Guía de Nueva York para mochileros

En la capital mundial del perrito caliente hace tiempo que cuesta encontrar una cama para bolsillos modestos. Desde comienzos del siglo pasado, Nueva York ha incrementado en más del doble su población, aumentando de cuatro a ocho los millones de habitantes que en la actualidad pueblan sus calles. Y la isla no crece. Hay cientos de hoteles pero menos sitios a precios asequibles. Pero si se está dispuesto a compartir el espacio, sitios hay.

A medio minuto de Central Park

A una manzana del pulmón de la ciudad, el Central Park Hostel brinda al viajero la oportunidad de sentirse como un 'newyorker' más en el moderno y siempre de moda barrio universitario del Upper West End. Aunque esté situado en la calle 103, este albergue está junto a una boca de metro que hace posible plantarse en Times Square 15 minutos después de poner el pie fuera de la cama.

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Una cama que, junto con otras cinco, conforman lo que es el modelo estándar de habitación de la residencia, que además cuenta con seis consignas individuales, pero sin candado, por habitación. En la sala común es sencillo toparse con gentes de las más diversas procedencias dispuestos a ofrecer una amena conversación.

Por unos 240 euros (315 dólares) es posible pasar una semana en época estival. Aunque sólo se admite pago en metálico, para reservar una cama en el Central Park Hostel es necesario facilitar un número de tarjeta de crédito que únicamente será utilizado para confirmar la identidad del viajero una vez personado en recepción.

Despertar en Harlem

Algo más al norte, en la calle 113 y dentro del tal vez excesivamente temido Harlem, se encuentra el Wanderers InnWest , un albergue cuya localización, quizás un poco alejada del 'meollo' para algunos, se ve compensada por una excelente gama de servicios que incluye todos los anteriormente mencionados así como un excelente desayuno gratuito, servicio de lavandería y fiestas semanales que potencian aún más si cabe la sociabilidad. Alojarse durante una semana en el mes de septiembre supone el razonable desembolso de unos 100 euros (132 $).

Aunque hay metro cerca, los que tengan ganas de andar pueden optar por pasear tres manzanas al sur hasta la 110 y enfrentarse a la inmensidad de Central Park o bien visitar el célebre teatro Apollo en una caminata de no más de 15-20 minutos hasta la calle 125, también conocida como el Martin Luther King Boulevard. Y si el domingo se presenta tranquilo, numerosas iglesias baptistas pueblan el distrito y brindan la posibilidad de presenciar una misa góspel.

Chelsea, en busca de la diversidad

En el Chelsea Hostel dicen que "no hay extraños entre sus huéspedes sino amigos por conocer". Lo cierto es que, dada su localización, puede que no anden desencaminados. El barrio que dio nombre a las 'Chelsea Girls' de Andy Warhol es un oasis primordialmente residencial invadido por la juventud universitaria, las galerías de arte y la comunidad gay que sobre el mapa determina el final de la Nueva York cuadrada de retícula ortogonal y en el que las larguísimas avenidas provenientes del Upper West Manhattan se extinguen para dar paso al West Village, antesala del distrito financiero.

Hospedarse en Chelsea significa dormir bastante cerca de una Nueva York más colorida y variada urbanística y arquitectónicamente en la que un abanico de diversidad se despliega en función de la calle que se cruza. Un paseo de media hora separa a Chelsea de la Nueva York en la que los números de las calles son sustituidos por los nombres propios de zonas tan características como Chinatown, Tribeca, Soho, Nolita o la cada vez más en peligro de extinción Little Italy.

De nuevo, el hostal cuenta con toda la gama de servicios ya citados en el resto de alojamientos (desayuno incluido). En cambio, al estar situado mucho más al sur, el precio se ve resentido ligeramente; siete noches en el mes de septiembre cuestan unos 294 euros (386 dólares).

¿Es posible dormir en Times Square?

A pesar de ser uno de los enclaves más fotografiados del mundo, hostales de precios económicos como el Jazz on Times Square también han encontrado su lugar en el centro del corazón del planeta. Aunque las tarifas son lógicamente algo más elevadas, lo que realmente dificultará conciliar el sueño en este lugar no es el precio de la cama, sino la vida que durante 24 horas al día se cuela por las ventanas.

En el Jazz on Times Square Hostel no tienen ni un segundo que perder, quizás por ello sólo aceptan viajeros que vayan a reservar una estancia mínima de seis noches. Aún así, el precio final de una semana sería 239 euros ( 315 dólares).

El hostal está ubicado en la calle 51 y es la opción más asequible si no se quiere pasar por un hotel en Times Square. Jazz on Times Square también dispone de una terraza de libre acceso desde la que incluso pueden hacerse fiestas y barbacoas.

Brooklyn: vida después de Manhattan

En Brooklyn se tiene la sensación de volver a establecer una conexión con un mundo real alejado del 'shopping' y los rascacielos. No obstante, todavía al cruzar el East River por el famoso puente de Brooklyn, de casi medio kilómetro y fundado en 1883, supone encontrarse con multitud de los renovados enclaves elitistas que han hecho del Downtown de Brooklyn una especie de extensión de Mahattan: Galerías de arte en Williamsburg, lofts y tiendas de variopintos muebles en DUMBO y vintage, mucho, mucho vintage dondequiera que se mire.

En el Lafayette International Hostel , proponen la alternativa de adentrarse en el núcleo del condado y dejarse llevar por la vida común del distrito más poblado de Nueva York; respirar el verdor que despide el enorme Prospect Park para tener la oportunidad de presenciar una de sus numerosas fiestas multiculturales o bajar hasta Coney Island y disfrutar de un día de playa mientras uno imagina que las oxidadas atracciones de feria siguen en funcionamiento.

Los precios parten de 15 dólares por noche. Es necesario quedarse un mínimo de cuatro noches y hay que tener especial cuidado el día de la llegada, pues es el único de los hostales mencionados que no acepta nuevos ingresos después de las 22.00 horas.

Está rodeado de establecimientos locales de alimentación enriquecedores para la experiencia neoyorkina y el estómago y por fortuna la línea de metro directa con Coney Island al sur y Manhattan al norte también se encuentra junto al hostal.

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