Bangkok, una ciudad para comérsela

Bangkok cuenta con más de 11.000 restaurantes y decenas de miles de puestos de comida. Día y noche, los vendedores se reúnen en los mercados, surcan las calles secundarias con sus carritos o estacionan en las aceras para cocinar todo tipo de comida ya sea hervida, frita, a la parrilla, marinada o a golpe de mortero.

Una de las calles más populares para probar bocado es Sukhunvit 38, junto a la salida de metro elevado de Thong Lor. Los carritos de comida abren a un lado y otro de la calle a partir de las 19.00 y la oferta de platos locales es tan amplia que es difícil saber por dónde empezar. Aquí se puede encontrar todo tipo de zumos, sopas de fideos, carne a la barbacoa, ensaladas de papaya verde o postres tan deliciosos como el mango sticky rice, preparado con arroz, leche de coco y mangos frescos. El plato de comida cuesta alrededor de un euro.

Los mercados de la capital tailandesa también son una buena opción para probar comida local. Los vendedores acostumbran a operar en grupo, lo que significa que puedes ir cada noche y tener una opción diferente de comida. Uno de los más conocidos es el mercado de Onnut, situado en la parada de metro elevado con el mismo nombre, que permanece abierto todos los días desde las 16.00 hasta las 22.00 con música en directo y oferta de bebidas.Para los menos atrevidos existe una alternativa a los puestos callejeros que, en algunos casos, resultan algo intimidantes: los foodcorts de los centros comerciales de Bangkok, muy frecuentados también por los tailandeses. La oferta de comida sigue siendo muy amplia, suele haber fotografías de cada uno de los platos, se cuida más la limpieza y los precios son muy asequibles.

En Tailandia los lugareños comen a cualquier hora, por lo que la comida siempre está disponible en cualquier lugar.

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