El remedio noruego contra el bajón posvacacional
¿Triste porque se han acabado las vacaciones de verano? Renovar la ilusión de un nuevo viaje puede ser la terapia. Si es cómodo, con baja tasa de emisiones y una buena relación calidad-precio, mejor que mejor.
A veces las vacaciones no son todo lo reparadoras que quisiéramos. Según el último informe de Adecco Group, experto mundial en Recursos Humanos, los países como España con la costumbre de encadenar hasta cuatro semanas en verano están más expuestos al síndrome de depresión posvacacional. Lógico, tomar distancia durante tantos días seguidos hace que el regreso a la rutina sea más traumático.
De hecho, es una tendencia al alza. El año pasado creció un 4% el número de empleados afectados por el síndrome. Ya son el 37%, y la mayoría del resto tampoco se libra de alguno de los síntomas habituales —aunque no lleguen a un grado tan preocupante— como cuadros de estrés, sensación de fatiga o de poca energía, baja concentración y mal humor.
Las recomendaciones de psicólogos y expertos en salud laboral son de sentido común. Por ejemplo, partir en dos las vacaciones para no consumirlas de un tirón, regresar a casa unos días antes, irse acostumbrando al horario laboral, empezar con las tareas menos tediosas o mantener una actitud positiva apoyándose en actividades gratificantes de ocio o cultura.
Ayuda tener una válvula de escape en forma de proyecto. Por eso, planificar otro viaje en el horizonte próximo puede renovar la ilusión, como cuando regresamos de un gran finde y al final de esa semana hay puente. Seguro que ese lunes es más amable.
Si no se considera esta opción es por dos factores combinados: los gastos veraniegos han adelgazado el bolsillo y la creencia de que los viajes internacionales son caros. Sin embargo, las opciones de vuelos low-cost a menudo permiten cambiar de país con un coste menor que una escapada a otra comunidad autónoma. Todo depende de la planificación y dar con la oferta.
La aerolínea Norwegian es un exponente de ese tipo de compañías que compiten en la relación calidad-precio. De hecho, durante cinco años consecutivos los pasajeros la han elegido como la mejor low-cost de largo radio del mundo; y durante seis años seguidos como la mejor low-cost de bajo coste en Europa (premios Skytrax).
La compañía explica que son varios los motivos de ese reconocimiento. “Un mapa muy versátil, con unas 500 rutas a 150 destinos en todo el mundo. Nuestro emblema es el viaje personal y personalizado, a partir de una tarifa básica y económica, añades solo los servicios que quieras, nunca pagas por lo que no usas.
Una de las flotas de aviones más modernas y respetuosas con el medio ambiente: WiFi gratis a bordo, snack-bar a través de pantalla táctil, última versión en sistemas de entretenimiento (vídeo, juegos, mapas interactivos, etc.).
También ofrecemos nuestra cabina premium. No hace falta gastarse una fortuna para disfrutar de una experiencia de vuelo aún más confortable”.
Rumbo a Estados Unidos
Cuánto más lejos es la escapada de finde, puente o Navidad, más desconexión. Están de moda los destinos con tierra y mar de por medio como Estados Unidos. Por ejemplo, a tres de sus ciudades más vibrantes:
New York, New York. La urbe excitante por excelencia, un mito para todos los viajeros y capital de la cultura, el entretenimiento, el comercio, la gastronomía... Elige tú mismo, todo es recomendable.
Los Ángeles para visitar el Mexican Marketplace de Olvera Street con el sabor más tradicional de la metrópolis, los lugares icónicos del séptimo arte en Hollywood, las playas de Venice o Griffith Park.
San Francisco, la ciudad más abierta y con la mayor concentración de talento tecnológico. Puedes perderte en una de las urbes más bonitas de EE.UU. pero debes visitar Dolores Park (en el barrio de Mission, uno de los de mayor actividad cultural), Union Square o la postal de la bahía y el Golden Gate.
Este contenido patrocinado por Norwegian ha sido redactad por un colaborador de EL PAÍS.