El día que Martínez explotó contra Fernández Díaz: “A partir de ahora vamos a tener que hablar a través de los abogados”
El exsecretario de Estado cuenta que se decidió “proteger” del exministro el 11 de junio de 2019, cuando atribuye a su exjefe maniobras en la prensa
El sumario del caso Kitchen dio un volantazo mayúsculo el 11 de junio de 2019 contra el exministro Jorge Fernández Díaz. Aunque él todavía no era consciente de ello y no se enteraría hasta casi un año después. Ese día, el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, decidió que estaba harto de la actitud de su antiguo jefe. Que no aguantaba más, según explicó él mismo el pasado viernes, durante el tenso careo que se produjo en la Audiencia Nacional entre los dos antiguos altos cargos de Interior. En su opinión, aunque el exministro llevaba semanas negando cualquier conocimiento de la trama, fue entonces cuando traspasó una nueva línea roja y comenzó, según su ex número dos, a maniobrar en la prensa conservadora para tratar de atribuir a Martínez la responsabilidad del operativo parapolicial puesto en marcha para espiar al extesorero popular Luis Bárcenas sin control judicial. Así que se debía “proteger” de él.
Según varias fuentes jurídicas presentes en la cita del viernes, Martínez detalló ante el juez que el 11 de junio de 2019 aparecieron dos artículos que provocaron que, solo dos días después, acudiera a un notario de Mahón (Menorca) para registrar uno de los SMS que supuestamente le había enviado Fernández Díaz en 2013 y que demostrarían que el exministro estaba al tanto de la operación de espionaje. Por un lado, esa jornada, el digital Vozpópuli publicó unas declaraciones del exministro donde se desentendía del tema y rechazaba cualquier responsabilidad sobre la gestión de los fondos reservados —que se utilizaron para financiar la trama y que debía autorizar Martínez—. Pero, por otra parte, lo que también le dolió, según aseguró el ex secretario de Estado, fue un editorial de El Mundo que le atribuía la responsabilidad de Kitchen y afirmaba que, según la investigación, él “operó sin el conocimiento del ministro por temor a que éste no autorizase unas actuaciones que violaban flagrantemente la ley”.
Según Martínez, Fernández Díaz estaba detrás de esas palabras, pues querría salvarse y dejarlo caer a él. “Yo estoy en Menorca en esas fechas por un asunto personal y profesional [...] Y hay un editorial de El Mundo... Yo sé cómo se forma la opinión de los medios. Y en este caso, nadie tiene dudas de que, por supuesto, tú hablas con El Mundo, como también hablo yo. Y hay un editorial que dice que yo organicé todo este siniestro dispositivo para robar todavía no sabemos qué al señor Bárcenas, ocultándotelo porque tú jamás lo habrías consentido”, le reprochó el secretario de Estado el pasado viernes a su ex jefe.
Fue en ese momento cuando, según añadió el ex número dos de Interior, también decide poner fin a su relación y le manda un mensaje al exministro “absolutamente desgarrador y doloroso”, donde le dice: “Creo que a partir de ahora vamos a tener que hablar a través de los abogados”. Según su versión, Fernández Díaz le contestó que él no hacía los editoriales. “Y es verdad que es así, pero los editoriales se forman a partir de las opiniones que les trasladan las personas implicadas”, criticó Martínez en el careo, donde el exministro confirmó que llevaba un año y medio sin ver a su antiguo subordinado.
A la espera del teléfono
Con la cita del viernes aún coleando, la investigación de la Operación Kitchen prosigue y el exministro se resiste a entregar el móvil que le ha requerido el juez en dos ocasiones. El magistrado quiere examinar el teléfono que Fernández Díaz usaba en 2013 —aunque él dice que ya no lo tiene—, o en su defecto el que utilizó a continuación hasta 2020, cuando cambió al que emplea actualmente. El objetivo es comprobar si en esos aparatos están los mensajes que habría cruzado con Martínez.
Durante el careo, el propio abogado de Fernández Díaz indicó que habían llevado a la cita el móvil anterior al actual. Pero, para entregarlo, quería poner como condición que “no se realizara ningún volcado de su contenido”. Unas indicaciones que el juez no aceptó. El exministro accedió entonces a entregarlo voluntariamente, pero su defensa optó por no depositarlo en ese momento y dijo que lo haría en los próximos días. En la tarde del lunes aún no lo había presentado y este martes no quiso aclarar si ya lo había hecho.
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