El Coleta: el fenómeno quinqui del momento que conduce un BMW
Directamente desde Moratalaz (Madrid), con dos hijos, una adolescencia de trapicheos y un puñado de canciones barriales
Nació en Madrid, pero no se sabe exactamente cuándo. “No lo digo, soy una folclórica”, nos dice. Lo que sí sabemos es que lleva una década haciendo música urbana macarra desde el barrio madrileño de Moratalaz. Ramsés Gallego (más conocido como El Coleta) se presenta a esta entrevista enfundado en un chándal negro sin nada debajo y con sus habituales gafas Carrera, que ya parecen formar parte de su anatomía. El músico se mueve por Moratalaz a bordo de un BMW de matrícula antigua. “Le tengo muy cascao”, lamenta con ese deje tan del sur de Madrid. Quiere venderlo y comprarse un M3 de los noventa. No es de extrañar, hay dos grandes fetiches en sus canciones: los coches antiguos y las referencias a Las Grecas. Ambas cosas aparecen en su última canción (Achili, estrenada a principios de junio).
Pero el gran estreno de El Coleta fue a finales del año pasado, con la llegada a los cines de Quinqui stars, una película-documental dirigida por Juan Vicente Córdoba en la que se interpreta a sí mismo retratando la vida del quinqui de ahora y de antaño. Pocos pueden ya dar testimonio de aquella época. El cine quinqui apenas dejó supervivientes: El Pirri fue hallado muerto por sobredosis en una cuneta con 23 años; José Luis Manzano, con 29 por la misma razón; José Antonio Valdelomar al menos pasó de la treintena, pero también fue víctima mortal de la heroína; Lali Espinet, del sida… El Coleta les rinde homenaje en su música desde hace años. “[El cine quinqui] es muy patrio, muy localista. Muestra una realidad que es muy nuestra y deja atrapado en una cápsula del tiempo la forma de hablar, de vestir y todo eso de los años 80”, comenta.
“Me he buscado la vida como he podido. A ver, no iba por ahí con una recortada... Pero si me hubiesen pillado con cosas, podría haber entrado preso perfectamente”
El éxito de Quinqui stars ha pillado desprevenidos a protagonista y director. Juan Vicente Córdoba asegura que no esperaba esto “ni de coña” y celebra que su película se va a seguir emitiendo en varias ciudades españolas. Casi 40 años después, los quinquis siguen conquistando salas de cine. Pero, ¿es El Coleta uno de ellos? “En cierta manera, sí. Yo, por suerte, he estudiado [empezó Derecho, pero no lo acabó] y tengo un nivel cultural y una educación que me aleja un poco de estar tan, tan tirado. Pero sí que me representa, sobre todo cuando era adolescente, cuando no tenía nada que hacer, ni trabajo, no sabía qué hacer con mi vida, era de barrio y tenía que buscarme las castañas”. Eso incluye trapicheos de juventud: “Me he buscado la vida como he podido. A ver, no iba por ahí con una recortada... Pero si me hubiesen pillado con cosas, podría haber entrado preso perfectamente”.
Los años han pasado y El Coleta ahora es padre de dos hijos y vive de la música. “Siempre digo que sobrevivo de la música. Ahora estoy empezando a vivir. Pero llevaba sin trabajar desde 2010”. Sus inquietudes artísticas van más allá del hip hop: El Coleta quiere hacer cine, delante y detrás de la cámara.
"Después de 30 años de Partido Popular, se consigue quitarlos y se tiene una oportunidad para que no vuelvan. Y en solo cuatro años han perdido ese impulso porque a los barrios que no son el centro nos han dejado tirados”
Como director, ya tiene varios videoclips a sus espaldas y sueña con hacer un largometraje. ¿Cine neoquinqui, tal vez? “Me he planteado muchas veces que si quisiera hacer una película ambientada en la realidad con poco equipo y presupuesto, podría hacerlo. Pero no es lo que quiero hacer. Lo que quiero hacer tiene influencia desde el cine quinqui hasta el de Sergio Leone”. Como actor, antes de protagonizar Quinqui stars, tuvo una aparición fugaz en la serie Cuéntame, en el papel de butanero. Posteriormente le dedicaría una canción a este entrañable personaje de la cultura patria, actualmente en peligro de extinción.
En 2016 España vivió dos elecciones generales. Ante la falta de consenso, El Coleta, en una muestra más de irreverencia y humor satírico, lanzó la campaña por el PDR, siglas del Partido de la Ruta (del bacalao, claro). El programa electoral ficticio lo resumía en un estribillo: “Ir de fiesta es un derecho, prohibido comer techo, maletero siempre abierto (...) lunes libres por decreto”.
Este año ha vuelto a votar lo mismo: “Yo solo voto al PDR, pero me quedé de after y no fui al final (risas). Es lo que tiene el PDR”. Bromas aparte, El Coleta pone pegas a la gestión de la anterior alcaldesa, Manuela Carmena. “Todo lo que está fuera de la M-30 a Carmena le ha dado igual. Y es donde tiene el mayor caladero de votos… No lo veo justo ni coherente ni inteligente por su parte. Después de 30 años de Partido Popular, se consigue quitarlos y se tiene una oportunidad para que no vuelvan. Y en solo cuatro años han perdido ese impulso porque a los barrios que no son el centro nos han dejado tirados”. Además de Las Grecas y los coches antiguos, hay un tercer fetiche recurrente en la música de El Coleta, probablemente el más importante: el barrio madrileño de Moratalaz o, como él lo llama, M.O.
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