“¡Es alfa! ¡Es alfa! ¡Es una alerta real!”: un aviso por el vuelo de dos aviones rusos obliga a interrumpir la rueda de prensa de Sánchez en una base de Lituania
El presidente español y el jefe del Ejecutivo lituano comparecían desde la base de Siauliai cuando dos Eurofighter han despegado para proteger el espacio aéreo báltico
Estaba previsto un simulacro. Así que todos, incluidos los dos presidentes, el español, Pedro Sánchez, y el lituano, Gitanas Nauseda, empezaron tranquilos pensando que solo era eso. Incluso algunos mandos militares lo creían. Pero entonces el piloto del Eurofighter, el avión de combate de élite del ejército del aire español, gritó a sus mandos: “¡Es alfa! ¡Es alfa!”. En el código militar, esto implica una operación real, mientras “tango” sería una maniobra o un simulacro. “Es una alerta real”, empezaron a aclarar algunos militares. El presidente lituano parecía divertido, pensando que era un simulacro o muy acostumbrado a estas situaciones, dado que vive en un país en permanente tensión con Rusia y Bielorrusia, sus problemáticos vecinos. Sánchez tuvo que avisarle de que había que suspender la comparecencia que estaban protagonizando. “No, presidente, hay un Alfa Scramble”, le dijo el español al lituano, ya en código militar. En pocos minutos –unos 12– el hangar que este jueves se había convertido en un decorado para la comparecencia con banderas, equipos de sonido, cámaras, traductores, periodistas y soldados en formación, se vació para que salieran disparados dos Eurofighter a la búsqueda de dos cazas rusos que sobrevolaban el cielo báltico sin autorización y sin responder a las llamadas de los controladores de la OTAN.
Los militares españoles destacados en la base lituana de Siauliai, unos 140, la mayoría de ellos de Albacete, donde está la base central de los Eurofighter en España, corrieron a toda velocidad para apartarse del camino de salida del avión. Los periodistas y la delegación oficial fueron un poco más lentos. “Esto es una alerta real, hay que ir más rápido”, insistían los militares. Sánchez, que había sido avisado de que estas situaciones se dan con cierta frecuencia y pueden producirse en cualquier momento, parecía muy tranquilo. De hecho, fue de los últimos en alejarse.
El incidente, algo más que una anécdota, fue muy útil, según el presidente español, para demostrar la importancia de una misión como esta y también del propio viaje de tres días a las repúblicas bálticas, aliados estratégicos en la OTAN y la UE y obsesionadas con la amenaza rusa, que se deja sentir en esta zona casi a diario.
Los militares españoles y miembros de la delegación de Sánchez, que viaja con el máximo responsable de Seguridad Nacional, el general Miguel Ángel Ballesteros, están convencidos de que nada de lo que pasó fue una casualidad. Los rusos miden cada paso. Y buscan constantemente los límites y la capacidad de reacción de la OTAN y en este caso de los españoles, que son los que están al mando de esta base durante unos meses. Los rusos obviamente conocían la visita de Sánchez y Nauseda a la base, y eligieron ese momento para lanzar una maniobra que los militares entienden como una clara provocación. La misión de los españoles, que tienen ahora mismo siete cazas Eurofighter en Lituania, es ejercer de “policía del aire”, acudir al encuentro de las aeronaves, ponerse a los lados y comunicarse con ellos para avisarles de que no pueden atravesar el espacio aéreo de las tres repúblicas bálticas. “No sé si fue una provocación premeditada, pero sí pone en evidencia la importancia de la misión española y la necesidad de colaboración. Hoy todos los españoles han visto el buen hacer de las fuerzas aéreas”, aseguró Sánchez tras el incidente.
Este tipo de provocaciones rusas es frecuente, pero hacía 18 días que no tenían ninguna alerta, por lo que los militares españoles creen que la fecha no era casual. De hecho, cuando hay maniobras de la OTAN o alguna visita de una autoridad, cómo pasaba este jueves, es habitual que se produzca el despegue de una base rusa de algún avión que no tiene autorización ni ha señalado su hoja de ruta ni activa el aparato que llevan todos los aviones para ser identificados. Los Eurofighter, según el código de la OTAN, han de estar en el aire como máximo 15 minutos después de que salte la alarma. Por eso los pilotos están alerta permanentemente y los aviones preparados. Esta vez, con la necesidad de retirar atriles y presidentes, tardaron 12. Los aviones vuelan a toda velocidad al mar báltico al encuentro de los cazas rusos para garantizar que no entrar en el espacio aéreo protegido por la OTAN.
En su gira de los últimos tres días por las repúblicas bálticas de Estonia, Letonia y Lituania, Sanchez ha encontrado mucho agradecimiento de los países de la zona por la solidaridad de España y otros socios de la UE y la OTAN frente a la presión rusa. Todos los días, los periodistas bálticos han preguntado al presidente español por la amenaza rusa y la exigencia de que la UE responda unida, ante las posiciones más tibias de Alemania y Francia. Sánchez se escorado más cerca de los bálticos, aunque ha insistido en que hay que mantener el diálogo con Rusia en asuntos globales imprescindibles como la lucha contra el cambio climático.
Sánchez, que aprovechó la visita para encontrarse con Arvydas Sabonis, la estrella lituana de baloncesto, un ídolo para el presidente, cerró la gira báltica con un encuentro en Vilna, la capital de Lituania, con la principal líder opositora de Bielorrusia, Svetlana Tijanovskaya, a quien no pudo recibir durante su visita a Madrid hace unos meses porque estaba de cuarentena por covid-19. La cita es todo un gesto frente a Moscú y su aliado bielorruso. Los países bálticos han sido firmes defensores de la imposición de sanciones a Bielorrusia a raíz de las elecciones presidenciales de agosto pasado, en las que Alexander Lukashenko obtuvo un sexto mandato no reconocido por la oposición ni por la UE, y más recientemente tras el aterrizaje forzoso al que Minsk obligó a un vuelo de Ryanair con destino a Vilna para detener a un periodista opositor. La primera ministra, Ingrida Simonyte, fue durísima con su vecino Lukashenko en una posterior rueda conjunta con Sánchez. “El régimen se hace cada vez más agresivo. Con la farsa de las elecciones no válidas Europa está descubriendo que pasa con Lukashenko. Este régimen nos concierne a todos. Nadie se engaña más. La UE tiene que ser contundente. Todos los presos políticos tienen que ser liberados”. Sánchez fue más suave, aunque el gesto de reunirse con la líder opositora era muy elocuente.
El presidente regresa este mismo jueves a Madrid y poco después vuelve a emprender otro viaje largo, esta vez a EEUU y con contenido económico, para visitar a inversores y convencerles de que entren en España ahora que llega la recuperación. Su intención también es conocer Apple, la gran compañía tecnológica en Silicon Valley. Sánchez no se verá con Joe Biden, el presidente de EEUU, con el que sigue sin mantener un encuentro amplio desde que fue elegido para liderar la Casa Blanca. En La Moncloa aseguran que el objetivo de este viaje es estrictamente económico y ya habrá tiempo para reunirse con la administración Biden.
Sánchez multiplica así su agenda internacional mientras en España se complica la tensión con la Generalitat –el asunto le ha perseguido en la gira báltica e incluso dos independentistas en Riga (Letonia) sacaron una bandera estelada en un acto oficial– e insiste en enfriar la posibilidad de un cambio de Gobierno inminente. Todas las fuentes consultadas dan por hecho que se producirá, aunque puede que lo deje para después del verano. De momento, los viajes dificultan la posibilidad de hacerla. Aunque siempre hay espacio para una sorpresa que depende en exclusiva del presidente.
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