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Felipe VI: “La memoria es una exigencia moral”

Los Reyes, invitados de honor a la primera jornada nacional en Francia de las víctimas del terrorismo. Felipe VI quiere que el próximo Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo se conmemore en España

Los Reyes, a su llegada a un almuerzo ofrecido por el presidente de Francia, Emmanuel Macron y Brigitte Macron. En vídeo, el discurso de Felipe en París.Vídeo: Casa Real | EPV
Silvia Ayuso

Felipe VI ha defendido el valor de la memoria como “una exigencia moral”, al participar este miércoles en París en las ceremonias del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, que Francia ha decidido convertir a partir de este año también en una jornada nacional incluida en su calendario oficial de conmemoraciones, para dar una mayor relevancia y reconocimiento a las víctimas de la lacra terrorista.

“La memoria es un acto de respeto, un ejercicio de justicia y dignidad, una exigencia moral”, dijo el Rey en un discurso pronunciado en francés en la plaza Trocadero de París, donde presidió la ceremonia oficial junto con el presidente galo, Emmanuel Macron, con quien los Reyes habían almorzado en privado previamente. “La memoria es indispensable para combatir el terrorismo, puesto que el recuerdo de lo que ha sucedido constituye uno de los catalizadores más poderosos para unir nuestras fuerzas y luchar contra esta lacra. Se lo debemos a las víctimas del terrorismo y a sus familias. Se lo debemos para ayudar a curar las heridas profundas que persisten en la sociedad”, insistió el monarca, que propuso formalmente que el año que viene España acoja las ceremonias en honor del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, “si las instituciones europeas lo aprueban”.

“Esperaban dividirnos y solo nos han unido. Querían sembrar el miedo y solo han recogido nuestra determinación (…) No renunciaremos a nada, sobre todo a reír, a cantar, a pensar, a amar, no renunciaremos a las terrazas ni la salsa de concierto o las fiestas de verano, no renunciaremos a la libertad de creer o de no creer, a la libertad de pensar, de decir, dibujar o de blasfemar, no renunciaremos a la igualdad entre mujeres y hombres (…) no renunciaremos a nada, porque nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros conciudadanos han caído por ello”, dijo por su parte Macron.

En la ceremonia también fueron leídos varios fragmentos de la Declaración Universal de Derechos Humanos y citas de Albert Camus. Un grupo de escolares depositó a los pies de un olivo “de la paz” carteles con los nombres de las localidades francesas víctimas de atentados y uno final por los perpetrados “en el resto del mundo”.

La presencia de Felipe VI y de la reina Leitizia en París no es casual. Que fueran los invitados a este primer homenaje nacional fue una “decisión unánime” de las asociaciones francesas de víctimas del terrorismo que han organizado esta jornada junto al Elíseo, subrayaron fuentes oficiales. Supone, de acuerdo con estas fuentes, el reconocimiento por un lado a la “lucha conjunta contra ETA entre Francia y España”, pero también ha pesado la idea de elegir a una figura “no política” pero que “puede testificar sobre este asunto” como son los Reyes. Felipe VI defendió ante las autoridades e invitados franceses el modelo español de apoyo a las víctimas del terrorismo como un “sistema pionero, fruto por desgracia de nuestra trágica experiencia”. El monarca, que celebró la “cooperación política, policial y judicial” en materia antiterrorista entre Francia y España como “un modelo para el resto de Europea”, manifestó su deseo y el de su país de que “las víctimas del terrorismo, sea cual sea su nacionalidad o el lugar del ataque, reciban el reconocimiento y atención que merecen”. Es por ello, recordó, que España preconiza desde hace tiempo la “adopción del estatuto jurídico internacional de víctima del terrorismo” que implique una serie de “derechos para las víctimas y de obligaciones internacionales para los Estados”.

El año pasado, Felipe VI ya tuvo un gesto con las asociaciones galas al enviar un mensaje al VIII Congreso de Víctimas del Terrorismo celebrado en Niza, al que había sido invitado. En un vídeo, afirmó que con su actitud reclamando “justicia y no venganza”, estas son un “ejemplo ético y ciudadano absolutamente invalorable” que les confiere además un “papel fundamental en la lucha contra la radicalización y el extremismo violento”. Un mensaje que reivindicó Felipe VI una vez más ante las menos de mil personas —el aforo fue reducido para cumplir con las medidas de seguridad impuestas por el coronavirus, que hizo además que los Reyes tampoco saludaran dando la mano a ninguna de las otras personalidades presentes, incluidos los expresidentes François Hollande y Nicolas Sarkozy— reunidas en la explanada de los Derechos Humanos de la magnífica plaza de Trocadero, con la imponente torre Eiffel a sus espaldas.

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En este sentido, agradeció a las víctimas por “la fuerza de sus voces, de sus testimonios, de sus historias”, que son, sostuvo, “uno de los principales activos para afrontar el carácter tan destructivo e inhumano” de los actos terroristas. “Visibilizar las consecuencias del terrorismo y los sufrimientos que genera, como lo hacen las víctimas, es el mejor medio de combatirlo”, aseveró el Rey, quien tras la ceremonia, y junto con la reina Letizia, se reunió con víctimas del atentado en la sala Bataclan de París el 13 de noviembre de 2015. Se trata de la madre y hermana de Juan Alberto González Garrido, que falleció en el ataque yihadista, y Víctor Manuel Sellens-Millet, uno de los supervivientes. “El terrorismo atenta contra los valores y principios fundadores del ideal democrático europeo (…) La dignidad, la justicia, el respeto al otro y el Estado de derecho hacen de nosotros naciones fuertes y libres que aspiran a la paz. Nadie nos alcanzará detrás de esas murallas”, afirmó Felipe VI.

Una ceremonia marcada por el coronavirus

No es la primera vez que Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, acogen a los Reyes de España y la cordialidad se notó en el recibimiento que la pareja presidencial francesa les dio en el Elíseo, donde Felipe VI y la reina Letizia estaban invitados a comer. Pero los gestos fueron contenidos: ni darse la mano ni besarse, por supuesto. Siguiendo el estricto protocolo impuesto por el temor al contagio del coronavirus, ambas parejas mantuvieron una cierta distancia y, salvo un breve roce —Macron tocó unos instantes el brazo de Felipe VI— no hubo contacto físico entre los cuatro. Las mismas precauciones por el Covid-19 se impusieron en la ceremonia en honor a las víctimas del terrorismo en la plaza Trocadero de París. El aforo fue limitado a 900 invitados entre autoridades, víctimas, estudiantes —todos parisinos para evitar desplazamientos— y hasta prensa, para no superar el límite de concentraciones de hasta mil personas impuesto por el Gobierno. Entre los miembros del Gobierno que asistieron a la ceremonia estaba finalmente la ministra de Justicia francesa, Nicole Belloubet, quien había sido duda hasta que la prueba de coronavirus a la que fue sometida la víspera dio negativo.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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