Audaz y juvenil
La maturana, tinta y blanca, es uva tenida por la más antigua de Rioja. Y, naturalmente, en peligro de extinción, dado su poco rendimiento. Hasta que en 1991, un proyecto de I+D de la Universidad de La Rioja, dirigido por Fernando Martínez de Toda, la sacó del olvido. Ahora, una bodega con aspiraciones de singularidad, la de Martínez Alesanco, pone en el mercado, con el sugestivo nombre de Nada Que Ver, su primer tinto elaborado con maturana de sus propios viñedos. El vino, presentado con un diseño audaz, juvenil y rompedor, obra de la enóloga Pilar Torrecilla, está bien dotado de color, estructura y acidez. En nariz posee un amplio y variado conjunto aromático, rico en pequeños frutos rojos, con el aporte elegante de la flor de violeta, cacao, ahumados y especias, y la impronta terrosa del suelo. En boca es amplio y gustoso, con un nítido sabor a fruta, taninos mórbidos, la presencia discreta de la madera y un largo final.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.