Condenada a 70 años de prisión la banda de narcos cuyo líder ocultaba droga en la habitación de sus hijos
La pena se reparte entre 23 miembros de la trama, que distribuía sustancias estupefacientes en Castilla y León y Cantabria
La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a penas que suman 70 años y medio de prisión a los 23 integrantes de una banda de narcotraficantes que distribuía sustancias estupefacientes en Castilla y León y en Cantabria. Los encausados se dividían en dos grupos: uno de 16 personas que pactaron el día del juicio, el pasado noviembre, un castigo de 41 años de cárcel entre todos, aunque la Fiscalía les pedía 83, y otro de siete detenidos que han conocido ahora una suma de 29,5 años entre rejas pese a que el Ministerio Público reclamaba para ellos 46, según se ha hecho público este viernes. La mujer del líder de la banda, que ha sido condenada junto a su esposo, afirmó que este escondía estupefacientes en la habitación de sus hijos. Un matrimonio acusado de suministrar droga en los pisos de alterne que administraba ha resultado absuelto.
De esta segunda tanda de acusados el principal señalado ha sido L. F. C., que regentaba un club de la localidad burgalesa de Aranda de Duero y un bar en Logroño, y que deberá pasar seis años privado de libertad y pagar una multa de 103.497 euros. La misma sanción le corresponde también a D. S. M., residente en Fuentespina (Burgos). El juzgado considera probado que ambos son autores de un delito de tráfico de drogas, pero los ha exonerado del de pertenencia a grupo criminal. A D. S. M. se le agrava la pena por reincidencia, pero se le atenúa por su adicción a sustancias estupefacientes.
La banda fue desarticulada en enero de 2020. Su líder, J. R. M. F., aceptó el día del juicio seis años y medio de prisión y una penalización de 44.000 euros. Su esposa, M. R. A., también ha sido condenada por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal, deberá permanecer en la cárcel tres años y medio y pagar una multa de 8.664 euros. Aseguró ante el tribunal que su esposo, empleado de seguridad que repartía la droga entre consumidores habituales y su entorno de confianza en Valladolid, ciudad donde ella trabajaba en una conservera, la forzaba a colaborar a base de amenazas o violencia en forma de “guantazos”, según afirmó en sede judicial. La acusada declaró que su marido, con quien residía en Villanueva de Duero (Valladolid), llegó a esconder alijos de cocaína y hachís en el dormitorio de sus hijos. La Policía, cuando registró el inmueble, encontró en él una cantidad de estas drogas valorada en 43.000 euros.
Otro de los siete condenados en esta resolución judicial de la Audiencia de Valladolid es J. B. P. L., sancionado con cuatro años de prisión y 71.400 euros por traficar con hachís bajo el agravante de reincidencia. El fallo judicial recoge también que los hermanos J. C. L. F. y D. L. F. han sido penados con tres años y prisión cada uno por narcotráfico y pertenencia a grupo criminal. Estos confesaron ante el juez que su labor consistía en intermediar en la captación de potenciales clientes y que por esta misión recibían rayas de cocaína. J.M.R.F., otro de los arrestados, pasará tres años entre rejas pese a acusar al responsable del grupo de acosarlo para que atrajera a más compradores de estas sustancias con las que mercadeaban.
Los dos únicos acusados de este grupo de nueve personas que han quedado absueltos ha sido el matrimonio formado por M. H. S. H. y J. C. V. D., a quienes se les pedía cuatro años en un centro penitenciario. Esta pareja, según la investigación, distribuía droga relacionada con esta organización a través de varios pisos de Valladolid en los que además se ejercía la prostitución.
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