Volvemos a las urnas
Se repiten las elecciones y la situación es especialmente divertida para los españoles que viven en el extranjero, como era mi caso hasta hace un mes. Votar en las últimas elecciones me costó 40 euros: 30 por el billete de ida y vuelta al consulado para rogar el voto, más 10 del envío certificado. Tuve suerte: las papeletas llegaron a tiempo, al contrario que muchos otros que se quedaron sin poder votar. Y ahora pretenden que votemos otra vez. Por supuesto, ni el Gobierno ni la oposición van a reembolsarme el dinero ni el tiempo perdidos por los anteriores comicios. ¿Se están riendo de nosotros? ¿Entienden los políticos lo difícil y costoso que es para los emigrantes ejercer nuestro derecho al voto? ¿Les importa lo más mínimo? Todo parece indicar que no, ya que Sánchez no ha movido un dedo para derogar el voto rogado o facilitar los trámites. Que no les extrañe que la participación de los españoles que viven en el extranjero sea (aún) más baja que en abril.
Alejandro Salamanca Rodríguez. Arganda del Rey (Madrid)
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