el futuro de EspañaSantiago Abascal, líder de Vox
Abascal ha tildado la alianza en Castilla y León, que supone crear el primer Ejecutivo con Vox en una comunidad autónoma, como el “piso piloto para el futuro de España; esperamos acertar en las personas y en las políticas”. Abascal, que confía en reeditar estos acuerdos con el PP en otros territorios, ha negado que la entrada de Vox en un Gobierno autonómico suponga un riesgo para la formación, que carece de experiencia en gestión administrativa. “El riesgo es tener malos resultados”, ha aclarado, y ha asumido que el crecimiento exponencial del partido ultra le ha sorprendido desde su primera aparición en Andalucía, en 2018, cuando apoyó desde fuera al PP y a Ciudadanos para desbancar al PSOE.
El responsable principal de Vox ha asegurado que quedan “expectantes” con la política de Feijóo, al que ha agradecido el “buen tono” hacia su fuerza política: “Con esas formas nos podemos entender si ellos lo deciden; no sabemos si va hacia la aceptación de Vox o pactos con el PSOE”. “Solo tenemos un aliado posible, el Partido Popular; nos gustaría que ellos también tuvieran claro esto”, ha concluido.
El mandatario de Vox ha alabado también la figura de Macarena Olona como potencial candidata a la Junta de Andalucía, pero ha evitado postularla como aspirante al menos hasta que haya fecha electoral. “La dificultad ahora es discernir entre personas muy buenas”, ha proclamado Abascal, que se ha mostrado sorprendido por el nivel que aprecia en los miembros de su partido. En cuanto al panorama continental, ha afirmado que mantendrán sus alianzas comunitarias: “Nuestros socios europeos no nos dan instrucciones sobre los pactos nacionales, no se les ocurre”. Así, ha criticado que el PP admita “instrucciones” de las formaciones europeas respecto a sus decisiones y ha expuesto que a sus votantes “les irrita” que se vincule a Vox con Vladimir Putin, presidente ruso y responsable de la invasión sobre Ucrania, aunque los ultras han tenido múltiples encuentros y puntos en común con formaciones de extrema derecha en Europa que habían manifestado su admiración hacia el ruso.
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