Taparse los ojos frente a Vox

La representación de los partidos políticos en el Parlamento nacional empieza a ser un reflejo de la realidad de la España autonómica. El multipartidismo con fuerzas nacionales, regionales y provinciales llegó a las Cortes hace algo más de un año y parece que no será flor de una legislatura. El fenómeno más relevante es Vox, tercera fuerza en el Congreso, que tendrá su bautismo en Cataluña en las elecciones del 14-F. Estar, estará; falta saber su medida y si iguala o supera al PP, con lo que la extensión de los terrenos del centro y la derecha estaría aún por compartimentar.

Imposible que se produzca el sorpasso de Vox al PP. Esta era la afirmación categórica de los dirigentes del PP a principios de este invierno. Los populares se ampararon ayer en la nula credibilidad que otorgan al “CIS de Tezanos” para desdeñar los datos de la inédita encuesta exprés del Centro de Investigaciones Sociológicas sobre las elecciones catalanas. Este centro, caracterizado por basar sus estudios en muestras amplísimas, nunca alcanzadas por los institutos privados, ha sorprendido con este estudio de urgencia: por hacerlo y por lo que concluye. Tres partidos nacionales se han ido directamente a escudriñar la parte baja de la tabla para ver cómo quedan. Ciudadanos sigue su caída; el PP crece ligeramente pero Vox le sobrepasa. Esas fuerzas políticas desdeñan al CIS casi de oficio, pero la procesión va por dentro y ya saben que no será la única encuesta que coloca al partido de ultraderecha por encima del PP.

Aun quedan ocho días efectivos de campaña y los profesionales de los análisis electorales dan por comprobado que los ciudadanos cada vez deciden más tarde su voto. No hay que hacer movimientos bruscos, piensan tanto en el PP como en Vox, que seguirán su plan trazado. Esta intención se mantiene en estas últimas horas, después del dato del CIS, pero no hay que darla por definitiva. Ignorarse mutuamente es su línea maestra. La moderación del candidato del PP, Alejandro Fernández, que no comparte casi ninguno de los postulados de Vox en esta campaña, choca con las líneas maestras de Santiago Abascal y su candidato Ignacio Garriga, muy empeñados en el discurso de la identidad española, la seguridad y los inmigrantes.

Pero la foto de Pablo Casado y Santiago Abascal, por decisión propia, se superpone a la de sus candidatos. Su intensa presencia en la campaña es una decisión meditada. Ambos se someten a examen y la nota tiene repercusión nacional.