25 fotos25 historias de la playaDe Asturias a Cuba, las mejores fotografías playeras de nuestros lectoresElena Sevillano31 ago 2012 - 13:04CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceA principios de 2012, la argentina María Ximena Venturini, que ahora vive en Madrid, hizo un viaje a Brasil con su pareja. “Viajamos a Isla Grande en enero y llegamos a la playa López Méndez, que encontramos completamente vacía. Era mediodía y solo estábamos mi chico y yo. Había un sol precioso, aquella inmensidad, la sensación de soledad... Me pareció un momento muy especial, así que busqué el encuadre, coloqué la cámara, puse el automático y corrí a tumbarme en la arena. Soy yo quien aparece en la foto. No la repetí, salió al primer disparo”, relata.María Ximena VenturiniMario Mesa, madrileño, fotógrafo aficionado (ha sido presidente de una asociación fotográfica), siempre se mueve con la cámara a cuestas y confiesa que sus viajes son la excusa para darle al clic. Lleva un par de años trabajando con los reflejos, a los que define como “ese mundo paralelo al que normalmente no prestamos atención”. Esta imagen tomada en la playa de Colunga pretende, precisamente, darle la vuelta a la tortilla y lograr que el reflejo se lleve todo el protagonismo. Suele retratar playas del norte de España, y muchas asturianas, como ésta, ahora que su hija estudia en aquella comunidad autónoma.Mario MesaA Rafael Martí y a su primo Alejandro les gusta ir a nadar cuando comparten vacaciones familiares en Calarromana (Tarragona). “Nos encontrábamos a unos 500 metros de la orilla cuando noté una sombra bastante grande”, explica Rafael, nacido en Valencia y viviendo en Francia actualmente. Tras el susto inicial descubrieron que se trataba de una medusa de casi un metro de longitud. “Mi primo fue al apartamento a por la cámara submarina y yo me quedé durante 20 minutos en el agua, con el bicho, empujándolo por la umbrela, para que no se fuera... Se me hizo pesado, las medusas no tienen una conversación muy interesante”, bromea. Alejandro volvió y tomamos esta imagen. Ya en tierra investigaron y resultó que su compañera de foto era una rhizostoma pulmo de tamaño considerable, solitaria y bastante venenosa. Gulp.Rafael MartíEn la playa de Maspalomas, sur de Gran Canaria, hay una zona destinada a nudistas. Delante del canario Marcos Padilla se sentaba una pareja inglesa que tomaba el sol en bañador y se lo quitaba para ir al agua. Al autor de esta imagen le gustó cómo quedó el bikini de la mujer colocado en la sombrilla, y pidió permiso para fotografiar la escena. “Lo demás es ordenador: saturar el color de la sombrilla, silla y ropa, para resaltarlo más; oscurecer un poco el cielo, resaltar las nubes... Los colores están muy saturados, quería que la foto tuviese el estilo de un cuadro de Van Gogh”, dice. Utilizó el flash de relleno para aclarar el primer plano, evitando así sombras o que la luz del sol a través de la sombrilla no tiñera de naranja el resto de tonalidades.Marcos PadillaJoan Soldevila, de Barcelona, es un enamorado de la Costa Brava. Y de rincones como Cap Roig, que de lejos parece una isla pero en realidad es una diminuta península, entre Platja d'Aro y Calonge. “Me da sensación de soledad, de islote perdido en cualquier lugar del mundo”, describe. Semejante ausencia de paisanaje en una costa tan turística solo se consigue en invierno, claro. “Creo que fue en febrero, paseando con mi esposa por el camino de ronda; esa ruta reúne, en mi opinión, los mejores paisajes”.Joan SoldevilaRicardo Duerto, de Zaragoza, ha tomado esta perspectiva de la arena blanca y fina, con vegetación en primer plano y el mar al fondo, que caracteriza a la playa de Laxe, en A Coruña: urbana, de unos dos kilómetros de longitud, aguas tranquilas y limpias, y a resguardo en la ría.Ricardo Duerto“Estaba en Mazagón de visita cuando de repente llegó la calima, una ola de calor procedente del Sahara, cargada de arena. Bajé a la playa a buscar un buen lugar para esperar el atardecer, que sabía que iba a ser impresionante, cargado de color, misterioso, fantasmagórico”, recuerda su autor, el onubense Luís García Jurado-Centurión. Cuando disparó se dio cuenta de que un niño había entrada corriendo en plano; repitió la toma sin niño pero ya no le gustó. Suelen preguntarle si se trata de una playa española. “A muchos les recuerda a una marroquí o tunecina, en cierto modo es normal, nos encontramos a escasos kilómetros”, relata.Luís García Jurado-CenturiónJuan Pedro Aucejo (de Sagunto, Valencia) visitó Malta este verano, y quiso hacer un mini-crucero a la Blue Lagoon, que, según se había informado, era una de las playas más bonitas de la isla. Fue, en efecto, la que más le gustó y, durante las cuatro horas que permaneció en ella, la estuvo retratando con su cámara, que siempre lo acompaña a sus viajes. “No hay arena, sino pequeñas cuevas con sillas y sombrillas para alquilar”, describe. Uno se baña en un estrecho canal de aguas limpias y turquesas, que se puede pasar caminando, entre la isla de Comino y la más pequeña de Cominotto.Juan Pedro AucejoLourdes Pacheco se fue de vacaciones con varias amigas a la isla de Cerdeña (Italia). Todas las playas le parecieron preciosas a la malagueña, pero ésta de Poetto, en Cagliari, fue la que finalmente salió retratada, por una cuestión básicamente meteorológica: “Hacía demasiado viento, así que nos dedicamos a hacer fotos”.Lourdes PachecoLa madrileña Elena Bayón viaja mucho por su trabajo como azafata, y siempre vuela con cámara de fotos. “En este caso era una línea estupenda con tres días libres en Recife, capital del Estado de Pernambuco. Yo ya conocía Río de Janeiro y Sao Paulo pero no esta parte de Brasil. Nos fuimos a Porto de Galinhas, porque nos habían dicho que era una de las playas más bonitas del país”. No defraudó. “Estábamos dando un paseo por la orilla cuando hice la foto porque el sitio era realmente impresionante”. Tuvo suerte porque justo después empezó a llover a mares.Elena BayónMiren Rico y su chico, de Pamplona, paseaban por Jávea durante sus vacaciones de Semana Santa cuando llegaron a este trozo de costa lleno de chinorro. “Apoyamos la cámara en un barquito abandonado que había en la orilla y le dimos al automático”. Después se pusieron a hacer chipi-chapas: lanzar piedras para que reboten en el agua. “Siempre habíamos jugado a eso en el río, fue la primera vez que hicimos chipi-chapas en una playa. ¡Era perfecta, con sus piedras redondeadas!”.Miren RicoLa fotografía "Pensando en mi ola" fue tomada en la playa de Famara en Lanzarote, con el móvil. “Tengo mi buena cámara reflex pero no siempre la llevo conmigo. El iPhone, sí”, cuenta el autor, Claudio Valiente (Mairena del Alcor, Sevilla)Claudio Valiente“Las maderas son restos de tormentas que el mar arrastra. Se trata de Cayo Jutías, en Cuba, una playa natural, sin contaminar, que conserva lo que nosotros hemos perdido en muchas partes de España. Así que le pedí a mi novia que se pusiera para una foto”, cuenta Cristóbal Jorge (de Caudete, Albacete).Cristóbal JorgeGregorio Cordini tomó esta imagen en la playa de Saint James, cerca de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), muy característica y conocida por el colorido de sus casetas, que se utilizan para guardar los equipos de surf. “Además posee una piscina de rocas muy rica en criaturas marina, y de agua más cálida, lo que la hace ideal para los niños”.Gregorio Cordini“La foto está tomada en la playa de Valdevaqueros, en Tarifa (Cádiz) y la he titulado "Peina el viento”, relata Germán Muñoz (de Lucena, Córdoba).Germán Muñoz“Es Praia Grande, en la Costa oeste de Portugal, cerca del parque natural de Sintra-Cascais. Desde un acantilado diviso como un niño va y viene sin parar, de la arena al mar, del mar a la arena y sus pisadas, junto con las de otra gente, forman unas lineas compositivas muy interesantes”, dice Esther Guillem (de Ibi, Alicante).Esther GuillemLa foto está tomada en el Robert Moses State Park, en Long Island, en el Estado de Nueva York, Estados Unidos y su autor es Marc Díaz (de Tarragona).Marc Díaz“Mi sobrina pensó que con esa arena tan gorda era imposible hacer castillos en la playa; por eso, con paciencia y mucho material, decidió construir estos bloques de apartamentos en la playa. Creo que de mayor será promotora de viviendas y puede que disfrute de otra burbuja inmobiliaria”, dice Pilar Flores (Granada).Pilar Flores“Me animé a enviar esta fotografía porque la playa pertenece a la isla de Banedup, en el archipiélago de Kuna Yala (Panamá). Pasé unos días impresionantes allí y acabo de conocer la noticia de que, debido a la subida del nivel del mar provocada por el cambio climático, sus habitantes seguramente deberán abandonarla en unos años”, dice Esther Esono (de Barcelona).Esther Esono“Tomé la imagen en una zona rocosa de una playa cercana a La Savina, donde me senté a disfrutar de un precioso atardecer. Casi me caigo de una roca donde me había situado, era el lugar perfecto, aunque algo peligrosillo", relata Beatriz Casado (de Madrid).Beatriz CasadoLa foto fue tomada en la isla griega de Zante, o Zakinthos, en su bahía Navagio. Y su autor es Raúl Robaina (de Las Palmas de Gran Canaria).Raúl Robaina“El arquitecto Álvaro Siza diseñó unas piscinas marinas que se integran en el paisaje de manera impecable. El proyecto permite disfrutar de un lugar caracterizado por su fuerte oleaje, en un litoral anteriormente muy deteriorado”, recuerda Irene Garrido (de Madrid).Irene Garrido“Era la primera vez que visitaba Toranda. La foto está tomada con un iPhone 4S y tratada con un filtro de Instagram. Todo me pareció armonioso, lejos del ruido, el asfalto y la vorágine de la ciudad. El mar tan azul, la montaña tan verde, ese cielo despejado y el rojo intenso que aporta el parapente dan forma a uno de los grandes recuerdos del verano que estamos a punto de despedir” (Paula Quintana, cántabra residente en Madrid).Paula Quintana“Los días de sol y viento son frecuentes en playa El Agua, en Margarita, en Venezuela. Es una de las más bonitas de la isla”, explica el autor de la foto, Gabriel Duque (de Caracas, Venezuela).Gabriel Duque“Mi niño de seis años jugando con las olas a las ocho de la tarde en Puzol, Valencia”, cuenta Víctor Claramunt, vizcaíno que vive actualmente en Valencia.Víctor Claramunt