Los mejores monitores 4K para el ordenador de casa

Lo habitual hoy en día es pasar muchas horas delante del ordenador de ahí que, al elegir un monitor para estudiar, trabajar o disfrutar de contenidos relacionados con el ocio, la calidad de imagen sea uno de los aspectos más importantes.

Y esta calidad viene determinada por muchos aspectos (brillo, nitidez, contraste, frecuencia de refresco…), entre los que destaca la resolución: en la actualidad, la más elevada en este tipo de pantallas es el 4K, que ofrece cuatro veces más píxeles que en la ya tradicional Full HD. Y aunque hasta hace no mucho la variedad de modelos era escasa y el precio elevado, en estos momentos es posible encontrar una amplia gama de monitores con esta característica a un coste más razonable.

¿Qué monitores 4K hemos elegido?

Con un presupuesto máximo de 500 euros, las pantallas seleccionadas para esta comparativa tienen resolución 4K UHD, es decir, 3.840 x 2.160 píxeles. Al analizarlas, estos son los aspectos valorados:

• Diseño: cómo es la calidad de fabricación del monitor y los materiales utilizados, el tipo de peana o el grosor de sus marcos.
• Ergonomía: desde el punto de vista de la comodidad de uso. Lo habitual es que la altura se regule o que pueda ajustarse el nivel de inclinación, entre otras posibilidades. Asimismo, se ha tenido en cuenta si el mecanismo que emplea cada una permite que estos ajustes se completen de forma fácil o no.
• Imagen: la calidad de imagen que ofrecen todos ellos es indiscutible, pero hay sutiles diferencias. En este sentido, además de la resolución, se ha valorado la tecnología de cada panel, los ángulos de visualización, los niveles de brillo y contraste…
• Conexiones: son importantes también para sacar el máximo partido a todos ellos.
• Otros: la presencia de tecnologías que protegen la vista, si el menú desde el que se efectúan los ajustes relacionados con el brillo o el contraste es sencillo, si la pantalla no se calienta en exceso…

Comparativa los mejores monitores 4K: así los hemos probado

Cada uno de estos monitores 4K se ha utilizado durante una semana. En este tiempo, se han convertido en nuestra herramienta de trabajo, pero también se han usado para disfrutar de contenidos multimedia y jugar a distintos videojuegos. En general, podemos afirmar que el rendimiento global de todos ellos es excelente, lo que queda claramente representado en las puntuaciones globales, muy ajustadas.

En concreto, los monitores 4K con mejor valoración son el LG 27UP850-W y el Samsung LS27A800UJUXEN, que sobre todo destacan por su diseño ergonómico y calidad de imagen. Que cuenten también con un puerto USB-C con función de carga y sean compatibles con contenidos en formato HDR10 son otras de las características importantes a su favor.

Monitor 4K Samsung: nuestra elección

Ángulo de visión de 178º tanto en horizontal como en vertical, brillo de 300 nits, relación de contraste estático de 1000:1, compatibilidad con HDR10, tecnologías que protegen y cuidan de la vista como el modo Eye Saver y la función Flickr Free, compatibilidad con montaje Vesa 100 x 100 milímetros… Estas son algunas de las características de este monitor con pantalla IPS de 27 pulgadas que, en una primera toma de contacto, destaca por un diseño sin bordes en tres de sus lados.

Con una peana adaptable en altura hasta 120 milímetros, brinda -como el resto- diferentes ajustes a nivel de giro, inclinación y pivote para utilizarlo de la forma más cómoda posible. Aunque estas tareas se completan fácilmente, adaptarlo en altura cuesta un poco si se compara con los otros monitores, porque el mecanismo tiende a encajarse. Por su parte, la calidad de visión asegura una buena experiencia en líneas generales proporcionando hasta siete modos de color: cinema, dynamic contrast, custom, high bright, standard y sRGB.

Aunque no tiene un sistema de altavoces propio, se le podría acoplar empleando alguno de los tres puertos USB 3.0 que incorpora. El resto de sus conexiones físicas incluyen un puerto HDMI 2.0, un DisplayPort 1.2, salida de auriculares y un puerto USB-C con función de carga máxima de 90 W. Gracias a su función Automatic Source Switch, detecta automáticamente los dispositivos que se han conectado, mostrando cuál es la señal correcta evitando así desplazarse entre los menús de la pantalla para seleccionar la entrada correcta.

Monitor 4K LG: la alternativa

Se le saca el máximo partido en el consumo de contenidos multimedia, tareas de edición fotográfica y vídeo y juegos, aunque cabe matizar que no se trata de un modelo dirigido de manera específica al público gamer. Como herramienta de trabajo también ofrece una experiencia óptima, haciendo posible disfrutar de una amplia superficie de visión gracias a las 27 pulgadas de su panel IPS con retroiluminación LED. Además, aprovecha muy bien los márgenes laterales y superior, acrecentando así la sensación de inmersión. En este sentido, es compatible con la tecnología HDR10 y soporta otras características de interés que contribuyen a que la representación de los colores o que los niveles de brillo, nitidez o detalle consigan buenos resultados: es del caso de su tecnología para el estabilizador de negros (BlackStabilizer) o el programa LG Calibration Studio.

Que sea regulable en altura, orientación e inclinación favorece su ergonomía y comodidad al usarlo, como también lo son los ajustes de imagen que permite realizar, pues resultan muy intuitivos. Mientras, el diseño resulta elegante y sofisticado. Nos ha gustado mucho, al igual que el modo en que distribuye las conexiones físicas disponibles. Son las siguientes: dos puertos HDMI 2.0, un DisplayPort 1.4, dos USB 3.0 de clase A, un puerto USB de clase C capaz de transferir una potencia de carga de hasta 96 W y salida para auriculares. Otras características de interés son: dos altavoces, protección parpadeo, peana desmontable tipo ‘OneClick’ y opción montaje en pared.

Monitor 4K AOC

Con un tamaño de pantalla de 27 pulgadas, luce un acabado en negro mate que encaja en toda clase de escritorios. La calidad de sus materiales es buena y el soporte donde descansa toda la estructura se percibe estable y duradero. Esta base posee un diseño pivotante de 180º, lo que implica que pueda adoptar una posición vertical si fuese necesario. Como era de prever, es ajustable en altura (hasta 150 milímetros) e inclinación (-5º/35º).

Provisto de un panel IPS con retroiluminación WLED que ha sido tratado para evitar los molestos brillos, la experiencia de uso ha sido positiva durante las pruebas en términos de ángulos de visión, interpretación de los colores, contraste o nitidez. Además, se agradece que incorpore la tecnología sin parpadeo Flicker-Free y también Blue Light, para que la luz azul que emite la pantalla no dañe la vista, sobre todo tras una exposición prolongada.

Cuenta, por otro lado, con un buen ‘puñado’ de conexiones físicas: un puerto DisplayPort 1.2, dos HDMI 2.0, cuatro USB 3.2 y uno USB de clase C capaz de suministrar hasta 65 W de energía. Además, se ha incluido una salida de auriculares de 3,5 milímetros: el monitor posee, a este respecto, una pareja de altavoces de 2 W de potencia cada uno que suenan bien pero que no ofrecen un volumen demasiado alto.

Monitor 4K Philips

Desde el punto de vista estético no resulta especialmente llamativo. Sin embargo, cabe destacar tanto la calidad de fabricación de la propia pantalla (se trata de un panel IPS antirreflejos de 28 pulgadas con retroilimunación White LED) como de la base donde se asienta. Ajustable en altura (hasta 100 milímetros) e inclinable entre -5º/20º, cuenta en la parte trasera con un pequeño botón que Philips ha bautizado con el nombre de EasySelect: de líneas rectangulares y fácil acceso, se utiliza para realizar los diferentes ajustes (brillo, luminosidad…) antes de utilizarlo. Próximo a este, se ubican las conexiones físicas disponibles: cuatro puertos USB 3.2 (uno compatible con la carga rápida), uno DisplayPort y otro HDMI. Como otros muchos monitores, cuenta también con una salida de audio y una pareja de altavoces. No faltan tampoco el modo ‘LowBlue’ ni la tecnología sin parpadeo que ayudan a reducir la vista cansada.

¿Qué tal la experiencia en el día a día? Como el resto de monitores 4K que participan en la comparativa, esta experiencia ha sido positiva en todos los sentidos tanto al utilizarlo para trabajar como en su desempeño como dispositivo para disfrutar contenidos multimedia gracias a sus tecnologías Ultra Wide-Color (aporta viveza a los colores) y SmartContrast para un contraste más óptimo.

Monitor 4K Lenovo: mejor relación calidad-precio

Del diseño de esta pantalla IPS de 28 pulgadas con retroiluminación WLED nos ha gustado su peana, pues su estética y color aporta un toque distintivo y elegante. Ha resultado ser un modelo bastante equilibrado que cubre perfectamente nuestras necesidades tanto si se utiliza para trabajar como para entretenerse. Así, su calidad de imagen logra una buena valoración: emplea un panel antirreflejos compatible con la tecnología HDR10 que garantiza ángulos de visión correctos y unos colores que ‘huyen’ de la sobresaturación. Mientras, en términos de brillo, detalle o definición no se percibe nada extraño o fuera de lo normal. Al igual que sus adversarios, el fino grosor de sus márgenes laterales y superior acrecienta la sensación de inmersión.

A nivel de ergonomía, no solo permite ajustar la altura (150 milimetros), también personalizar el ángulo de inclinación hacia delante o detrás, o girar 360º cambiando de este modo su orientación. Por su parte, la organización de los cables situados en la parte trasera se resuelve bien para que el escritorio quede perfectamente organizado. Las conexiones que integra son: dos HDMI, un DisplayPort y un conector de audio de 3,5 milímetros.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 10 de junio de 2023.

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