Desmantelada una ruta del hachís hacia el Poniente almeriense

Los clanes de la droga operan como el agua dentro de un globo agujereado. Si se tapona uno de los orificios para contenerla, inmediatamente la presión hace que se escape por otro. Así ocurre en Andalucía, donde la presencia policial ejercida sobre el narco en el Campo de Gibraltar (Cádiz) les ha obligado a buscar o reactivar otras rutas para introducir el hachís desde Marruecos, como Huelva o Almería. Esta provincia ha sido el escenario de la última macrooperación contra el tráfico de marihuana a escala internacional, que permanece abierta desde primera hora de la mañana de este miércoles, y que, hasta el momento, se ha saldado con siete detenidos y 800 kilos de hachís incautados.

La organización trasladaba la droga desde la costa marroquí hasta la almeriense mediante lanchas semirrígidas y embarcaciones recreativas. En el operativo han intervenido 150 agentes de la Guardia Civil pertenecientes a los cuerpos de OCON Sur, Grupo de Acción Rápida, de Reserva y Seguridad y de la Comandancia de Almería que han registrado ocho propiedades en distintos municipios del Poniente almeriense, entre ellas un club de alterne en El Ejido, y un cortijo oculto entre invernaderos, en Berja.

Los clanes que operan en la provincia de Almería han elegido la comarca del Poniente como centro de operaciones. Fuentes de la Guardia Civil reconocen que siempre ha habido organizaciones dedicadas a la droga en la costa almeriense, pero que la presión en el Campo de Gibraltar ha incrementado su número, obligando a muchas a abandonar el Estrecho y recuperar otros territorios abandonados. Con todo, señalan, todavía no han desarrollado el grado de sofisticación, coordinación, estructuras ni medios de los narcos de Cádiz.

Tampoco lo había logrado el grupo desarticulado en esta última operación, bautizada como Cabana. Su organización era todavía incipiente y aunque operaba a escala internacional, según explican las fuentes consultadas, su peligrosidad o importancia dista mucho de los clanes desmantelados en los últimos zarpazos al narco dados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Almería. A principios de 2021, la Guardia Civil se hizo con casi 4.000 kilos de hachís procedente del norte de África en Roquetas y Aguadulce, en abril desarticuló al clan de los Gordos e incautó 1,3 toneladas de esa sustancia y en octubre se hacía con otras ocho toneladas y detenía a 23 personas dedicadas al transportar droga desde Marruecos hasta Granada, Almería y Murcia.

El tráfico de hachís introducido por el mar —como operaba el grupo desactivado en la operación de este miércoles desarrollada en Vícar, Adra, El Ejido y Berja― es endémico de toda la costa andaluza, además de Sevilla, según constata la última Memoria de la Fiscalía. Este es uno de los delitos más extendidos y que mayor carga de trabajo genera entre los fiscales antidroga, de acuerdo con ese informe. Desde la puesta en marcha en 2018 del Plan Carteia para atajar la expansión del narco que campaba a sus anchas por el Campo de Gibraltar se han intervenido en este territorio 567.000 kilos de hachís, 22.125 kilos de cocaína y 145.000 plantas de cannabis, el 7% del total en Almería. Los invernaderos también han servido para camuflar y extender el cultivo de cannabis en la tierra firme de esa provincia. A lo largo de 2021, el instituto armado se incautó en este territorio de 630.000 plantas de marihuana, casi 20 veces más que el año anterior.

En la operación de este miércoles que aún permanece abierta y se encuentra bajo secreto de sumario, además de las siete detenciones —todos ciudadanos españoles, según las fuentes consultadas— y los 800 kilos de hachís, la Guardia Civil se ha incautado de tres embarcaciones semirrígidas rápidas, documentación, material electrónico y de comunicaciones y 35.000 euros en metálico.