_
_
_
_
Blogs / El Viajero
El blog de viajes
Por Paco Nadal

Pero, ¿cuántas casas tiene Papá Noel?

La ubicación del domicilio de Santa Claus no es baladí. Todo lo contrario: es un negocio tan redondo como su cintura. Muchos territorios se han postulado para acogerlo, pero la Laponia finlandesa lo hizo mejor que sus competidores

Santa Claus y sus pequeños duendes en Rovaniemi, Laponia, Finlandia.
Santa Claus y sus pequeños duendes en Rovaniemi, Laponia, Finlandia.©Visit Rovaniemi
Paco Nadal

Santa Claus no es solo un afable y orondo viejito con barba blanca que trae regalos un día como hoy. Es una marca universal tan poderosa como la Coca-Cola capaz de generar pingües beneficios. Como la iconografía lo coloca a bordo de un trineo tirado por renos, los tres países escandinavos que han hecho de este cérvido un animal doméstico pugnaron duramente (aunque de una manera muy civilizada, faltaría más) por apropiarse de la marca y ser el lugar desde el que parte la comitiva de juguetes más esperada del mundo. Una disputa -la de ponerle casa a Santa Claus- que finalmente ganó, y de largo, Finlandia.

Papá Noel, el personaje más popular del mundo cada diciembre año tras año.
Papá Noel, el personaje más popular del mundo cada diciembre año tras año.pixabay

La sucesión de hechos que llevó al bueno de Papá Noel a tener pasaporte finés sería esta. El origen de la leyenda de Santa Claus se localiza en un personaje real: San Nicolás, obispo cristiano que vivió en el siglo IV en una pequeña ciudad de Anatolia (actual Turquía) y que se hizo célebre por su generosidad, en especial con los niños, a los que dejaba regalos entrando en secreto por las ventanas de sus casas. Más tarde, en 1623, los emigrantes holandeses llevaron la tradición a Norteamérica al fundar Nueva York. A lo largo del siglo XIX, diversas publicaciones gráficas y literarias fueron dando forma al personaje tal y como lo conocemos hoy. Finalmente, las campañas de Coca-Cola a partir de 1931 terminaron por popularizar su silueta oronda, su traje rojo y blanco y su trineo tirado por renos. Pero…. ¿de dónde venía la comitiva?

Estaba claro que, si viajaban en trineo y con renos, de Jamaica no iba a ser. La primera ubicación de tan honorable domicilio la dio una compañía de alimentos congelados estadounidense que monopolizaba la venta de carne de reno e hizo una campaña de publicidad en 1926 con la imagen del gordito más navideño y sus renos: venía del Polo Norte. Y así siguen creyéndolo en buena parte de EE. UU.

Pero la compañía desapareció y en el Polo Norte no vive nadie como para rentabilizar el código postal. Así que: ¿dónde había renos, pero más al sur? Efectivamente: en Laponia. Pero Laponia es un territorio transfronterizo que comparten Finlandia, Suecia y Noruega (también en parte, Rusia). ¿De cuál de las tres?

La casa de la Navidad y oficina de correos de Santa Claus en Drøbak, Noruega.
La casa de la Navidad y oficina de correos de Santa Claus en Drøbak, Noruega.© Visit Drøbak

“Santa Claus es de Drøbak”, afirman los noruegos. Al menos, así lo anuncia la web de la oficina de Turismo de esta ciudad ubicada a unos 40 minutos en coche al sur de Oslo, donde hay una casa de la Navidad y una oficina de correos de Santa Claus a la que llegan cartas de niños de todo el mundo y donde puedes comprar una postal con el sello oficial de Santa.

"Santa Claus vive en Groenlandia", dice muy convencida una popular web de viajes danesa. "Esto es cierto y bien conocido, lo que pasa es que hay gente en otros países que tiene diferente percepción de la verdad", añaden sin complejos. Para los niños de Dinamarca, la casa del personaje está en Uummannaq, una población de 1.500 habitantes en la costa oeste de Groenlandia de belleza solo comparable a la complejidad de su nombre. Tiene un almacén en el Polo Norte y un apartado de correos en Illulisat (se ve que el cartero de Uummannaq no daba abasto).   

God Jul, ilustración de Jenny Eugenia Nyström, pintora e ilustradora sueca.
God Jul, ilustración de Jenny Eugenia Nyström, pintora e ilustradora sueca.Jenny Nyström

Los suecos fueron más pragmáticos. Tiene su Santa Claus particular: Jultomten o simplemente Tomten (personaje que también existe en Noruega). Una mezcla entre San Nicolás y los nisse o gnomos del folclore escandinavo creados por la pintora Jenny Eugenia Nyström a finales del siglo XIX para ilustrar postales navideñas. Los Tomten no entran por la chimenea, sino por la puerta, y no viven en ninguna ciudad. Si le pregunta a los suecos, sabiendo que tienen la guerra perdida, responderán que vienen del bosque.

Santa Claus jugando con niños en el Círculo Polar Ártico en el Santa Claus Village de Rovaniemi Laponia, Finlandia.
Santa Claus jugando con niños en el Círculo Polar Ártico en el Santa Claus Village de Rovaniemi Laponia, Finlandia.©Visit Rovaniemi

Porque esa guerra comercial la ganaron y de largo los finlandeses. Tanto que hoy todo el mundo acepta como oficioso que no oficial que Papa Noel vive en el Santa Claus Village de Rovaniemi, capital de la Laponia finlandesa, 815 kilómetros al norte de Helsinki. Todo empezó por una casualidad histórica. El norte de Finlandia quedó arrasado tras la Segunda Guerra Mundial. Llegó mucha ayuda internacional para su reconstrucción, en parte proveniente del UNRAA, antecesor de UNICEF. Una de esas partidas estaba destinada a construir una cabaña de madera en Rovaniemi que sirviera de germen para el turismo en la zona. Eleanor Roosevelt, viuda de Franklin D. Roosevelt -32º presidente de los EE. UU.-  y gran mentora del UNRAA, anunció su interés en inaugurar personalmente la cabaña y de paso, conocer Laponia. La decisión pilló desprevenidos a los finlandeses, que tuvieron que construirla en apenas dos semanas (si cree que lo de dejar las cosas para última hora es muy hispano, anda errado). La cabaña se levantó justo donde la línea del Círculo Polar Ártico corta la carretera nacional 4 -la ruta asfaltada más larga del país, que une Helsinki con el gran norte- y fue inaugurada por Mrs. Roosevelt el 11 de junio de 1950. Desde ese momento, se convirtió en parada obligada de los turistas que querían hacerse una foto y comprar un souvenir en el Círculo Polar. El éxito fue tal que en 1965 se tuvo que ampliar y cinco años después, construir un segundo pabellón anexo. La Oficina de Turismo local pensó que, ya que tenían una atracción turística de éxito, por qué no dotarla de más contenido. Y así fue como Santa encontró casa sin necesidad de acudir a portales de internet.

Desde entonces la humilde cabaña de Mrs. Roosevelt, reconvertida en un montaje comercial llamado Santa Claus Village que deja en mantillas al mismísimo mundo Disney, se ha erigido en una de las principales atracciones invernales de toda Escandinavia. Rovaniemi, que podría haber sido una anodina ciudad más, perdida en la inmensidad de Laponia, cuenta hoy día con 126 establecimientos hoteleros de diversas categorías que suman más de 4.700 camas además de 860 apartamentos de alquiler en AirBnB. En 2019, según datos de la web oficial visitrovaniemi.fi, 373.000 turistas visitaron la ciudad y sus atracciones; 9.100 de ellos, españoles. Más de 61.000 de esos viajeros lo hicieron en diciembre, el mes de temporada alta en Laponia pese a que la temperatura media es de -3,7º (algo más “cálida” que en 2018, que fue de -5,6º), en Navidad el sol apenas despunta sobre el horizonte un par de horas y el precio medio de una habitación en la ciudad ronda los 178 €. Todo un triunfo.

Papa Noel, Santa Claus, Viejito Pascuero, Santa, Pare Noel, Božiček, Père Noël, Fhater Christmas, Télapó, Baba Noel, Jultomten o Pai Natal. Se le llame como se le llame, es un negocio redondo. Y los finlandeses supieron verlo antes que nadie.

Sígueme también en Spotify, Instagram, Youtube y Twitter. Me puedes escuchar todos los viernes, a las 19.40, con Carles Francino en'La Ventana', de cadena SER.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_