‘Rise of the Rōnin’: el videojuego donde se aprende sobre el Japón feudal aporreando enemigos
La esperada superproducción para Playstation 5 demuestra hasta qué punto las recreaciones históricas de ciertos juegos traspasan lo utilitario y resultan directamente educativas
Disney+ estrenaba recientemente Shōgun, una de las series más esperadas del año, nueva adaptación de la novela homónima de James Clavell de 1975 y una de las producciones más ambiciosas de la temporada en cuanto a épica y espectáculo por el cuidado con el que ...
Disney+ estrenaba recientemente Shōgun, una de las series más esperadas del año, nueva adaptación de la novela homónima de James Clavell de 1975 y una de las producciones más ambiciosas de la temporada en cuanto a épica y espectáculo por el cuidado con el que recreaba el Japón del siglo XVII y el choque de culturas ocasionado por la llegada de los primeros occidentales. La apuesta por la aventura en tierra de samuráis se prolonga ahora con el lanzamiento de Rise of the Rōnin, videojuego para Playstation 5 en el que el estudio nipón Team Ninja ha dedicado algo más de un lustro y que, según dicen en los mentideros, habría contado con un presupuesto de entre 15 y 30 millones de euros. El objetivo es vender cinco millones de copias.
Rise of the Rōnin nos lleva a la segunda mitad del siglo XIX, pleno ocaso del Japón feudal, cuando el shogunato Tokugawa ya había empezado a lidiar con la entrada de los “barcos negros” norteamericanos, llegada con la que se terminó a la fuerza el aislamiento de siglos del archipiélago nipón y a la fuerza se comenzó el comercio con el mundo exterior. La obra de Team Ninja se toma el desarrollo gráfico y la experiencia de juego, con especial énfasis en los combates, tan en serio como se ha tomado la fidedigna recreación de su época. La trama incluye a personajes históricos como el comodoro Perry o Shoin Yoshida y plasma en todo su esplendor ciudades como Edo (actual Tokio), Kioto o Yokohama: no falta detalle ni en su puerto, ni en sus edificios tradicionales ni en sus templos. Incluso se incluyen ruinas de castillos: un recordatorio de que el shōgun Tokugawa había ordenado que cada señor feudal tuviese solo uno.
“En el ámbito historiográfico, la manera de tratar la época de Rise of the Rōnin es muy interesante. Es lo más lejano, por ejemplo, a la película El último samurái, que es muy maniquea contando cosas como que los samuráis no querían utilizar armas de fuego, lo cual es falso”, cuenta el historiador y profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha Daniel Martínez. “Si bien es verdad que al Japón de Rise of the Rōnin le atropella la modernidad, lo cierto es que esa modernidad desencadena determinados acontecimientos políticos importantes”.
Martínez es un ejemplo de hasta qué punto se han diversificado los perfiles que rodean a la industria del videojuego y cómo la relevancia del medio trasciende la cultura popular y se extiende por todo tipo de sectores, incluido el académico. Él, que aportó contexto histórico durante la presentación a los medios de Rise of the Rōnin en España, recuerda que varios de sus alumnos se han interesado por la historia “gracias a [videojuegos] como Age of Empires. Además, títulos como Assassin’s Creed tienen un modo llamado discovery tour que permite conocer Roma y Egipto, acercando al espectador contenido didáctico elaborado con la participación de expertos en los distintos periodos”.
Abunda el historiador: “Yo he pasado gran parte de mi vida en Japón, y en ese país la historia se trata de una manera muy atractiva. Este juego trata de mezclar lo visualmente atractivo de forma que, en el fondo, te enseñe algo, e incluso tiene un cierto apartado enciclopédico”. Él mismo destaca que Rise of the Rōnin habla de hechos que se estudian en el bachillerato japonés.
Sin embargo, apunta a algo que se debe tener muy claro en cualquier producto de estas características: “Se está viendo una ficción. Creo que la mayoría de los historiadores somos conscientes de ello, aunque otra cosa es que cuando estás jugando esperas una cierta fidelidad histórica”.