Valencia, más allá de las Fallas

La ciudad mediterránea de los ninots y fuegos artificiales espera al viajero en un fin de semana tranquilo tras la celebración de su fiesta más internacional. Las Fallas han concluido y sin embargo, la ciudad no deja de ser una propuesta llena de actividades apetecibles. Por ello, los viajeros ayudan a planificar tu escapada con sus recomendaciones para aprovechar al máximo cada minuto.

Para una primera toma de contacto con la ciudad, Carlos Payá recomienda una excursión que parte desde "el nuevo puente de Calatrava -junto a la inacabada Agora- y por el antiguo cauce del Turia, hasta el Parque de Cabecera, en un recorrido de aproximadamente 8 kilómetros".

Además incluye la visita a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, al parque de Gulliver, lleno de atracciones para los más pequeños. Por otro lado, el Palau de la Música y el Instituto Valenciano de Arte Moderno saciarán la sed de los amantes de la cultura, así como el Bioparc colmará las aspiraciones de los aficionados a la naturaleza y al continente africano.

Marisol Villalvilla añade a estos lugares el moderno Oceanografic, donde se pueden ver espectáculos de delfines, una galería submarina que "dejará sin respiración al visitante" y un acuario espectacular.

No obstante, si esto no te parece suficiente, Valencia cuenta en su casco histórico con actores que muestran la ciudad, caracterizados de personajes históricos o fantasmas al tiempo que narran sus leyendas y explican el significado de cada lugar, tal y como señalan David Herrera y Elena Martín.

Para comer, Carlos Payá tiene varias sugerencias aunque advierte que "las fallas no son lo único que se disparan". También los precios. Lugares míticos como la zona del Cabañal, en la misma calle José Benlliure, se encuentran "las grandiosas anchoas de Bodega Guillermo o la copiosa carta de vinos de Bodega Casa Montaña, centenarias ambas y, esta última, reciente lugar de alto copete".

En el barrio de la Amistad de Valencia (la zona universitaria) se puede ahorrar, ya que sus precios son algo más asequibles. Entre las recomendaciones, este viajero señala Los Hermanos, en la calle Serpis, Fila y La Riba, ambos en Manuel Candela para comer bien y disfrutar de "un buen ambiente".

Llegada la noche, este lector recomienda un plan nocturno de lo más apetecible: "tapear en el bar Iruña, situado en la calle Salamanca; un agua de Valencia en el Café París en Menéndez Pelayo; una pausada charla en el Café Alameda en el Paseo de la Alameda; un baile en Matisse (calle Campoamor) y, al alba y con olor a mar, en Calabuig (final de la Avenida del Puerto)".

Una vez terminada la inagotable jornada para todos los gustos y sentidos, Unai Piñol propone a los viajeros un merecido descanso en Zenit, cerca del Ayuntamiento y la Estación del Norte, así como la Plaza de Toros y la Catedral. Este lector destaca el servicio "inmejorable" del hotel y su cercanía al casco histórico que facilita al viajero la visita al mismo.

Para conocer la ciudad durante su fiesta más internacional, Diego Varela destaca los ninots, esas figuras "impresionantes, no sólo por su tamaño, sino por la caracterización de personajes populares tanto nacionales como internacionales". "Son como una sátira y merece la pena visitarlos antes de que ardan en el fuego", comenta.

Además, este lector sugiere ver por esas fechas la famosa mascletà en la zona del Castillo, en el antiguo cauce del río Turia, y no perderse los conciertos y desfiles que se organizan por estas fechas.