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Las mascotas también huyen de la guerra de Ucrania Más de 3,9 millones de ucranios huyeron del país, según la ONU, desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero. Muchos refugiados han dejado claro que sus animales son parte de la familia y no los han dejado atrás Una niña besa a su ratón cerca de un edificio residencial que se derrumbó parcialmente tras un bombardeo en Kiev, el 18 de marzo. Serguéi SUPINSKY (AFP) Un perro duerme entre los escombros del edificio principal de una escuela destruido en Zhytomyr, el 11 de marzo. Según ACNUR, más 3,9 millones de personas han huido de Ucrania desde que comenzó la invasión rusa. MIGUEL A. LOPES (EFE) Una niña acaricia a su gato en un autobús para refugiados en Lviv, el 13 de marzo. Los gatos llegan a los refugios envueltos en mantas para protegerlos del frío durante un viaje de horas o días. No son un problema añadido en la huida, más bien sirven de consuelo para los más pequeños, que se han tenido que separar de sus padres, amigos, maestros y de la vida que conocían. Pavlo Palamarchuk (REUTERS) Antonina, de 84 años, es evacuada junto a sus 12 perros de Irpin, el 11 de marzo. Vadim Ghirda (AP) Un perro permanece bajo el abrigo de su dueño tras cruzar el paso fronterizo de Isaccea-Orlivka en Rumania, el 24 de marzo. Andreea Alexandru (AP) Una mujer lleva un gato en una mochila tras ser evacuada en Brovary, a las afueras de Kiev, el 13 de marzo. Thomas Peter (REUTERS) Varios perros y sus dueños llegan a la estación de tren de Lviv, el 6 de marzo de 2022. Las tropas rusas iniciaron una operación militar en Ucrania el 24 de febrero, lo que provocó un éxodo masivo de ucranios a los países vecinos, así como desplazamientos internos. MIGUEL A. LOPES (EFE) Volodymyr Horobets, quien huyó de la invasión rusa de Mariupol, sostiene a su gato 'Charly' antes de entregarlo al cuidador de mascotas, Rama Kreica, en un refugio de animales en Lviv, el 7 de marzo. Kreica y su equipo de voluntarios trabajan para evacuar a los animales abandonados y darles refugio en Letonia. Kai Pfaffenbach (REUTERS) Un hombre, con su perro, espera en la estación principal de trenes de Kiev, el 28 de febrero. ROMAN PILIPEY (EFE) Katya sostiene a sus dos perros después de huir de Ucrania, en el cruce fronterizo de Medyka (Polonia), el 9 de marzo de 2022. Los desplazados de todas partes de Ucrania cargan con lo que pueden arrastrar consigo, incluyendo a sus mascotas. Visar Kryeziu (AP) Varias personas que huyen de Ucrania se preparan para tomar un minibús que los llevará al cruce fronterizo entre Ucrania y Moldavia, el 13 de marzo. Los refugiados a su entrada a Moldavia reciben provisiones para ellos y sus mascotas, para después embarcar en un viaje a la capital, Chisinau, a Polonia o a Alemania. DUMITRU DORU (EFE) Una mujer es evacuada de Irpin junto a sus mascotas, el 26 de marzo. Vadim Ghirda (AP) Una mujer sostiene a sus gatos mientras son evacuados de Irpin, el 7 de marzo de 2022. La ciudad ha sido escenario de algunos de los combates más encarnizados de la guerra. ARIS MESSINIS (AFP) Trantin Kirill, director del zoo de Kiev da de comer a 'Khoras', un elefante de 17 años, el 3 de marzo. Varias organizaciones tratan de salvar a los animales del centro, aunque los más grandes, como los elefantes, son difíciles de evacuar. Cuatro pequeños leones y un perro salvaje africano fueron trasladados a un refugio en España por la ONG neerlandesa APP. Mientras consiguen el transporte para desalojar al resto de animales, la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) intenta mantener el suministro de alimentos durante la guerra. Gleb Garanich (REUTERS) Una mujer lleva a su gato mientras cruza un río junto a un puente destruido en su huida de la ciudad de Irpin, el 13 de marzo. Dimitar DILKOFF (AFP) Una residente, con su perro en brazos, sale de su apartamento después de que el edificio fuera alcanzado por los restos de un cohete derribado en Kiev, el 20 de marzo. Miles de personas han perdido sus casas debido a la intensificación de la violencia según avanza el conflicto. FADEL SENNA (AFP) Una mujer camina con su perro mientras evacuan la ciudad de Irpin, el 7 de marzo. Carlos Barria (REUTERS) Un niño, con su perro, en la estación de trenes de Lvivi el 19 de marzo. Luis de Vega Un perro camina cerca de unos militares ucranios que vigilan su posición en las afueras de Járkov, el 23 de marzo. Andrew Marienko (AP) Una mujer abraza a su perro durante la evacuación de la ciudad de Irpin, el 10 de marzo. Desde el comienzo de la invasión rusa, han sido trasladados más de 300 animales a Lviv desde la parte este del país. Una vez en Polonia, los animales están sujetos a cuarentena, ya que la mayoría de ellos necesitan ser vacunados, registrados y algunos tratados por heridas y deshidratación. Valentyn Ogirenko (REUTERS) Veterinarios y voluntarios cuidan a decenas de perros y gatos que llegan de Ucrania a Przemysl (Polonia). En esta imagen tomada el 8 de marzo, un veterinario examina a un gato en una consulta. La Fundación ADA en Przemysl da cobijo a animales abandonados como gatos, perros, cabras e incluso osos. Con la reciente invasión de Ucrania por parte del ejército ruso, su prioridad ahora es proporcionar alimentos para animales, medicinas y asistencia veterinaria en Ucrania, pero sobre todo evacuar animales a Polonia. Czarek Sokolowski (AP) Una mujer se refugia con sus mascotas en una estación de metro en Kiev, el 2 de marzo. Cumplido un mes desde que las tropas rusas entraran en Ucrania, los civiles siguen huyendo de Kiev ante el recrudecimiento del conflicto a las afueras de la capital. SERGEY DOLZHENKO (EFE) Rimma, una niña de tres años evacuada del área de Mariupol, sostiene un gato en un autobús antes de salir de un campo de refugiados en Bezymennoye, el 8 de marzo. Alexander Ermochenko (REUTERS) Un equipo de rescate ucraniano da agua a un perro en Kiev el 6 de marzo. Al menos tres civiles murieron cuando proyectiles de mortero rusos cayeron entre Irpin y Kiev. Anastasia Vlasova (Getty) Un hombre lleva en brazos a su perro para cruzar un puente destruido en la ciudad de Irpin, el 8 de marzo. El puente fue destruido por las fuerzas ucranianas para intentar evitar que las tropas rusas entraran en la ciudad. Sergei SUPINSKY (AFP)