Kamsky: gran talento y peculiar padre
El estadounidense, de origen siberiano, borda una obra maestra frente al futuro campeón del mundo
Blancas: Ta1, Dd1, Re1, Af1, Th1, Cc3, Ag5; peones en a2, b2, f2, g3, h2, d5 y f6.
Negras: Ta8, Dd8, Re8, Af8, Th8, Ab7, Cd7; peones en a7, b5, c5, c4, e6 y f7.
Gata Kamsky, nacido en la ciudad siberiana de Novokuznetsk en 1974 en una familia de origen tártaro, era uno de los muchos niños soviéticos con gran talento para el ajedrez; la inmensa mayoría de ellos no salían nunca de la URSS, o como mucho de los países comunistas del telón de acero.Pero su padre, Rustam, exboxeador, muy tenaz y de carácter fuerte, logró que el español José Cuchí, organizador del famoso Abierto de Nueva York, invitase a su hijo en 1989. Tal decisión permitió que Gata desarrollara su talento hasta convertirse en 4º del mundo a los 21 años, en 1995, y en subcampeón del mundo (versión oficial) a los 22.
Pero ese mismo padre, muy autoritario y a veces violento, generó la duda eterna de hasta dónde podría haber llegado Gata, quien se retiró del ajedrez en 1996 y no regresó hasta 2004. Quien disfrute de la partida de este vídeo, una obra maestra de 1994 frente al futuro campeón del mundo Vladímir Krámnik, llegará probablemente a la conclusión de que el techo de Gata Kamski, hoy aún activo como jugador, estaba altísimo.