Golpe al cultivo de marihuana en Almería con la incautación de 64.800 plantas
La plantación crecía escondida en invernaderos de El Ejido y sus responsables las hacían pasar por cáñamo, cuya producción industrial es legal
A simple vista, el cáñamo y la marihuana son prácticamente imposibles de diferenciar. El problema es que el cultivo de la primera es legal, mientras que la segunda es ilegal. Y, a ojos de cualquiera que no sea un especialista, son muy fáciles de confundir: su altura, color de las hojas y floración es similar. La provincia de Almería vive un gran crecimiento de plantaciones de cáñamo industrial y la Guardia Civil realiza allí inspecciones periódicas para comprobar que los cultivos son legales. A veces, descubren que no. Esto es lo que ha ocurrido en la operación Indalosokrampus, que les ha permitido intervenir 64.800 plantas de marihuana en cinco fincas de El Ejido, una de las mayores incautaciones en territorio almeriense bajo plástico. Hay dos detenidos y uno de ellos ya ha ingresado en prisión.
La semana pasada, los agentes se acercaron a una finca para realizar una de sus inspecciones de control del cáñamo industrial. En dos de los invernaderos encontraron cultivos de marihuana en avanzado estado de crecimiento. Más tarde, hallaron otros tres donde las plantas estaban ya recolectadas y colgadas boca abajo en alambres para su posterior secado. En total había 64.800 plantas, una de las mayores incautaciones de cannabis que el Instituto Armado ha realizado en Almería, según fuentes de la Guardia Civil, que también explican que este tipo de operaciones requiere “mucho esfuerzo” porque hay que cortar, una a una, todas las plantas para contabilizarlas y acabar con la plantación. Luego, además, hay que enviar una muestra al laboratorio y el resto se destruye.
La provincia almeriense es una de las zonas de mayor producción de todo el país. “El precio ha subido muchísimo, hay demanda y con los invernaderos es fácil desarrollar cultivos”, explican fuentes de la Guardia Civil. A ello se suma la dificultad para controlar todo lo que crece bajo plástico, ya que El Ejido supera las 12.000 hectáreas de invernaderos. “Son instalaciones que permiten grandes producciones, aunque también están un poco más a la vista que las que se hacen en viviendas particulares. El riesgo es mayor”, subrayan las mismas fuentes.
En 2019, último año con datos disponibles, las fuerzas policiales incautaron algo más de 101.000 plantas y 1,1 toneladas de marihuana en Almería, según los datos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Son cifras parecidas a las de Granada, Cádiz, Granada o Sevilla. “No hay provincia que esté libre de este tipo de actividad”, subrayaba la memoria de la Fiscalía de Andalucía en 2020, donde se criticaba igualmente la permisividad de parte de la población. La droga andaluza tiene como destino principal el norte de Europa, donde es enviada principalmente escondida en camiones por las distintas organizaciones de narcotraficantes asentadas en la zona, especialmente en la Costal del Sol.
Tal y como ha explicado la Guardia Civil en una nota de prensa, el cultivo de cáñamo está permitido “exclusivamente destinado a fines industriales”. Es decir, “aquellos cuyo destino sea la producción de fibra o semillas”. Los agricultores también pueden tener producciones bajo “autorización expresa” de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y, en este caso, tiene como destino “fines científicos, médicos o de investigación”. Circunstancias que no se cumplen en el caso de las dos personas detenidas en esta operación, una de las cuales ya ha ingresado en prisión por mandato judicial.
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