El poder de la nariz

"El olfato es el sentido olvidado, y los aromas están en nuestras vidas, aunque no lo pensemos. Te atan a la realidad, al trabajo, a los afectos, a los deberes y a los placeres", explica Concha Vargas, directora del Museo de los Aromas, un original espacio que se inauguró el pasado 5 de mayo en Santa Cruz de la Salceda, una localidad de Burgos de apenas 200 habitantes.

Mejorana, orégano, espliego, hierba, humo... hasta cien fragancias invitan a reconocerlas y a descubrir de qué manera nos afectan. Hay aromas que sanan (eucalipto, manzanilla, menta), o que enamoran (jazmín, violeta, canela, rosa, azahar); los hay que avisan de algún peligro (el olor a gas), o que evocan recuerdos.

En la creación del Museo de los Aromas han colaborado científicos del CSIC y de la Sociedad Española de Otorrinolaringología, además del químico judío Abraham Tamir, fundador del Museo del Arte y de la Ciencia de Negev (Israel). Además de ser un espacio lúdico, la idea es que funcione como un centro de investigación sobre temas como la sinestesia (cuando se huelen los colores o se ven los olores, por ejemplo) o los efectos de los aromas en la conducta humana: el olfato conecta directamente con la zona del cerebro responsable de las emociones.

Reivindicar el poder de la nariz y atraer turismo al pueblo han sido los objetivos de esta iniciativa, que se suma a otros museos de la Ribera del Duero, como el del Vino de Peñafiel (Valladolid), el de las bodegas de Acevin en

Aranda de Duero y el Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes, ambos en Burgos.

» Museo de los Aromas (www.museodelosaromas. com; 947 55 74 42). Santa Cruz de la Salceda (Burgos). 5 euros (niños, 3).