Platos que quitan el hipo
Saltamontes, esperma de pez, sesos de mono y otras delicias gastronómicas alrededor del mundo que dejan con la boca abierta
De primero salteado de esperma de pez; de segundo pastel de zarigüeya, un tipo de rata americana; y para la digestión café de comadreja o un chupito de sangre de serpiente. La valentía de algunos viajeros al sentarse a la mesa en sus periplos alrededor del mundo ha confeccionado un menú de los más exquisito o aterrador, según se mire, en el blog de EL VIAJERO: Algunos son considerados auténticos manjares en sus países de origen mientras que otros conforman un auténtico reto culinario para el que se necesita mucho estómago.
Para picar
Para empezar, nada mejor que un tentempié como los que venden en los puestos callejeros de China, a elegir entre un crujiente escorpión o una estrella de mar. Pero si prefieres algo más sustancioso, algunos restaurantes del país asiático ofrecen en su carta esperma frío de pez en un bol con verduras. Sin embargo, no es el único país en el que se encuentran, Japón también sirve este plato aunque suele ser de pez globo. A pesar de lo que en principio pueda parecer, ambos países coinciden en que es una "delicia culinaria con muchas propiedades para la salud".
Otro plato japonés llamativo es la lagartija seca. Cocinada como si de una sopa de pollo se tratase, es común para los habitantes del país entrar en calor con un cuenco lleno de caldo y lagartija.
Manjares con muchas patas
Uno de los ingredientes más empleados en Asia para sus peculiares comidas y que más llaman la atención a los occidentales son los insectos. Desde cucarachas fritas en Taiwán a unas arañas, preferiblemente grandes, en Camboya. Se rebozan en harina y sal, se fríen y listas para comer.
Muy cerca, en la vecina Vietnam se puede probar el café de comadreja. Al igual que el resto de cafés del mundo, se recolecta el grano y se tuesta. Sin embargo, estos granos de café están empapados en jugos gástricos de una comadreja. Y, que mejor que acompañar esta bebida con un plato de las diferentes partes de una serpiente, y unos chupitos de su sangre.
Otro país con tradición en la comida a base de insectos es Tailandia, donde se pueden degustar unos huevos de hormiga como si de un plato de arroz se tratase. No obstante, Colombia tiene una gran tradición a la hora de servir a este pequeño bicho. Y es que, en el país suramericano las conocidas hormigas culonas son una comida típica que comenzó como un sustituto de la carne por la falta de la misma en algunas regiones del país, además de utilizarse en diferentes festividades y ser considerado como una alimento afrodisíaco. Para su elaboración son descartadas alas y patas, se sumergen los cuerpos en agua salada y se tuestan en sartenes de cerámica.
Más conocido son los chapulines, una especie de saltamontes que se llevan comiendo en México desde hace siglos y que se pueden comprar deshidratados en algunos mercados al peso. Se sirven como aperitivo, para ello primero se hierven en agua y luego se tuestan en una plancha. Pueden servirse solos o empapados en limón y enchilados.
Comidas irrepetibles
Otro animal que no se libra de formar parte de las mesas de algunos países africanos como Guinea Ecuatorial es el mono cuyos sesos se consideran una exquisitez al alcance de unos pocos.
Asimismo, Indonesia se suma a los países que cuentan con este mamífero entre sus ingredientes aunque, en esta ocasión, son los dedos de mono fritos la parte que habitualmente se sirve.
En Nueva Zelanda destaca el pastel de zarigüeya. Este marsupial, que recuerda a las ratas, sirve para hacer una especie de pastel de carne, típico del interior del país oceánico.
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