Japón estrena nueva princesa y la pasea por el mundo
La princesa Kako, sobrina del emperador Naruhito, realiza su primer viaje oficial en representación de la familia real nipona
Japón estrena princesa. Kako, sobrina del emperador Naruhito, ha comenzado esta semana su primer viaje oficial en representación de la familia real nipona. La joven, de 24 años, visitará Austria y Hungría en la conmemoración del 150º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas con ambos países europeos. Su viaje, que comenzó el domingo en Viena y le llevará el jueves a Budapest, durará 11 días e incluirá entrevistas con líderes políticos así como varios actos públicos.
Con este periplo, anunciado en agosto de este año, Kako salta al ruedo repitiendo el mismo itinerario que sus padres realizaron diez años atrás. Ella es la segunda hija del príncipe Fumihito, hermano menor del actual emperador y heredero al Trono de Crisantemo, ya que en Japón todavía impera la ley sálica y Naruhito no tiene hijos varones. El siguiente en la línea de sucesión es el príncipe Hisahito, de 13 años y hermano de Kako.
La princesa, que cuenta con una enorme popularidad en su país, completó sus estudios en junio del año pasado. En 2013 se incorporó a la Universidad Gakushuin, centro al que tradicionalmente asisten los miembros de la familia real, para estudiar pedagogía; pero al año siguiente optó por cambiar a la Universidad Católica Internacional. Allí se especializó en psicología y artes escénicas y pasó un curso académico de intercambio en la Universidad de Leeds, en el Reino Unido.
En mayo de este año, en una declaración a medios de comunicación, la princesa anunció su decisión de no continuar con su formación y dedicarse en su lugar a cumplir con sus funciones oficiales como miembro de la familia real. “Esto no tiene que ver con lo que quiero hacer, sino con la responsabilidad que me corresponde”, aseguró entonces. “Sí que tengo sueños, pero quisiera guardármelos para mí”.
La incorporación de Kako a las labores diplomáticas coincide con la retirada de su hermana mayor. La princesa Mako se casará el año que viene con un plebeyo, lo que implica que renunciará a todos sus títulos oficiales y pasará a ser una ciudadana más. Aunque la pareja tenía planeado contraer matrimonio en noviembre de 2018, decidieron posponerlo hasta 2020 por “falta de preparación”. Mako realizó en julio el que se cree será su último viaje oficial, el cual le llevó a Perú y Bolivia, dos países que mantienen estrechas relaciones con Japón a causa de su comunidad nikkei, formada por descendientes de inmigrantes nipones.
Las normas que regulan la familia real establecen que las mujeres pierden su condición al casarse con un varón que no tenga sangre azul, aunque no sucede lo mismo a la inversa. El emperador Naruhito mantuvo sus títulos pese a contraer con una plebeya -la actual emperatriz Masako-, mientras que su hermana, la princesa Nori, se convirtió en la ciudadana Sayako Kuroda al hacer lo propio en 2005 con un funcionario del Ayuntamiento de Tokio. Esta ley se aplicaría también a la princesa Kako, quien en dicha conversación con los medios apoyó a su hermana, declarando que “lo más importante en lo que sientan el uno hacia el otro”. También afirmó que “le gustaría casarse en el momento adecuado, no demasiado tarde” y describió a su pareja ideal como “alguien con quien pueda estar relajada”.
Es conocida la afición de la princesa Kako por el patinaje artístico sobre hielo, una disciplina en la que compitió con excelentes resultados en su infancia y adolescencia. Se rumorea que la joven desempeñará un papel destacado en los Juegos Olímpicos de 2020, que se celebrarán en Tokio: para entonces ya no será una novata.
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