La Alasita fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el 2017.Martín Alipaz (EFE)En la feria los bolivianos adquieren pequeños bienes, como casas, con la ilusión de que se harán realidad.AIZAR RALDES (AFP)La tradición se inició en 1781 cuando el gobernador intendente de La Paz, José Sebastián de Segurola, ordenó celebrar una fiesta anual en honor a la deidad denominada Ekeko, en agradecimiento porque la ciudad se salvó del cerco indígena de Túpac Katari.AIZAR RALDES (AFP)Esta tradición, que se originó en la época prehispánica y adquirió aceptación en la época colonial, es una de las fiestas tradicionales más importantes de Bolivia.AIZAR RALDES (AFP)Un hombre disfrazado de Ekeko, dios de la abundancia en la mitología boliviana andina, regala dinero en la inauguración de la feria de la Alasita, este miércoles en La Paz.Martín Alipaz (EFE)Los visitantes compran miniaturas de toda clase: dinero, automóviles, casas, materiales de construcción, ropa, electrodomésticos, comida.Martín Alipaz (EFE)Sacerdotes aimaras participan en la inauguración de la feria de la Alasita.Martín Alipaz (EFE)Este año se caracterizó por la venta de productos sanitarios miniatura, como cubrebocas, alcohol y gel antibacterial para la prevención de contagios de la covid-19.Martín Alipaz (EFE)
