Las batallas perdidas en Fayón

Momento del fin del combate en la 13ª recreación de la batalla del Ebro de Fayón, Zaragoza. En la imagen, un participante en las filas del bando republicano gesticula tras alcanzar la victoria.Carlos Gil-Roig

Josep Payás recibe el apelativo de El Bombero por su afición por la desactivación de bombas procedentes de la Guerra Civil española. “Desde joven me he dedicado a desmontar y desguazar bombas”, indica. Aún hoy se siguen encontrando artefactos por los campos de cultivo, aunque, “al pasar más de 80 años, se encuentran tan sólo restos corroídos”. “En los primeros 20 años de posguerra mucha gente vivía de la chatarra de la guerra”.Carlos Gil-Roig

Gracias a este interés, y junto al también coleccionista Miguel Ferragut, lograron reunir la amplia colección de armamento que hoy conforma el Museo de la Batalla del Ebro en Fayón, principal reclamo turístico de la localidad zaragozana y un referente en los espacios expositivos de esta índole en España. Fundadores en 2006 de la Asociación Memoria Histórico-Militar Ebro 1938, desde 2012 ocuparon con sus colecciones la nave que dejó libre la empresa de confección de prendas de natación Turbo, de ahí el aspecto industrial del emplazamiento. Ferragut depositó su recopilación de armamento de mano, mientras que Payás aportó la maquinaria bélica y proyectiles pesados, que venían reuniendo desde hace décadas.Carlos Gil-Roig

De entre las piezas, destaca el que era conocido por los alemanes como Acht-Acht (ocho-ocho) o cañón de 88mm de artillería antiaérea y anticarro FlaK 18/36/37/41. También encontramos: carros de combate, fusiles Mauser, bombas de aviación de diferentes calibres y munición variada.Carlos Gil-Roig

La iniciativa tiene un objeto reivindicativo: la memoria histórica sobre el inicio de la Batalla del Ebro que tuvo lugar su inicio el 25 de julio de 1938 en Fayón. Por ello, paralelamente, Payás y Ferragut también pusieron en marcha la recreación viva de aquel infortunio, que se ha venido desarrollando durante los últimos 13 años.Carlos Gil-Roig

El paso del río en la tristemente célebre Batalla del Ebro, tuvo lugar una hora antes que en ningún otro sitio en Fayón, en lo que se denominó la bolsa Mequinenza-Fayón (de carácter secundario respecto al objetivo principal: el avance hacia Gandesa); con un resultado de 2.200 bajas pertenecientes a la división 42ª del ejército de la República, destaca Óscar Suárez, presidente de la Asociación de Voluntarios de FayónCarlos Gil-Roig

“En ninguna de las recreaciones actuales se realiza el cruce del Ebro en barca; nosotros tenemos el paisaje y emplazamientos idóneos, además del sitio exacto donde se produjo” ese pasaje de la contienda, insiste Suárez.Carlos Gil-Roig

“Ese cruce tuvo como destino la toma de Los Aüts, (la sierra al sudeste del núcleo urbano de Mequinenza), situación también replicada en la recreación”, comenta el presidente de la Asociación de Voluntarios de Fayón.Carlos Gil-Roig

Otro momento de la recreación de la batalla.Carlos Gil-Roig

Dominado por un riguroso toque marcial, los movimientos de tropas durante la representación son constantes, desde su desembarco hasta la conquista de las cimas.Carlos Gil-Roig

Geográfica, política y culturalmente, Fayón es un lugar de cruces: el de las provincias de Zaragoza, Tarragona y Lleida; el de las Comunidades Autónomas de Aragón y Cataluña; el del uso cotidiano del catalán en tierras zaragozanas; y la confluencia del río Ebro con el Matarraña. Y es, precisamente, su cercanía fluvial la que ha marcado su historia. El 20 de noviembre de 1967 el Pueblo Viejo (Poble Vell) de Fayón (Faió) fue totalmente anegado por las aguas del Ebro, a consecuencia de la construcción del embalse de Ribarroja, en la imagen.Carlos Gil-Roig

“Después de inundado el Poble Vell, lo dinamitaron”, cuenta Josefina García Vallespí, que muestra en la fotografía una maqueta de la iglesia del pueblo. García se vio obligada a abandonar su casa por la expropiación a los 18 años.Carlos Gil-Roig

La torre de la iglesia de Fayón, semianegada por el embalse.Carlos Gil-Roig

El Poble Nou está constituido por viviendas individuales de estructura similar de una o dos alturas, al estilo de los nuevos pueblos de colonización de la época. La plaza Mayor, en la imagen, fue diseñada para albergar todas las tiendas; hoy son locales vacíos a excepción del de la Sociedad Recreativa y Cultural.Carlos Gil-Roig

Las filigranas en la verja de la ventana de Emeterio Cabistany evidencian, por un lado, su pasado como herrero, al tiempo que ponen a Fayón en el mapa y señalan el año que marcó el punto de inflexión en la localidad. "Estuve trabajando en la ENHER 10 años como soldador hasta que se acabó la presa…", comenta. "Cerrar la presa sin terminar el Pueblo (Nou) fue un desastre, creo que [fue orden] del gobernador, con la Guardia Civil obligando a la gente a abandonar sus casas bajo una lluvia torrencial, dejando sus pertenencias y a todos los animales abajo… Fue un desastre", rememora Cabistany.Carlos Gil-Roig

El transporte de lignito era una actividad económica esencial en la localidad, cuya extracción se producía en las minas de la cuenca de Mequinenza y, vía ferroviaria, se trasladaba, principalmente, a Cataluña. La construcción de la presa también incidió en la línea ferroviaria de la empresa MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) que unía Madrid con Barcelona a su paso por Fayón: el túnel que desembocaba en la población se vió inundado, teniendo que construirse una variante que estableció la nueva estación en La Pobla de Masaluca, en Tarragona, a 4 kilómetros del Poble Nou.Carlos Gil-Roig

Precisamente, es la batalla por el mantenimiento de la actividad de esta terminal la reivindicación de mayor actualidad por parte la gente del Poble Nou. Como reza el cartel de su apeadero, colocado sobre traviesas y ante una vía muerta: “Fayón y La Pobla Massaluca no quieren perder el tren”.Carlos Gil-Roig