El chamán de Marta Luisa de Noruega habla de Ari Behn: “Estoy increíblemente triste”

El novio de la princesa Marta Luisa de Noruega, el chamán Durek Verrett, ha roto su silencio sobre Ari Behn, el que fuera marido de la princesa y padre de sus tres hijas que se suicidó el día de Navidad. En su cuenta de Instagram ha escrito un breve pero mensaje: "Siento un profundo respeto por los hijos de Marta y Ari. No voy a comentar nada sobre el fallecimiento de su padre, ni ahora, ni más tarde. Solo quiero decir que estoy increíblemente triste por su pérdida". Acompaña al texto una imagen de una flor de loto que representa la pureza espiritual y la paz que Ari Behn anhelaba.

El chamán Durek Verrett no estuvo presente en el funeral de Ari Behn al que asistió la familia real noruega y donde Marta Luisa y sus hijas tuvieron un importante papel. Maud, una de las niñas, fue la encargada de recordar a su padre al que le dedicó además un dibujo. "Querido papá, siempre decías que estabas orgulloso de nosotras. Espero que sepas que también lo estábamos de ti. Eras mi héroe, te quiero tanto, te necesito tanto", dijo Maud Angelica, que defendió que un suicidio "no es culpa de nadie" y rogó con "corazón" y "alma" que quienes tengan problemas psíquicos pidan ayuda.

El chamán y Ari Behn, sin embargo, mantenían una buena relación. "Hermano", le llamó Derek en una publicación de Instagram. El día antes de la muerte del escritor, Verrett se dejó ver en público por primera vez con la familia real danesa.

Marta Luisa le advirtió en el inicio de su relación de la presión mediática a la que se vería sometido en cuanto su relación se hiciera pública. "Me dijo: 'Tienes que prepararte para ello'. Yo me preguntaba que para qué. Ya había salido en la prensa antes. Tuvimos seis o siete hundimientos emocionales". Esa presión mediática, las cámaras en la puerta de la casa de su madre, le han hecho comprender mejor a sus clientes e incluso a su pareja: "Sentí pena por ella. Madre mía, ¿tiene que lidiar con esto cada vez que decida enamorarse?".

Desde entonces, el chamán ha decidido tomarse la presión mediática de otro modo. "Déjales que saquen la foto. Ellos también tienen que comer. Dales lo mejor, todos salimos ganando", le dijo a la princesa. "Me senté con mi novia y le dije: '¿Cómo nos mostramos ante los demás y hacemos que esto pare? Vamos a quitarnos este estrés". Toda esa exposición también ha tenido su parte negativa; entre ellas, acusaciones de carácter racista: "Me han dicho que quieren verme colgado de un árbol, que un negro nunca debería entrar en palacio, que soy Rasputín. Por eso y en estos trágicos momentos para la familia real danesa, el chamán ha optado por un papel secundario.