Mapa de las cerveceras checas
Dos recomendaciones en Praga: un clásico, Pivovarsky Dum, y una novedad, Pivovar Marina
Uno de los principales reclamos de la República Checa para los españoles es su cerveza. No es casualidad que la que más se consume en el planeta, de estilo Plzen o Pilsen, tome su nombre de la ciudad situada a 90 kilómetros al suroeste de Praga. La República Checa no tiene una cuota significativa en el mercado mundial y apenas exporta un 10% de su producción. Sin embargo, las grandes marcas checas llevan tiempo instaladas en algunos supermercados y pubs españoles.
Pero, ¿son éstas las únicas cervezas que se producen en Chequia? Definitivamente no. Petr Novotný explica en su Mapa de las cerveceras checas que en las últimas dos décadas más de 130 pequeñas fábricas (entre micros, brewpubs y restaurantes) han ido abriendo sus puertas por todo el país y su número sigue en aumento cada año.
El territorio que ocupa en la actualidad la República Checa —algo menor que Andalucía— contaba con más de 3.000 productores de cerveza en el siglo XVII. La Guerra de los 30 años, los cambios tecnológicos del siglo XIX y, finalmente, 45 años de economía planificada socialista en el XX acabaron casi por completo con esta tradición a la que ahora los checos quieren devolverle la salud de sus mejores años.
Esa nueva red de pequeñas fábricas, brewpubs y restaurantes hace que venir a Praga sea, para los amantes de la cerveza, una oportunidad de probar la que promocionan como la mejor lager (fermentación baja) del mundo. Éstos son dos ejemplos de dónde pueden encontrarse estos brebajes que pasan de los tanques de maduración directamente a nuestros vasos.
El primero de ellos es ya un clásico en Praga: Pivovarsky Dum (Ječná 14 120 44 Praha 2; +42 0 296216666). Este restaurante elabora su propia cerveza desde 1998, cuando varios ingenieros con experiencia en grandes fábricas decidieron crear una nueva siguiendo el estilo clásico de la lager Bohemia.
En el local se respira una verdadera cultura cervecera ya que aquí es posible ver tanto el momento de la elaboración en las calderas como en los tanques abiertos de fermentación primaria. Además, se puede disfrutar de la comida tradicional checa bien elaborada y a buen precio. Junto a la oferta de cervezas de la casa, también se ofrece la magnífica Russian Imperial Stout de Benedict, que ellos mismos fabrican en el Monasterio de Břevnov (sede de la primera cervecera checa con licencia real en el año 911). Su sala de cocciones es cinco veces mayor que la del restaurante.
El segundo brewpub es toda una novedad. Pivovar Marina (Jankovcova 12 Prague; +42 0 220571183) abrió en febrero de 2013 a orillas de uno de los canales de la ciudad, en el barrio de Holesovice. La excursión merece la pena por varios motivos. Uno es la cerveza, que se cuece allí y se fermenta y madura en una bodega también a la vista del público (hacen dos rubias, una lager negra y una de trigo). Y el otro es su ubicación: el restaurante está instalado en un barracón del viejo puerto fluvial totalmente rehabilitado. Los altos techos, sostenidos con vigas de madera vistas, albergan la pequeña fábrica y dos restaurantes. Aquí se puede disfrutar tanto de la cocina tradicional checa como de una comida más ligera en el restaurante italiano.
Y como no solo de lager vive el hombre, los fabricantes están empezando a experimentar con otro tipo de cervezas, lo que obliga a los maestros a competir, no en marketing, sino en calidad.
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