Campanadas vietnamitas

Lolita decidió pasar las Navidades de 2004 en Vietnam con sus amigos Iván y Mónica. La artista, que acaba de estrenar la comedia musical Sofocos (mañana en Basauri y a partir del 10 de enero en el teatro Nuevo Apolo de Madrid), despidió el año con licor de arroz. Cenó en Nochebuena con su familia y embarcó el día 25.

¿Cómo se portó Papá Noel?

El comienzo no fue un regalazo. Tras 20 horas de vuelo, escala incluida en Hong Kong, llegamos a Hanói y nos enteramos de que un tsunami había afectado al sureste asiático. Por suerte, a Vietnam no.

¿Qué hicieron en Hanói?

Aclimatarnos. Una tarde, en pleno centro, alguien me dice: “¡Lolita!”. Era un conocido de Bilbao.

¿Se quedaron para Nochevieja?

¡Uy! para esa fecha ya estábamos en la región montañosa de Sapa. Recorrimos el país en tren, en autobús, en ricksaw… Navegamos por el Mekong, cruzamos la impresionante bahía de Ha Long, entre las montañas, y casi llegamos hasta Camboya. La noche del 31 de diciembre dormíamos en una casita en Sapa, una zona bastante aislada. Nos alojábamos en viviendas de locales. Pasamos la velada con ellos.

¿Tomaron las uvas?

Después de cenar, los cinco (mis amigos, la pareja dueños de la casa y yo), nos sentamos en el suelo. Empezamos a tomar licor de arroz. Acabamos la botella y, ya algo animados, la usamos para dar las campanadas con golpecitos en el suelo.

¿Se arrancó a cantar?

En algún momento lo hice, sí. Fue una de las Nocheviejas más especiales.

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