Divorcio y proyectos empresariales: la vida de Alberto Contador tras bajarse de la bici
Desde que anunció su retirada, el madrileño, considerado una leyenda del ciclismo, ha emprendido un nuevo rumbo con su vida personal como prioridad
Alberto Contador ha arrancado 2020 presentando un proyecto que constata su nueva realidad desde que se retiró del ciclismo al finalizar la Vuelta a España en septiembre de 2017. El mismo 1 de enero anunció en redes sociales junto a otro exciclista, Iván Basso, su propia marca de bicicletas. Una empresa que ha estado fraguando durante el último año y medio. A los 37 años, el de Pinto (Madrid) vuelve de algún modo a la bici después de haberse bajado definitivamente de ella. Una decisión que tomó tras su caída en el Tour de Francia en julio de 2017. Aquel accidente le hizo replantearse su vida. Quería vivirla de forma más relajada. Desde entonces, los cambios han llegado a todos los ámbitos, también al familiar. Antes de Navidad se hizo pública su separación de Macarena Pescador, con la que llevaba 20 años y con la que se casó en 2011. Comenzaron a salir siendo adolescentes. Él tenía 17 y ella 15. Había sido su única relación formal hasta esa fecha. En una entrevista a este periódico unos meses después de su retirada, confesó que durante sus 14 años de carrera “vivía pendiente de los detalles”, pero que ahora empezaba a “disfrutar de los caprichos” y a centrarse en sus nuevos trabajos. Su fundación, sus negocios, disfrutar de su hijo y de una nueva etapa en el amor. Todo apunta a que ha comenzado una nueva relación que habría sido el detonante del fin de su matrimonio.
Hacía tiempo que Contador y Macarena no aparecían en público. Ella, de profesión maestra, siempre adoptó un papel discreto, aunque acompañaba al ciclista en los momentos importantes. El pasado 6 de diciembre, sin embargo, él celebró su cumpleaños en Shanghái sin ella, y se dispararon los rumores. En la presentación de la Vuelta a España 2020 en Madrid el 21 del mismo mes, él habló con varias personas de la separación.
En las publicaciones navideñas que ha compartido en Instagram se le ve solo con el pequeño Luca, de 20 meses, abriendo su primera bici regalo de Papa Noel, pero ni rastro de la madre. Es él el que habría pedido el divorcio. Atrás quedan dos décadas de unión en las que compartieron los enormes éxitos deportivos de Contador, considerado uno de los mejores en grandes vueltas de la historia, con dos Tours de Francia, dos Giros de Italia y tres Vueltas a España. Una leyenda del ciclismo que también vivió momentos muy duros en los que Macarena Pescador fue su principal apoyo, como el ictus que sufrió en 2004 durante la vuelta a Asturias y las acusaciones y sanción por dopaje a las que se enfrentó en 2012. Un cuestionado positivo por clembuterol que le privó de otro Tour y otro Giro.
Pese a que se repuso de todo aquello, regresaron los triunfos y Contador tenía encima de la mesa jugosos contratos, decidió dejarlo en lo alto y no experimentar la decadencia de las caídas y la pérdida de velocidad. En lo profesional, no ha parado desde que dejó de pedalear. Fichó por Eurosport como comentarista, y sigue saliendo con la bici tres veces por semana, por lo que se sigue quitando el gusanillo de la pasión que más alegrías le ha dado. También da conferencias de motivación, trabajo en equipo y liderazgo a todo tipo de empresas e instituciones, y es imagen de varias firmas de ropa deportiva y ciclismo. Tiene una fundación con su nombre que por un lado conciencia sobre el ictus que él mismo padeció, y que afortunadamente no le ha dejado secuelas, y por otro sirve de escuela de ciclismo para niños, con equipos de categoría juvenil, sub-23 y continental.
Echa de menos la competición, pero tiene un fuerte carácter y una madurez que le han hecho encarar su nueva vida con determinación. La circunstancia vivida por sus padres con uno de sus hermanos menores, discapacitado con parálisis cerebral, le sirvió desde pequeño como referente de entereza y superación, y es un tema del que siempre ha hablado abiertamente y con orgullo. Aquello también le enseñó que los deportistas, aunque lleguen siempre a lo más alto, son ante todo humanos. Es ese aspecto el que quiere priorizar ahora, en un momento con importantes retos por delante, como finiquitar su matrimonio de forma amistosa. Falta por dilucidar cuestiones como quién se quedará el chalé que Contador y Macarena tienen en Pinto, así como la custodia de Luca. Mientras, el exciclista disfruta en su día a día de aquello que no podía hacer, como comer lo que le apetece o tomar unas cervezas con sus amigos. O simplemente ser menos Contador y más Alberto.
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