Viñas en la arcilla

Amancio Fernández, técnico curtido en las lides bercianas del buen vino, sabe que no todo tiene que ser pizarra, y que de terrenos arcillosos pueden salir grandes vinos tintos como demuestra sobradamente la región bordelesa de Pomerol, con su vino Petrus a la cabeza. ¿Por qué no puede ocurrir lo mismo en el Bierzo? Puesto a ello, Amancio Fernández ha elaborado por separado las uvas de 21 pequeñas parcelas de viñedo con casi setenta años. Su objetivo: obtener vinos de finca más suaves, sutiles y elegantes, en línea con lo que se demanda hoy por los consumidores saturados de tintos oscuros, concentrados y casi masticables.

Las sucesivas elaboraciones han ido afinando la propuesta de Altos de Losada, hasta redondear el perfil con esta añada 2010, sin duda su vino más logrado hasta la fecha. Aquí, los frutillos negros silvestres, frescos y aromáticos se embeben de la cremosidad aportada por el mejor roble francés (Bertrange, Bourgogne, Allier) para componer una gozosa melodía en la que armonizan, elegantemente, las notas de hierbas balsámicas con el brillante contrapunto de las especias (cálidas y picantes) junto al juego de tostados.

La hondura sápida, de gusto térreo, se manifiesta ágil pero potente en el paso de boca, con un impacto ligeramente licoroso que no perturban el goce de sus maduros taninos. Otra forma de afrontar y desvelar los increíbles tesoros de la mejor mencía.