Pan de hogar
LA CASONA DE LOS GÜELITOS, una posada familiar en Santillana del Mar
De los güelitos, de los papasesy de otros familiares más antiguos también... Maite Lozano heredó una casona cuyo origen se sitúa, que se sepa, en el año 1600, no muy posterior al de la mayoría de casas en Santillana del Mar ni muy diferente en su tipología. Dos plantas de sillería, espacio delantero abierto y otro detrás que servía de corral, balcones de forja o madera, solanas y algún que otro destello blasonado, como corresponde al inicio de la arquitectura barroca en el norte de España. Aunque la casa no se encuentre en el centro monumental de Santillana, casi se puede ir a pie. Dista no más de un kilómetro.
Puntuación: 6,5 | |
Arquitectura | 7 |
Decoración | 6 |
Estado de conservación | 7 |
Confortabilidad habitaciones | 6 |
Aseos | 6 |
Ambiente | 6 |
Desayuno | 7 |
Atención | 10 |
Tranquilidad | 9 |
Instalaciones | 4 |
La propietaria y su marido, José Valdor, se han roto el espinazo de tanto trabajar en su reforma. Había que convertirla en un alojamiento turístico de 11 habitaciones y habilitar lugares para los desayunos, las veladas al calor de la chimenea y el juego de los niños. Desde hace unos días, la posada añade a su oferta unas instalaciones muy tentadoras para los amantes de la bici. El garaje se ha habilitado como taller de reparaciones, sala de custodia y tren de lavado, certificado por el sello de calidad Bikefriendly. Ya no hay excusas para olvidarse de Los Güelitos en las rutas de cicloturismo.
Los dormitorios resumen, en tan poco espacio como palabras, lo rústico que puede llegar a ser el turismo de interior. Encontramos en ellos las consabidas gasas y borlas en las ventanas, las lamparitas de tela fruncida, los cabeceros de forja, los caminos de mesa, los detalles florales y, por supuesto, las paredes tintadas de colores. En algunos cabe una cama supletoria. En otros, ni eso. Pero todos gozan de vistas al pequeño jardín que rodea la casa, deliciosamente rasurado por un robot cortacésped. Para que luego digan que turismo rural y tecnología están reñidos.
Al contrario, Maite y José piensan que ese tiempo ahorrado en la higiene del jardín posee un mejor empleo en la cocina, donde no hay día en que uno u otro agasajen al huésped con lo mejor del recetario popular cántabro. Cocido montañés o una simple ensalada de melocotones rellenos. Y esa variedad de panes que extraen cada mañana del horno, calientes y olorosos, para ser servidos en la mesa del desayuno, en el comedor porticado de la posada... Quién se resiste a repetir plato y repetir foto. Porque no hay mejor recuerdo de la estancia que llevarse un cuscurro envuelto en papel de seda o una imagen tomada con el móvil y compartida inmediatamente con los amigos.
La Casona de los Güelitos
- Categoría: posada de Cantabria Infinita.
- Dirección: Barrio Vispieres, 8. Santillana del Mar, Cantabria.
- Teléfonos: 942 82 19 15 y 616 23 66 37.
- Web: www.lacasonadelosguelitos.com.
- Instalaciones: aparcamiento interior protegido, jardín, área infantil, salón con chimenea, comedor de desayunos.
- Habitaciones: 11 dobles.
- Servicios: no tiene habitaciones adaptadas para discapacitados, no admite animales.
- Precios: desde 59 euros la habitación familiar, IVA incluido; desayuno, 4 euros.
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