Harto de la perversión del lenguaje
Esta semana, mientras veía las noticias, han aparecido cuatro dirigentes políticos asociando la libertad y la democracia a la existencia de una república, como si no hubiera repúblicas en las que la libertad y la democracia brillan por su ausencia, casos de Venezuela o Corea del Norte —en este último caso el cargo de presidente es hereditario— o regímenes monárquicos en los que la libertad y la democracia están plenamente consolidadas, como son el Reino Unido, Suecia, Dinamarca o Noruega. Comprendo y acepto que alguien prefiera una república a una monarquía, pero, por favor, no nos tomen por tontos.
Fernando García-Bragado. Girona
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.