21 fotosMADRIDUn cementerio en tiempo del coronavirusUna jornada acompañando a las familias, el personal de funerarias y camposantos en los velatorios solitarios que impone el estado de alarma por la crisis sanitaria de la Covid-19.David Expósito02 abr 2020 - 10:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceUna cuadrilla de enterradores sepulta el ataúd de una mujer fallecida por coronavirus.David ExpósitoUn taxista acude a rezar a la capilla del cementerio Sur de Madrid todas las mañanas.David ExpósitoEl capellán José Luis Sáenz oficia un responso en el cementerio Sur de Madrid, el lunes. El cura dedica siete minutos a cada uno de los fallecidos antes de que sus cadáveres sean enterrados o incinerados.David ExpósitoEl cura José Luis Sáenz, en otro de sus oficios. Desde que se declaró la pandemia su trabajo se ha triplicado.David ExpósitoUna cuadrilla de sepultureros mete un féretro en un nicho. Era el de una mujer de 100 años a cuyo entierro nadie acudió.David ExpósitoLa cuadrilla de sepultureros no tiene ni un minuto de descanso. Durante toda la jornada entierran cadáveres, más de 120 al día en los cementerios municipales.David ExpósitoEntierro de Marisa, la exsecretaria del cantante Rafael, fallecida a causa del coronavirus. Fue de las pocos cadáveres que se enterró en una tumba. Es más común el entierro en un nicho, aunque, sobre todo, se encargan incineraciones.David ExpósitoOtro de los muchos oficios que el padre Sáenz tiene que oficiar cada día.David ExpósitoDavid ExpósitoDavid ExpósitoEl lunes fue el primer día en el crematorio de Pepe Galera, cura. Sustituía a un compañero que enfermó de Covid-19. "La gente viene Echa polvo. No se han podido despedir. Vienen poco acompañados. Vienen solo tres".David ExpósitoEncarna le de el último adiós al cuerpo de su madre, fallecida por coronavirus. Su padre se encuentra grave en el hospital. El matrimonio convivió en la misma habitación del centro médico.David ExpósitoLa cuadrilla utiliza un remolque para alcanzar los nichos situados en la fila más alta. Una mujer observa cómo entierran a su hermano, fallecido a los 60 años tras contagiarse de la enfermedad.David ExpósitoNuria Martínez, 57 años, camino a su marido. Hoy enterraron al hermano de ella. Solo pudieron venir ellos dos porque su madre y otro hermano se encuentran en cuarentena. Nuria arrancó una flor de la corona para llevársela a su madre. "No hemos podido ni abrazarnos".David ExpósitoEl padre José Luis despide el cuerpo del boxeador Manuel Álvarez, campeón de España en peso mosca durante los años 60.David ExpósitoUno de los hijos del boxeador, fotografiando el localizador del nicho de su padre.David ExpósitoCuadrilla de cuatro enterradores. En los días más duros de la pandemia están sepultando féretros cada 10 minutos.David ExpósitoEl padre Eduardo Batubenga, congoleño, también oficia responsos en el cementerio. Su estilo es cálido. Utiliza un micrófono y lee pasajes de la Biblia. Personaliza mucho las despedidas.David ExpósitoLa Biblia que utiliza el cura Eduardo Batubenga para oficiar los responsos. Cree que las muestras de afecto son más sentidas en su país, Congo, que en España. "Allí lloran todos. Si no, está mal visto. Aquí hasta ves fumando a gente".David ExpósitoDespedida en la capilla del crematorio. Al acabar la oración, el cura anuncia que se va a cerrar la puerta. El féretro va directo a los hornos.David ExpósitoImagen general de unas tumbas en el cementerio sur de Madrid.David Expósito