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El emocionante discurso de la hija del activista Ilham Tohti en el Parlamento Europeo

Jewher Ilham ha recibido el premio Sájarov concedido a su padre, encarcelado en Pekín, por defender a la minoría musulmana

Jewher Ilham realiza su discurso tras recibir el premio de su padre en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo.

Jewher Ilham, hija de Ilham Tohti, el académico uigur condenado a cadena perpetua en China e incomunicado desde 2017, ha recogido este miércoles en su nombre el premio Sájarov a la libertad de conciencia que concede cada año el Parlamento Europeo, por defender los derechos de esa minoría musulmana china, a la que el régimen reprime con virulencia.  

"Hoy en día, no hay libertad para los uigures en China", ha subrayado la hija del activista, agradecida por la "oportunidad" de poder contar la historia de su padre, ya que "no puede contarla él mismo". "Mi padre, como la mayoría de los uigures, ha sido calificado de extremista violento, como si tuviera una enfermedad que hay que curar y necesitase un lavado de cerebro", ha lamentado.

En este sentido, ha criticado que bajo esa "falsa etiqueta de extremismo" hayan sido recluidas "en campos de concentración", alrededor de un millón de personas desde 2017. Pekín se refiere a estos enclaves como campos de "reeducación" y en ellos, según Jewher Ilham, "los uigures se ven obligados a renunciar a su religión, idioma y cultura", en ocasiones bajo torturas y con el riesgo de perder la vida.

Jewher Ilham ha aprovechado la recepción formal del galardón, que incluye el pago de 50.000 euros, para lanzar un mensaje a la comunidad internacional: "¿Ven algún problema con la forma en la que el Gobierno chino trata a la gente uigur? Si ven un problema, busquen una solución".

El presidente de la Eurocámara, David Sassoli, ha aplaudido el activismo de Tohti, por "lograr dar voz a los uigures" con un trabajo en favor del "entendimiento mutuo" entre las distintas partes, y ha reclamado a las autoridades chinas su liberación inmediata e incondicional.

Sassoli ha reconocido que lo que debería haber sido un momento de "alegría", se ha convertido en realidad en "un día triste". "Una vez más, esta silla está vacía, porque en el mundo en que vivimos, ejercer nuestra libertad de pensamiento no siempre significa ser libres", ha afirmado.

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