Ni 'mapa', ni 'sonidos', ni solo Tokio

Al contrario de la cara que las películas sobre Japón se empeñan en mostrar, el salto cultural no es tan dramático. Además de extremadamente agradable, no es tan difícil comunicarse con los japoneses. Y a cierta distancia del Mapa de los sonidos de Tokio de Isabel Coixet, no todo es sushi sobre mujeres desnudas, mercados de pescado y hoteles del amor. Superado el jet lag, sobrevivir a un viaje a Japón es francamente sencillo.

Lo primero que hay que saber al planificar un viaje a Japón por libre es que no es precisamente un destino barato. Eso no significa que vaya a costarnos un ojo de la cara, pero sí conviene ser cuidadosos a la hora de planificar nuestra visita, para evitar que el coste se dispare.

¿Cuál es tu destino de vacaciones?

Como siempre, anticipar la compra del vuelo lo máximo posible ayuda a reducir gastos. Iberia (escala en Londres), Etihad Airlines (escala en Abu Dabi) o Klm (escala en Ámsterdam) son algunas de las compañías que unen Madrid y Tokio. Pero las opciones son muy amplias.

No hace falta visado

Una de las mejores noticias al planificar las vacaciones es que los españoles que viajen por un periodo máximo de 90 días no necesitan visado. Esto es así siempre el motivo del viaje sea turístico, de visita familiar o de congresos y negocios.

Los extranjeros residentes en España deben obtener un visado en alguna embajada o consulado japonés, tal como explica la web de la Embajada de Japón en España.

Cómo vencer al 'jet lag' y otras recomendaciones

No hay un remedio mágico contra el jet lag y menos aún cuando la diferencia horaria es tan grande. El uso horario de Japón es GMT+9, mientras que el de la España peninsular es GMT+1 en horario estándar y GMT+2 en horario de verano. Es decir, hay siete horas de diferencia en verano y ocho, el resto del año.

Las recomendaciones contra el jet lag son las obvias: intentar dormir durante los largos vuelos y ya en destino, beber abundante agua y usar gafas de sol para tratar de engañar al reloj biológico.

En cuanto a las vacunas necesarias, la Embajada japonesa en España explica que "los viajeros extranjeros no necesitan ningún certificado de vacunación, cualquiera que sea el país de donde vengan". Y en el aspecto sanitario, el Ministerio de Asuntos Exteriores español califica las condiciones de "óptimas", aunque matiza que pueden producirse "casos de intoxicación por ingestión de alimentos crudos, especialmente en verano. Para estancias cortas, conviene proveerse de un seguro de viaje".

En este punto, conviene aclarar que la variedad gastronómica en Japón es extensísima y que no es necesario recurrir a cadenas internacionales de comida rápida para aquéllos que detesten el pescado crudo. O-kome (arroz), mame (alubias), miso (sopa), tofu, shoyu (salsa de soja), soba (tallarines), tempura, yakitori y shabu-shabu (estos dos últimos, modos de cocinar la carne), unidos a la famosa -y cara- carne de vaca de Kobe son sólo unos pocos ejemplos del conjunto de alternativas al sashimi y al sushi.

Transporte

Otra de las medidas de ahorro al planificar el viaje al imperio del sol naciente es ser precavidos con la planificación de la hoja de ruta. La mejor forma de moverse por Japón es su avanzada red de ferrocarril pero, dependiendo de si queremos visitar sólo Tokio, incorporar Kioto a nuestro trayecto o movernos con libertad por todo el país, hay que elegir una u otra opción.

Muchos de los viajeros que visitan Tokio y Kioto y la mayoría de los que se mueven por todo el país, apuestan por adquirir el bono de tren Japan Rail Pass de 7 días. Cuesta 28.300 yenes (unos 260 euros, pero conviene revisar el tipo de cambio actualizado en este conversor), es una especie de interrail y hay que contratarlo desde fuera de Japón (Toda la información sobre dónde comprarlo antes de viajar en la web de Japan Rail Pass).

El Japan Rail Pass tiene muchas ventajas aunque también algunos inconvenientes. Es recomendable hacer una estimación, con la ayuda de alguna guía de viaje, de lo que pueden costar los trayectos pero, a la hora de decidirse, bastará saber que este bono tiene un coste muy parecido al de los trayectos de ida y vuelta en alta velocidad entre Tokio y Kioto.

Lo más lioso puede ser que en Japón hay múltiples compañías privadas de ferrocarril y no todos los trenes ni todos los trayectos se acogen al sistema Japan Rail Pass, aunque sí la mayoría. Por lo demás, los shinkansen -los famosos trenes bala-, excepto el modelo de más alta clase, están incluidos en el bono.

Para moverse por Tokio, se puede usar el Japan Rail Pass en muchas líneas urbanas o adquirir el bono de metro de un día por 710 yenes (unos 6,5 euros).

¿Zona de frecuentes terremotos?

El Ministerio de Exteriores español es bastante claro en cuanto a la actividad sísmica nipona: "Zona de frecuentes terremotos, la mayoría de los cuales no son perceptibles". Los japoneses están muy acostumbrados a los pequeños terremotos que efectivamente son bastante frecuentes, lo que hace que sus edificios estén bien preparados para ello.

El viajero no debe preocuparse en exceso por los terremotos. Por si acaso, es bueno tener localizadas las salidas de emergencia de los hoteles y locales y prestar atención, en caso de catástrofe natural, a las emisoras de radio y televisión de la NHK (emiten información en inglés).

En cuanto a mejor fecha para viajar a Japón, Exteriores recuerda que "entre mediados de agosto y mediados de septiembre los tifones producen lluvias torrenciales y fuertes vientos que no suelen alterar el normal funcionamiento de las grandes ciudades".

El verano es tan caluroso como en España así que las épocas ideales para visitar el imperio del sol naciente son de marzo a mayo y de septiembre a noviembre.

¿Has estado en Japón? Envíanos tu recomendación