Metrovalencia investiga la polémica retención de un hombre negro por no llevar bien puesta la mascarilla

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha abierto una investigación para esclarecer el incidente ocurrido la tarde del pasado sábado en un vagón de Metrovalencia, cuando dos vigilantes de seguridad retuvieron a un hombre de raza negra, al que amonestaron previamente por no llevar bien puesta la mascarilla, en un forcejeo que se ha convertido en viral.

El suceso fue grabado por varios pasajeros del convoy, y el vídeo ha sido distribuido por las redes sociales, donde acumulaba esta mañana más de 100.000 visualizaciones. La grabación se inicia una vez dos vigilantes de seguridad, con ayuda de dos pasajeros, ya están forcejeando con el joven para esposarle mientras él se resiste, pero no se capta el principio de la disputa, si él se negó a ponerse bien la mascarilla. Se escucha al menos a una pasajera recriminar a los guardias su acción, gritarles que no le cojan del cuello y pedir que lo suelten, al tiempo que avisa de que se está grabando el suceso y se podrá ver en las redes sociales.

Tras esposarle, un vigilante pide al hombre que se siente pero este se sube a los asientos de pie y les recrimina también su actitud, mientras varias pasajeras insisten en que se calmen. El joven, nervioso, reprocha al vigilante su actitud y le pregunta: “¿Por qué me haces esto, amigo? ¿porque soy negro?”, y grita “¡Tu puta madre!”, mientras inicia otro forcejeo. En todo momento se le ve con la mascarilla puesta.

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha solicitado a la empresa de seguridad subcontratada un informe oficial por escrito relatando todo lo sucedido. La empresa pública del metro de Valencia también está a la espera de visionar la secuencia al completo de la grabación de las cámaras del vagón para contar con todos los elementos para juzgar los hechos y tomar una determinación. Estos vídeos aún no se han descargado, según apuntan fuentes de Ferrocarrils. Los hechos ocurrieron el pasado sábado, a las 21 horas, en un tren de la Línea 1 de Metrovalencia (Bétera-Villanueva de Castellón).

En las redes sociales, las acusaciones de racismo se han multiplicado tras el visionado del vídeo. Algunos testimonios abundan en que han visto muchos viajeros llevar mal puesta la mascarilla o carecer de ella y no han sido tratados de esa manera. Fuentes de FGV recuerdan además que, desde que se decretó por parte del Gobierno la obligatoriedad de portar mascarilla en el transporte público el 4 de mayo, se ha incrementado la presencia de seguridad en estaciones y vagones. En total, se han producido 1.973 intervenciones relacionadas con el mal uso de esta medida preventiva ante la covid-19 y, de ellas, 64 necesitaron de la presencia de la Policía Nacional o Guardia Civil.

Desde que el BOE publicó el 4 de mayo la obligatoriedad de portar mascarilla en los medios públicos de transporte, Metrovalencia ha reforzado el servicio de seguridad de le empresa y la comunicación con la Policía Nacional y la Guardia Civil. Los vigilantes tiene que avisar a las fuerzas de seguridad si se produce un incidente o la retención temporal de un pasajero, el que cual debe ser entregado a la Policía o la Guardia Civil.

El sindicato defiende a los vigilantes

Alternativa Sindical, sindicato que representa a los vigilantes privados del metro, ha emitido un comunicado en el que señala que el hombre, de origen africano, se resistió a los vigilantes que intentaban convencerlo de la obligación del uso de las mascarilla en el tren, y “se vieron obligados a reducirlo”. Aseguran que, según la información recabada por el sindicato, todo comenzó al percatarse los vigilantes de que el viajero no portaba la mascarilla correctamente, por que le requirieron a que se la subiese. Añaden que “en un principio el joven se negó, aduciendo que el resto del pasaje también la llevaba bajada, hecho que como demuestra la imagen del vídeo es incierto, pues todo el resto del pasaje la lleva correctamente”. “Ante la insistencia de los vigilantes de seguridad finalmente el viajero se vio obligado a subírsela, pero comenzó entonces a insultar a los vigilantes, a llamarlos racistas y a lanzar patadas, que derivó en un forcejeo y la detención”, argumenta el sindicato.

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