Limpiadores de patas para perros: probamos tres tipos y elegimos el mejor

Si hay algo que los perros adoran (y el mío no es excepción), es salir a pasear. Ya sea por las calles del barrio, al parque o al campo, nuestras mascotas disfrutan estar fuera tanto o más que comer o dormir. Pero, como sabemos los humanos con mascota, esos paseos no solo traen alegría de vuelta a casa. Las calles sucias, los charcos, el barro y más vuelven con nosotros en las patas de nuestros animalitos y se posan en nuestros sofás, camas o suelos.

Entonces, ¿cómo limpiar las patas de los perros al llegar a casa? Porque, en caso de que tengas dudas, es completamente necesario (y más si van mucho a paseos por la naturaleza o son de esos que con solo ver un charco de barro ya se han teletransportado). Puedes utilizar un trapo y agua o toallitas húmedas (estarías generando basura), pero hay opciones más prácticas y con mejores resultados: los limpiadores de patas de perros.

Hay muchos tipos y todo depende de lo que quieras (y lo que aguante tu perro: el mío odia que le toquen las patas en general, por lo que es un reto). Hay algunos que son una especie de esponja con cepillo de goma, otros que son un tubo con cerdas de goma a los lados, otros que también las tienen abajo y otros que funcionan de manera automática... así que hemos optado por probar uno de cada uno y compartir contigo nuestras impresiones. Ah, y si te llevas a tu peludo de vacaciones, no dejes de echar un vistazo a esta comparativa de camas de viaje para mascotas.

Limpiador de patas de Erzekrim

Por qué lo recomendamos: este es el tipo de limpiador que requiere meter la pata de tu perro dentro (el mío no fue muy feliz con esta circunstancia). Es muy fácil de utilizar: viertes un poco de agua y champú o gel de baño para perros, introduces la pata y mueves el cilindro de un lado a otro. Gracias a sus cerdas planas y anchas de silicona arriba, los residuos que haya en las patas de tu perro salen del pelo y gracias a las cerdas más finas hacia abajo, de las almohadillas. Incluye una toalla de microfibra para secar. Está disponible en dos colores.

Sus puntos débiles: todo depende un poco de cómo sea tu perro. El mío detesta que le toquen las patas (en casa, en el veterinario... siempre) por lo que este tipo de limpiadores son complicados de utilizar. Además, para limpiarlo debes sacar la goma y asear con cuidado para asegurarte de que no queden restos; es engorroso. Otra cosa que me preocupó al usarlo fue el residuo de jabón en las patas del perro, por lo que tuve que darle una capa más de agua para asegurarme de que no quedase producto y pudiese tener alguna alergia.

Limpiador de patas de Mypin

Por qué lo recomendamos: en comparación con los demás, este lavapatas para perros es de otra galaxia. Y es que es automático, se carga por USB (incluye el cable) y tiene un botón que, al apretarlo, hace girar las cerdas internas de goma (a los lados del cilindro y en el fondo) y puedes hacerlo en ambas direcciones. La goma interior se retira para poder limpiarla y el uso es similar al del producto anterior: viertes un poco de agua y champú y lo pones a funcionar (también puedes hacerlo a mano si lo prefieres, la parte del cilindro con las cerdas puede sacarse de la base automática). Está disponible en dos colores.

Sus puntos débiles: es, con diferencia, el más caro de la comparativa. Es más pesado y complicado de transportar que los demás, y puede que a tu perro le pase lo que al mío, que no le convenció este aparato que se movía por sí mismo sin ninguna explicación. El uso de jabón o champú me produjo la misma preocupación que en el caso anterior y, además, no incluye un paño de secado.

Limpiador de patas Dexas

Por qué lo recomendamos: como los dos anteriores se trata de un limpiador cilíndrico con cerdas de silicona a los lados y el uso es el mismo (agua, jabón, mover a los lados), en este caso manual. La goma interior también se retira para limpiarla y el borde más grueso y superior del vaso se desenrosca para que sea más fácil hacerlo. Este modelo tiene más opciones de color (cinco) y tres opciones de tamaño dependiendo del de tu perro.

Sus puntos débiles: no incluye un paño de secado, tiene el mismo problema con el uso de jabones que los anteriores, así como el mismo momento engorros de limpieza, y si tu perro no es paciente vas a tener problemas para usarlo. En relación calidad/funcionalidad-precio es bastante caro.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 10 de agosto de 2024.

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