Luces, lumbre y acción

Planes diferentes con el dominador común de la hospitalidad invernal de sus gentes y sus guisos. Salamanca entre música polifónica, relojes y radios; León invadida por la magia y una ruta por la historia y la naturaleza de Sigüenza al son de la caída de la nieve

Gospel, curiosidades y luces

La plaza Mayor de Salamanca brilla aún más desde ahora y hasta que reciba la visita del nuevo año. Un enorme abeto forjado de Navidad irradia de azul al oro de las paredes de este cuadrilátero, irregular, pero asombrosamente armónico, tal y como la definía Unamuno. Terminar aquí al caer la luz y tomarse un respiro en el café Novelty ayuda al viajero a saborear el recorrido hecho por la villa del Tormes. Más de sesenta calles y plazas de toda la ciudad se iluminan con arcos y adornos que trepan en sus farolas.

Revisitar Salamanca , aún sabiéndola, sigue sorprendiendo. Se puede terminar el año a la vez que se aprecian dos colecciones que nos trasladan a otras épocas. "La mirada del tiempo" en el Convento de las Madres Agustinas, calle Compañía, 43, es una muestra de más de 200 relojes fabricados entre 1800 y 1925, piezas muy variadas y estilos que harán detenernos en el tiempo. Se puede continuar con esta evocación del pasado, una marcha de no más de quince minutos a pie, acercándose al Museo Comercial , Avda Campoamor s/n, para contemplar la exposición "Los sonidos de ayer", una muestra centrada en el mundo de la radio, un recorrido por su historia, orígenes en los que el visitante podrá ver los antiguos aparatos y escuchar algunas emisiones radiofónicas. La entrada es gratuita en ambas.

Al ambiente navideño de Salamanca se le suman siete conciertos polifónicos que podrán escucharse a lo largo del mes de diciembre. Todos se celebrarán en el Teatro Liceo salvo el "Gospel Choir" que tendrá lugar en el CAEM el día 29 de diciembre a las 20:30. El grupo vocal de Alabama cuenta con figuras como Francine Murphy, una portentosa voz nominada a los premios Grammy.

Una opción para disfrutar de la última noche del año con vistas a la silueta monumental de la ciudad charra es hacerlo en el Parador de Salamanca , C/ Teso de la Feria, 2. Ofrecen un completo paquete de Nochevieja y año nuevo, para todos aquellos que quieran aprovechar al máximo las últimas horas del 2010, en el que se podrá realizar una visita con guía oficial incluida a la ciudad monumental de Salamanca. El menú especial, en el que no faltará el delicioso jamón de Guijuelo, está elaborado con exquisitos productos de la tierra con ciertos toques creativos. Cotillón con barra libre y música en directo hasta las tres de la mañana, alojamiento y brunch de año nuevo, con el necesario y genuino chocolate con churros, por 300 euros por persona.

Un río dulce y otro salado

Historia, granito y verde. La ciudad medieval de Sigüenza luce orgullosa su pasado, que sintetiza la historia de España. Desde asentamientos prehistóricos hasta su esplendor medieval, fue previamente plaza estratégica de importancia para los romanos, en un recodo de la calzada hacia Emérita Augusta. Reconquistada a los sarracenos, creció como villa bajo el gobierno clerical: por algo es conocida como la ciudad de los Cien Obispos. Y extramuros, un fértil valle que acumula mucho verde alrededor.

La mejor muestra es el actual Parque Natural del Barranco del Río Dulce. Desde Sigüenza parte una ruta que entra al cañón bajo las ruinas del imponente torreón de Pelegrina, pueblo cercano. Hasta Aragosa, el río Dulce discurre sinuoso por un hermoso y vertical desfiladero que el propio cauce excavó paciente durante siglos. Se puede recorrer íntegramente por sendas tranquilas y muy instructivas, bien señalizadas y sin dificultad alguna (incluso hay una adaptada a invidentes). Lo mejor es informarse previamente sobre distancias y posibles itinerarios en el Centro de Interpretación de Mandayona (949 30 59 48 - cimandayona@jccm.es ). Y antes de partir, merece la pena disfrutar de la panorámica desde el mirador de Félix Rodríguez de la Fuente, homenaje al desaparecido divulgador que tanto tiempo pasó en estos parajes (se conserva la caseta donde guardaba su equipo de filmación en la hoz de Pelegrina).

El regreso a Sigüenza se puede alargar o acortar al gusto. Un recorrido circular (por carretera) puede incluir la ciudad encantada de Tamajón o el cañón del río (literalmente) Salado, accesible desde el pueblo de Santamera. También las abandonadas salinas de Imón, que datan del siglo X y llegaron a ser las de mayor productividad de la península.

Retornar al punto de partida cuenta con la recompensa de parada y fonda en un castillo de leyenda, que acoge al Parador de Sigüenza :calor de chimenea y manjares en la mesa. Emplazado en una alcazaba árabe, domina la villa desde lo alto y acoge al viajero con tradicional mobiliario castellano de madera rústica en amplias y acogedoras habitaciones, un empedrado patio interior y el señorial comedor donde se degustan, preferentemente, huevos fritos con migas y torreznos, cabrito lechal al horno y de postre, los famosos borrachitos seguntinos. Para Nochebuena, además, la exquisitez de su cocina se traducirá en un menú especial para la ocasión, en una de las veladas más especiales del año.

León... vive la magia

Los primeros copos de nieve anuncian la llegada del invierno y de la navidad. Indispensable, abrigarse bien antes de salir de casa.

El Festival Internacional de Magia llenará las calles del centro de la ciudad de magos, con más de 200 actuaciones. Entre Botines y la Calle Ancha, puede verse también el mercadillo navideño, que introduce al viajero en el Barrio Romántico, y el Belén de la Plaza de San Marcelo, en el que la mula, el buey y el resto de animales vivientes se convierten en los protagonistas del lugar. Estamos en el Casco Antiguo de la ciudad. En lo alto, la Catedral. Admirar la iluminación nocturna de las vidrieras merece la pena. Como también lo merece, recorrer las calles del Barrio Húmedo. En la Plaza de San Martín y de Don Gutiérrez han instalado carpas del 26 al 30 de diciembre. Fechas en las que también se celebrarán las galas de magia en el Auditorio Ciudad de León.

Para pasar la última noche del año, el Parador de San Marcos es aún más mágico. Desde el siglo XVI el Monasterio ha sabido guardar la esencia de la historia que esculpe cada una de sus piedras. Para hacerlo más especial se ha preparado un menú para la ocasión . El precio es de 175 euros e incluye el posterior baile con orquesta, la barra libre hasta las 5 de la madrugada y un primer desayuno de chocolate con churros o sopas de pan y ajo colada para reponer fuerzas antes de irse a la cama. Alojarse en el antiguo monasterio, con la promoción "Tarifa Única", puede costar unos 110 euros, desayuno incluido. Los clientes no alojados que quieran disfrutar del Brunch de Año Nuevo, tendrán que abonar 20 euros por persona.